Padre

Desde que Violet salió del lugar, sus amigas no han dejado de preguntarle sobre las intenciones de las personas involucradas. Ella, por supuesto, les ha compartido toda la información que tiene hasta el momento.

—Esto parece sacado de una película— comentó una de ellas, y las demás asintieron al unísono.

—Les contaré más detalles pronto, pero necesito comunicarme con mi madre— dijo Violet, sintiéndose un poco abrumada por la atención que estaba recibiendo.

—¡Entonces llámala ahora mismo! ¿No estás ansiosa por conocer el desenlace de todo esto?

—Por supuesto que la llamaré. Me iré a mi habitación, donde tendré privacidad para hablar con mi madre", respondió, sintiendo la presión de sus amigas. Su temperamento no era el mejor; a menudo se irritaba por cualquier cosa.

—Está bien, te dejaremos hablar con tu madre, pero te esperamos en el campus. ¡Besos!

Sus amigas se despidieron, dándole un respiro que tanto necesitaba. Al entrar en su habitación, miró la pantalla mientras sus pensamientos fluctuaban, recordando las caras de las personas que había conocido. Le resultaba difícil creer que finalmente había tenido la oportunidad de conocer a su padre.

La situación no se desarrolló como Violet había imaginado desde su infancia. Siempre había esperado que su madre finalmente tomara la decisión de contactar a su padre, permitiéndole conocer al hombre que formaba parte de su historia. Aunque Violet amaba profundamente a su madre, no podía evitar sentir el peso de la incertidumbre por no conocer a su padre.

Violet intentó comunicarse con su madre, marcando su número, pero la llamada no fue atendida. Era consciente de que su madre estaba atravesando momentos difíciles en el trabajo y que, de hecho, la estaba llamando durante su horario laboral. Sin embargo, Violet sentía la necesidad urgente de hablar con ella y obtener respuestas sobre su padre.

Violet se encontraba recostada en su cama, intentando comunicarse con su madre a través de múltiples llamadas, pero sin éxito. Sabía que su madre la contactaría por la noche, como era habitual, pero la espera le generaba frustración. Para aprovechar el tiempo, decidió investigar sobre sus supuestos parientes, específicamente la familia Rose. De esta manera, estaría mejor preparada para la conversación que tendría con su madre cuando finalmente la llamara.

Durante su investigación, Violet recopiló información exhaustiva sobre las personas en cuestión, incluyendo fotografías, edades, biografías y su árbol genealógico. De inmediato, tomó su cuaderno de notas y registró los datos que consideró más relevantes, así como la información que su madre le había proporcionado y la versión que Michael le había compartido anteriormente. Además, se dirigió a Instagram para buscar sus perfiles, encontrando algunas cuentas privadas y otras que no estaban disponibles.

Rayla, la madre de Violet, evitaba las redes sociales, argumentando que no aportaban nada positivo y solo exponían su vida privada. Su única herramienta de comunicación con su hija era WhatsApp. En contraste, Michael y su madre mantenían sus cuentas públicas, mientras que el padre de Michael y otros familiares de Violet optaron por configuraciones privadas.

Violet estaba tan concentrada en su búsqueda que no se percató de la hora hasta que su teléfono comenzó a sonar con una llamada de su madre.

—Hola, madre —respondió Violet al contestar, viendo a su madre en la pantalla.

—¿Todo bien? Me has dejado alrededor de diez llamadas perdidas. ¿Te ha sucedido algo? ¿Hay algún problema en la escuela?

— Violet interrumpió el interrogatorio de su madre, quien mostraba preocupación al ver la cantidad de llamadas perdidas que su hija había dejado sin respuesta, sin darse cuenta de que esto solo aumentaba la inquietud de Rayla.

— Estoy bien, no ha pasado nada en la escuela. Solo quería llamarte para conversar.

— No es habitual que me llames tantas veces solo para hablar. No soy ingenua, así que por favor, sé sincera y no me ocultes nada. *Rayla se masajeó las sienes, evidenciando el cansancio en su rostro.

— Quiero saber si me has estado ocultando algo. ¿Hay algo que necesites decirme? ¿Algún detalle que se te haya pasado mencionar en estos días? *Violet observó atentamente el rostro de su madre, con los ojos entrecerrados.

— ¿De qué estás hablando? Tú y yo hablamos todas las noches, donde te cuento sobre mi día y tú me pones al tanto del tuyo. ¿Qué es lo que he ocultado? — respondió Rayla, confundida por las preguntas de su hija.

— ¿Estás segura, madre, de que no se te olvidó decirme algo?

— Violet, lo último que necesito en este momento es jugar a adivinar. Estoy cansada, agotada tanto física como mentalmente. Por favor, explícame de qué estás hablando, porque no tengo ni idea de lo que me preguntas, cariño.

— Bueno, quizás por estar tan agotada se te olvidó mencionar que mi padre y mis abuelos vendrían a verme hoy.

— ¿De qué estás hablando? ¿Cuál padre te fue a visitar? — la expresión de Rayla reflejaba una total confusión.

Un hombre llamado Michael Rose visitó hoy el lugar al que suelo ir después de clases. No solo él estaba presente, sino que también estaban mis supuestos abuelos, Claudia Rose y Alejandro Rouse. ¿No tenías idea de esto, madre? -preguntó Violet.

El rostro de Rayla se llenó de asombro al escuchar lo que su hija le decía. Recordó la carta que le habían entregado, la cual prohibía la salida del país. Se sintió tonta por no haber considerado la posibilidad de que ellos intentaran contactar a Violet. ¿Era eso parte de su plan? Se preguntó a sí misma mientras trataba de procesar toda esa información.

—No, no tenía idea de que ellos intentarían buscarte.

—Pero le dijiste que yo era su hija y ni siquiera tuviste la consideración de consultarlo conmigo primero. ¿Cómo pudiste ocultarme ese detalle? Siempre me has dicho la verdad, así que no me culpes si empiezo a dudar de todo lo que me has contado, especialmente porque la versión que mi padre me ofrece es completamente diferente— expresó con reproche hacia su madre.