Lo mejor que me ha pasado

Charles se encontraba en la habitación del hospital donde Arthur yacía en la cama, recuperándose gradualmente tras haber pasado una semana bajo el riguroso cuidado del personal de enfermería.

—Entonces, cuéntame, ¿qué piensas hacer? ¿Finalmente has decidido si tomarás represalias contra Michael o si, al menos, considerarás presentar una orden de restricción en su contra? Después de su comportamiento irracional, no estás completamente seguro de que no intente un nuevo ataque. Considero que la mejor solución sería recurrir a la ley, para que él asuma las consecuencias de sus acciones y, además, se disculpe por su falta.

Arthur suspiró. —Tú, más que nadie, sabes que él no me pedirá disculpas , ya que en su mente él está en lo correcto. Además, estos días me han servido para reflexionar y he llegado a la conclusión de que lo mejor es dejar las cosas como están. No tengo interés en demandarlo por agresión ni por nada similar. Optaré por la paz, en consideración a todos los años de amistad que hemos compartido, y espero que esta sea la última vez que yo y él tengamos que enfrentar una situación así.

— Eres una persona muy generosa. Si yo estuviera en tu lugar, no habría dejado pasar la situación tan fácilmente; consideraría impartir una lección para que comprenda que no puede actuar a su antojo cada vez que le convenga. Sin embargo, si ya has tomado la decisión de dejarlo así, respetaré tu elección y no volveré a mencionar el tema, ya que eres un adulto y tomas tus propias decisiones.

— Hablando de esto, Félix me ha comentado que está enfrentando muchas dificultades en su trabajo. Está saliendo muy tarde y he escuchado que Michael está buscando personal para su área, lo que genera sospechas de que podría ser despedido pronto o que se le está sugiriendo que tome la decisión de renunciar. Además, con la carga laboral que tiene en la empresa, no le queda tiempo para cuidar de su esposa embarazada, y como sabes, él es muy dedicado a ella. Si llegara a quedarse sin empleo, ¿crees que podrías ayudarlo a encontrar una oportunidad en tu empresa?

— ¿Cómo se te ocurre preguntarme eso? ¿Acaso crees que no le brindaría un espacio en mi empresa? Entiendo que lo que viviste con Michael puede haber sido traumático, pero no todas las personas son como él. No deberías comenzar a dudar de tus amistades solo porque una de ellas resultó ser decepcionante. Te ruego que no vuelvas a hacer preguntas que sugieran que dudarías de mi disposición a ayudar. Además, si Félix está enfrentando problemas, puede unirse a mi empresa de inmediato; siempre estoy dispuesto a apoyar a mis amigos y a las personas cercanas a mí sin dudarlo.

— Lamento mucho lo que he dicho; tienes toda la razón. Te pido disculpas si he expresado alguna duda, y reconozco que todo esto está relacionado con lo que ha sucedido. Prometo que no volverá a ocurrir. Sé que lo que haces lo haces desde el corazón —expresó mientras entrelazaba sus manos con las de Charles.

—No hay inconveniente. Me gustaría informarte que tengo la intención de adquirir una casa más grande, ya que estoy considerando proponerle a Rayla que se mude conmigo. Te menciono esto porque soy consciente de que te encuentras solo y no tienes a nadie que te brinde apoyo tras tu alta médica. Sería un placer que vinieras a pasar tu recuperación con nosotros; estoy seguro de que a Rayla no le incomodaría y no estarías solo.

—Me siento halagado por tu propuesta, sin embargo, mi madre siempre decía que en casa de casados es preferible no invadir y, mucho menos, convertirse en un mal tercio. Estoy convencido de que no causaría incomodidad, pero es su hogar y su privacidad, y no desearía invadir su intimidad. Además, tengo la intención de contratar a una enfermera competente que se encargue de mi cuidado de manera adecuada — comentó con un tono jocoso mientras movía las cejas.

—Me sentiría mucho más tranquilo si decides proceder de esa manera. Te sugiero que busques a alguien que realmente trabaje por vocación y que pueda brindarte la atención que mereces. Quién sabe, tal vez esa persona sea la indicada— comentó mientras se levantaba de su asiento, indicando su intención de marcharse.

—Espera, antes de que te vayas— interrumpió Arthur, tomando una pausa y respirando profundamente. —Sé que posees un gran corazón, y por ello siento la necesidad de advertirte. Estoy al tanto de tus sentimientos hacia Rayla, pero ¿no crees que adquirir una casa para vivir juntos es un paso demasiado apresurado? No quiero que te molestes por esto; eres mi amigo y deseo lo mejor para ti.

—Entiendo su perspectiva, sin embargo, no tiene el mismo conocimiento de Rayla que poseo yo. Estoy dispuesto a respaldar con firmeza mi afirmación de que la relación que mantengo con Rayla es completamente sincera y que ella no alberga ninguna malicia hacia mí. No se trata únicamente de mi amor por ella; tengo la capacidad de discernir cuando algo es genuino y cuando no lo es. Le pido que confíe en mí, amigo. Tendrá la oportunidad de conocerla y comprobar por sí mismo lo que afirmo. Por ahora, le deseo una pronta recuperación.

…

Charles llegó a la residencia de Rayla pocas horas después de salir del hospital. Al ingresar con la copia de la llave que Rayla le había proporcionado, se encontró con ella sentada en el balcón, sosteniendo su teléfono. Al acercarse lentamente, se percató de que ella estaba conversando por videollamada con su hija. Sin darle mayor importancia, se acercó y le dio un beso en la frente antes de sentarse frente a ella.

Violet había presenciado aquella escena y, tras un leve giro de ojos, expresó: —No puede imaginar lo emocionada que estoy. ¡Faltan menos de dos semanas para mi viaje! Lo más emocionante es que mi travesía comenzará el mismo día en que finalizan mis clases. Mi padre me ha informado que vendrá a recogerme a la escuela y, desde allí, nos dirigiremos a… -sonido de tambores- Australia— comentó con una amplia sonrisa en su rostro.