Era la segunda vez en el mismo día que me volvía a pasar. Otra vez, el tiempo se había vuelto a parar. Mientras observaba sus ojos, él me miró. Y yo... yo simplemente le contesté con un suspiro.
La sensación de sus miradas era tan penetrante como tener unos parlantes en cada uno de mis oídos. Escuchaba tan fuerte los latidos de mi corazón.
"Hey!!, hija, saluda. ¿O acaso has visto un fantasma?.
"Eh... no. Eh... hola, Becke, qué alegría verte de nuevo. desde la última vez que te vi; éramos aún unos niños..
"Venn...!!! ¿O no piensas darme un abrazo?.
Mis mejillas se enrojecieron, y sin pensarlo, me abalancé hacia él. Me estreché entre sus brazos; mi cuerpo estaba envuelto junto al suyo, y joder, era la sensación más extraña que mi espalda había sentido. Mis piernas se entumecieron, y mi cerebro... estaba chispeando juegos artificiales. Juraría que si hubiera visto mis ojos, mis pupilas estarían dilatadas.
"¿Qué pasa, chiquita? Tanto tiempo... Un recuerdo cada cumpleaños, era el más feliz de que estuvieras allí. Pero simplemente un día dejaste de ir, y no volví a saber de ti. Tenemos tanto de qué hablar... ¿Vas de salida?.
"Sí.... Mamá me miró, y nos hizo seña de que papá estaba llegando.
"Eh... ¿Te parece si me acompañas? Y si mejor, cuando vuelvas, hablamos.
"Ok, dale, pero no sé si mi madre quiere acompañarnos a tu casa.
"Sabes que mis papás son muy quisquillosos.
"Señora Irma...
"Afff... está bien, yo la llevaré. Así se ponen al día de todos estos años."
"Siii...!! Bueno, apúrate, llegarás tarde.
"Mamá fue al coche; yo le di un beso en la mejilla para despedirme y salí corriendo... Bueno, intenté, pero me tomó de la mano y me susurró en el oído: 'No esperaba el momento de volver a verte, y más aún, que vi espiando por la ventana a cada instante. Miré sus ojos y me pregunté en ese instante qué sentiría besar sus labios'. Solo escuché el sonido de una tos; era mi padre.
"Mira quién tenemos aquí, al niño Beck. Bueno, ya todo un joven.
"Papá... Estaba emparalizada; ese momento era como estar en el congelador de mi casa.
"Señor, tanto tiempo. Mírate, muchacho, cómo has crecido.
"¿Cómo están tus padres?
"Bien, bien... ¿Cómo ha estado usted?"
"Bueno, papá, me tengo que ir. Besos. Nos vemos, Beck.
"Nos vemos, Luna.
Me monté al coche, y mamá me preguntó: ¿Qué hubiera sucedido si papá no hubiera llegado en ese instante?.
La quedé observando, y solo le dije: "¿Cómo se siente el amor?.