Capítulo 41: Otra vez

Tras pedir algo para comer, pues era parte del servicio, comer cuanto se quisiera, nos sirvieron y comenzó el relato, desde el otro lado de la mesa, por debajo de esta Marcela tomó mi mano que estaba a mi izquierda.

• Esto es lo que ocurre - comentó.

“Nuestro bisabuelo llegó desde alemania en mil novecientos cincuenta, tras la segunda guerra mundial, fue todo un problema haber pasado por todo eso, a lo que explicó a mi padre, pues llegaron con una pequeña fortuna obtenida por sus antepasados, estuvieron en el partido Nacional Socialista, pero por hacer algunos favores de espionaje, logró sacarse alguna condena, obtuvo reconocimiento y luego huyó del país para evitar problemas, siendo aquellos cinco años, muy complicados para él, incluso con protección y su estatus social.

Al llegar aquí, comenzaron a trabajar, haciendo una pequeña empresa industrial química, aprovechando los conocimientos de armas usadas en la guerra, usaron para fabricar productos no perjudiciales. Luego de eso al crecer a grandes pasos a finales de los setenta, se hizo negocio con otra empresa extranjera, de estados unidos, para mi abuelo esto fue una gran noticia, pues estando en un país tan pequeño, que se fijaran, fue increíble, luego de esta unión se formó la actual BioTechRen, convirtiéndose en la tercera planta a nivel mundial, así mi abuelo se retiró y mi padre tomó su lugar como parte del comité y cuando él termine su periodo me tocará a mi.

Aquí es cuando comienzan los problemas, mi hermana Paula es mayor que yo, pero nuestro padre no quiso que ella tomará tal puesto, entre que era mujer e inestable mentalmente, por lo cual a mi me educó para eso, llegado los veintitrés, nos repartió parte de su herencia para así formar nuestra vida, yo me negué a recibir tal dinero, lo guardé en el banco, pero nunca lo usé, pues quise crecer con mi amada esposa.
Paula al recibir el dinero se le subió por las nubes el ego y no acepta a nadie aunque sean buenas personas, pues cree que todos quieren sus bienes, desea toda la herencia de mi padre, pero lo que me desagrada, es que desea que use mis recursos a su manera, por eso mismo ha molestado a Brenda, por lo cual he tenido problemas, pues dice que es inferior, la inferior mental es ella, será mi hermana, pero no toleraré sus estupideces.

¿Qué les pareció el relato niños?”.

Quedé asombrado al saber su historia, tan interesante, pude conocer más quien era el padre de mi novia y su vida a la rápida, con eso muestra que ha pasado por bastante en sus orígenes, me alegro que hayan llegado hasta aquí, pues si no, no conozco a Marcela.

• Pues que es sorprendente - exclamé - como desde un conflicto mundial, a pasar a crear una fábrica de químicos, para subir a una multinacional.

Marcela miraba pensativa.

• Algo recordaba de la historia - comentó - pero solo es eso.
• Eso ocurre porque vives en las nubes mi niña - respondió su papá - eres muy distraída, te hablaba, pero no eras capaz de mantener la atención.

Ella contestó con una risa mostrando sus dientes y cerrando los ojos, lo cual le dió un toque muy tierno a su expresión.

• Es como tu, querido - dijo la mamá - se distrae con facilidad y no siempre toman en cuenta a los demás.

Luego recordé lo que me dijo de mis estudios.

• ¿Por qué me ofreció estudiar su misma carrera? - exclamé intrigado.

Me miró y sonrió.

• Puedo ver algo entre ustedes dos - comentó - un cariño muy grande e intenso, la última vez que vi algo así, fue entre mi esposa y yo. Se que a futuro seguirán juntos, por lo cual si es así, me gustaría conocer a mi futuro sucesor.
• ¿No debería ser su hija? - exclamé.
• No, porque ella es mujer - respondió riendo.

Me atraganté con el vaso de chocolate.

• Ay Bruno cómo es eso - dijo la madre molesta.
• Papá, ¿qué quieres decir con eso? - comentó Marcela.
• No, nada, solo bromeo - exclamó calmando su risa - es solo que a ella no le interesa la química, por lo cual si no hubiera sido ella, tendría que ser su esposo  o sino, su futuro hijo, mientras esperamos con alguien que suplante.
• ¿Esposo, hijo? - dijo Marcela sonriendo ensoñada - papá, cómo puede decir esas cosas tan abruptas.
• Lo mismo digo yo - exclamó la mamá a regañadiente - no deberías pensar en eso, sólo tienen doce años, no metas a los niños en tus.. ehm, tus extrañas fantasías.
• Pero mi amor, me haces quedar como un raro - exclamó extrañado - o incluso un depravado, digo solo esto a futuro, pues no me extrañaría que ellos dos, fueran como nosotros y tienen mi aprobación.
• Ajam, espero que sea así - exclamó - también tienen mi bendición, pero no hablo de esa manera siendo niños..
• Siempre he deseado tener una familia grande y tu siempre lo has sabido - respondió - pero ya sabes, mi hermanita nunca fuimos muy unidos y nosotros por trabajo, no hemos podido tener otro hijo.
• Tienes razón querido - exclamó - aun así, evita hablar de esa forma, es rara.
• Si, tienes razón, ahora que lo pienso no se dió a entender bien - respondió - aunque siendo sinceros, a la niña no parece molestarla.

Al volver la vista a mi novia, ella miraba soñadora mente al cielo.

• La Ves, parece feliz estando en las nubes - exclamó - un motivo para que se esfuerce a futuro.
• La niña pasa en las nubes soñando - comentó la mamá suspirando - vive fuera del planeta, solo le diste combustible para que viaje más lejos aún.

Estaba a mi lado, sonriendo tiernamente, acaricié su mejilla con el reverso de la mano, a lo cual ella pestañeo, me miró y sonrió felizmente.

• Lo siento, estaba pensando un poco - exclamó - fue un lindo sueño.
• Me doy cuenta - respondí.

En un momento, tras continuar conversando, el celular del señor Bruno sonó, se apartó un momento para contestar, no se veía muy contento. A lo lejos se pudo observar como este alegaba por teléfono muy modesto.

• Aló, qué ocurre - exclamó - estoy de vacaciones, no deberían llamarme.