Capitulo 8

No puede ser que él esté aquí yo pensaba que seguía en Alemania, parpadeo varias veces porque no lo creo no sé si él es real Arón no debería estar aquí, veo que pasa por mi lado y un frío recorre todo mi cuerpo al recordar todo lo que pase con él.

- Ya suéltame Arón, te lo suplico

- Que te pasa Alva, eres igual que todas déjame hacer lo que yo quiera con vos, no es la primera vez que lo hago

- Arón no te das cuenta lo enfermo que estás, si no te largas de aquí ahora mismo te voy a denunciar, te voy a denunciar por violación pedazo de animal

(le digo con mi voz temblorosa y al mismo tiempo muy segura)

- Quien crees que te va a creer nadie ni tus padres no seas terca Alva, yo nunca te viole tú me provocaste

Le pego una cachetada para ver si así le regresan las neuronas que ha perdido. Pero lo único que recibo por parte de él son puros golpes e insultos, por suerte yo me temía que esto podía llegar a pasar así que he puesto una cámara en mi cuarto para grabar toda la reacción de él y tener pruebas para poder denunciarlo.

Logré que se fuera, aunque con varios moretones en mi cara.

Mensaje de texto:

- Mira Arón, está es la prueba que tengo o te largas de mi puta vida o te denuncio me entiendes y si lo puedo hacer hasta puedo hacer que te pudras en la cárcel tengo suficiente dinero para fundirte hay

Le envíe el video donde sale que él me está pegando e insultando, mientras le escribía yo estaba temblando andaba con los nervios de punta, pero está es mi única salida para poder liberarme de él.

No volví a saber nada de él después del mensaje que yo le mande, al fin pude dormir tranquila y sentirme un poco segura, aunque siempre he tenido ese miedo de que vuelva aparecer en mi vida y que me vuelva hacer daño.

Hasta hoy que lo vi o eso creo porque cuando regresé haber atrás para confirmar si era él no había nadie, todo esto se me hacía muy extraño trate de no darle mucha importancia para no alterarme tanto de lo que ya estaba.

Escucho un ruido en la puerta de mi oficina alzo la mirada y era Alberto.

- Alva que bien que te veo, hoy puedes salir más temprano ya que tengo una junta y no voy a poder atender a más pacientes. Te puedes retirar no hay problema

- Gracias Alberto por avisarme, me pondré en contacto con sus pacientes para reagendar las citas y de ahí me iré.

- Perfecto nos vemos entonces

- Hasta luego

Sonrío hasta no más poder, genial me va a dar tiempo en poder arreglarme para mi cita con Hugo, estoy un poco nerviosa porque no sé cómo sentirme y cómo comportarme cuando estoy con él, trato de despegar esos pensamientos para acabar rápido el trabajo le llamo a Luca para que me venga a recoger lo antes posible.

He acabado todo a tiempo, Luca me ha enviado un mensaje diciendo que estaba esperándome afuera así que decido cerrar el despacho con llave y me dispongo a salir del hospital mientras salía del hospital me sentía rara sentía una sensación de ser vista, regresé a ver atrás mío varias veces, pero no vi a nadie, pero aun así me sentía como si me persiguieran, traté de olvidarme y seguir hacía el coche.

- Hola Luca ¿Qué tal todo?

- Buenas tardes, señorita todo bien ¿usted?

- Ha sido un día de locos, pero bueno así toca, una duda ¿A lo que salía viste a alguien atrás mío?

- No señorita no había nadie ¿todo bien?

- Si si olvídalo, no importa

Definitivamente me estoy volviendo loca ahora si he entrado en duda seré yo o si lo vi de verdad, entre un montón de pensamientos no me doy cuenta de que ya hemos llegado a casa, le doy las gracias a Luca por irme a ver y voy directo a mi cuarto necesito relajarme un poco antes de salir con Hugo, así que decido prender mi bañera, pongo buena música, prendo unas cuantas velas y espero a que la tina se llene para poderme meter.

Empecé a bailar para despegar un poco mi mente, aunque no era muy buena bailarina para nada, me gusta mucho bailar en medio baile escucho que me llegó un mensaje a mi celular me acerco a ver y era un mensaje de Hugo inconscientemente me ha salido una sonrisa al ver la notificación.

Mensaje de texto:

- Hola luz espero que ya mismo estés lista para hoy

- Alva, me llamo Alva un millón de veces

- Alva un millón de veces ¿lista para hoy?

- Si, te marco cuando ya esté lista, ok

- Chau Alva un millón de veces

Me empiezo a reír por lo que me ha puesto y doy gracias por haberlo encontrado, es tan lindo conmigo y sin que él lo sepa me hace olvidar de toda mi mala suerte.

Me meto a mi bañera se siente tan bien sentir el agua tibia en mi piel, es como estar entre las nubes y ser acariciada por suaves pétalos de rosas, me quedo hay un buen rato pensando en la nada, sintiendo un poco de paz mental y lo agradezco ya que eso es lo que menos tengo.

Mientras tarareaba mi canción favorita veo hacia la ventana de mi baño y me doy cuenta de que ya se estaba oscureciendo el cielo, de tanta paz me he olvidado por completo de mi cita con Hugo.

Salgo a toda prisa de la bañera, me seco mi cuerpo y busco que ponerme, no me cargo de tanta ropa a última moda, creo que no soy muy buena eligiendo ropa. Mientras busco que ponerme llevo una toalla enredada en mi cabeza para lograr que se seque lo más rápido posible mi cabello. Recuerdo que Hugo me había dicho que me ponga algo medio elegante, decido por ponerme un hermoso vestido de color celeste pastel con estampados de rosas negras su corte era en V lo bueno es que enseñaba un poco de mi pero no tanto y eso lo agradezco uno por mis cicatrices y dos porque creo que si no muestro tanto de mí los hombres me dejaran de sexualizar y lo otro bueno de mi vestido es que era holgado caía en varias capas, como joyería decidí colocarme una correa de color negro unos lindos aretes no muy llamativos al igual que mi collar, pulseras y anillos. Y por último me decidí en colocarme unos tenis de color blanco ni de chiste iba a utilizar unos tacones prefiero ponerme tenis antes que tener mil caídas y un pie hinchado antes de que se acabe la noche.