Prefacio

En las profundidades de cada corazón humano, existe un espacio oscuro donde la fe y el deseo se encuentran, donde lo que creemos que sabemos sobre el amor y la moral se desvanece frente a lo que realmente sentimos. En una ciudad de tradiciones arraigadas y comunidades vibrantes, dos almas caminan en caminos paralelos, convencidos de que sus destinos están sellados, hasta que el destino decide intervenir.

Cada uno, a su manera, lleva una carga: uno, un joven lleno de promesas y sacrificios, llamado a servir a los demás, pero marcado por la soledad que acompaña el llamado divino; el otro, una joven cuya vida ha sido tejida entre las enseñanzas de la iglesia, pero cuyo corazón late por algo que no puede entender completamente. Ambos creen que sus mundos son distintos, gobernados por reglas que deben seguir sin cuestionar. Sin embargo, la vida tiene una forma curiosa de hacer que el ser humano se enfrente a lo que teme y desea en el mismo instante.

Lo que podría haberse quedado en una simple interacción, una colaboración para el bien común, comienza a desbordar los límites establecidos. Y con cada paso que dan, los muros que los separan de lo prohibido se van debilitando, hasta que la línea entre el deber y el deseo comienza a desdibujarse.

No hay respuestas fáciles, no hay caminos sencillos cuando los sentimientos surgen sin ser llamados. Y así, mientras el peso de lo correcto y lo errado se hace cada vez más pesado, ellos se ven obligados a decidir: ¿Seguirán el camino que les ha sido trazado, o se entregarán al riesgo de lo prohibido, dispuestos a perder todo lo que alguna vez creyeron que tenían?

Es en ese punto donde se define la verdadera naturaleza del amor, y donde, quizás, el sacrificio más grande sea el de enfrentarse a la verdad de lo que sus corazones guardan en silencio.