JungSuk
Por primera vez en mi vida vi está casa vacía, sin ningún mueble o adorno de mi madre. Un poco de nostalgia combinada con los recuerdos míos y de mi hermano mientras jugábamos por toda la casa, aventándonos almohadas, golpeándonos por los juguetes e incluso discutiendo por tonterías como quien era mejor si Batman o Superman, todo eso abundó en mi mente, causando a que no pudiera evitar soltar unas lágrimas mientras empacaba todas las cosas que había dentro de mí habitación.
Mi madre, padre y hermano también empacaron todo lo que había en sus habitaciones y, de igual manera, en toda la casa.
Todo estaba guardado y acomodado en cajas cerca de la puerta, todo listo para que mi familia y yo nos vayamos de Sur Corea a México; sin embargo, tengo que admitir que aceptar todo este cambio fue difícil y sorpresivo.
Todo comenzó hace menos de dos meses cuando mi padre llegó contento a casa porque él había recibido un ascenso en su trabajo, ahora era el director de una de las escuelas de idiomas, hasta ahí todo estaba bien ya que eran varias escuelas dentro de Corea, aunque el único inconveniente que tenía era que la escuela de la que se había convertido director estaba del otro lado del mundo, mas preciso en México. El país donde había nacido, crecido y vivido mi madre antes de que viniera a Corea del Sur para estudiar idiomas donde conoció a mi padre, aunque hay que admitir que papá es algunos años más que mamá para ser honesto son cinco años más.
Puedo decir que la historia de nuestra familia comenzó cuando mi padre ya era maestro en la facultad de idiomas mientras que mi madre estaba estudiando su último año; sin embargo, él desde el primer momento que la vio se enamoró de ella. Su singularidad al hablar, su gran sonrisa, igualmente la manera tan animada y alegre en la que hacía las cosas, fueron lo que lo enamoraron, eso según lo que mi padre nos contó a mi y a mi hermano. También, dijo que esperó un año antes de confesarle sus sentimientos, aunque ya tenían citas a escondidas para que nadie los descubriera.
Después se casaron y nació mi hermano Daehyun, quien es tres años mayor que yo, ahora estudiante de gastronomía con 21 años mientras que yo estudiaré veterinaria.
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La noche cayó completamente desde hace un par de horas, las cuales mi familia y yo pasamos en el aeropuerto, el tiempo se hizo largo en la sala de espera, pero la emoción de conocer México me impidió que me relajara teniéndome atento a la hora que marcaba mi teléfono.
Nunca antes había visitado México, solo lo conozco por videos y fotos que mi madre me mostraba cuando era niño, pero solo ella ha regresado una vez y eso fue cuando mi abuela (su madre) murió, sin embargo ella no tiene hermanos por eso no ha vuelto a visitar México.
Un altavoz sonó diciendo que los pasajeros del vuelo 205 teníamos que comenzar a subir a bordo del avión, mi madre miró a mi padre con alegría, por otro lado, mi padre le respondió con una sonrisa cálida, eso me hizo sonreír un poco más porque ellos son la pareja más linda que mis ojos jamás vieron.
Dirigí mi mirada a Daehyun quien estaba recostado sobre una de las sillas a mi lado durmiendo plácidamente. Él estaba cansado de empacar y mover las cosas a la antigua casa de mi abuela, la madre de mi padre. Su ceño se encontraba ligeramente fruncido como siempre, en sí el es muy gruñón desde que la pubertad le llegó; sin embargo, ese aura misteriosa que él tiene es lo que hace que muchas chicas se sientan atraídas por él. Aunque son solo apariencias porque él no está frío como parece, él es más cálido con quien se siente en confianza.
Él es lo opuesto a mi siempre mantiene una mirada indiferente cuando estamos fuera de casa, mientras que yo siempre ando feliz de la vida y sin miedo de lo que venga. Además, su altura y complexión un poco musculosa no le ayudan a parecer una persona más cálida, lo contrario a mi aunque soy alto no soy musculoso porque me cuesta ganar peso, supongo que eso lo heredé de mi padre.
Porque mamá es más bajita que papá quien también es tan alto como Daehyun y yo, ella es alguien alegre, menos introvertida que papá, más cálida que él, e incluso más amorosa. No digo que mi padre nunca lo haya sido, pero siento de una manera más fuerte el amor de mamá, sé que ambos me amán, pero mamá es más cálida siempre con esa sonrisa hermosa y esa gran paciencia.
Volteé mi mirada a mamá y papá quienes estaban caminando de la mano para subir al avión y reaccioné qué tenía que despertar a Daehyun quien está babeando un poco. Traté de no reírme para que no se molestará, sin embargo no notó mis pequeñas risas por lo dormido que estaba, pero tampoco me hizo caso. Después de mil intentos en despertarlo, opté por decirle que se quedaría solo en Corea si no se levantaba ahora, ahí fue cuando me hizo caso, él no le gusta la soledad.
Él se asimila a un gato mimado.
Traté de contener la risa al verlo despertar sin poder abrir los ojos del todo, con baba seca en una de sus mejillas y con su cabello negro un poco despeinado.
Al principio me hizo gracia, hasta que recordé que la última vez que lo vi así fue hace algunos años, cuando él y yo éramos más niños, y dormíamos en la misma habitación. Eso hasta que él cumplió trece y quiso su privacidad, yo lo acepté, pero me dolió.
Sin embargo cuando crecí lo entendí, porque el crecer te hace querer independencia.
Él creció demasiado, pero me alegro. Ahora es más ordenado que cuando era más joven, porque mamá ya no le limpia la habitación, también comenzó a preocuparse por su apariencia, esa es la razón por la que casi no lo veía así, generalmente cuando yo me despertaba él ya había regresado de hacer ejercicio.
Corrimos para abordar el avión, después ya dentro pasaron unos minutos para que despegara, la emoción tan presente en mi me hizo suspirar, lleno de esperanzas y expectativas, estaba a punto de conocer un nuevo lugar, pero se sentía como si comenzara a conocer un nuevo universo lleno de diferencias comparado con en el que antes vivía.