El silencio en la habitación era insoportable y la información recién recibida era difícil de procesar.
—Quedé mal herido —continuó Andreas—, estaba al borde de la muerte y lo último que recuerdo es ver a Cleissy peleando contra su hija. Desperté un mes después aquí en el castillo y lo primero que vi fue el rostro de la mujer que me había salvado.
Con una sonrisa tímida, Dáire apretó la mano de Andreas.
—No se suponía que yo debía estar aquí, pero como aprendiz de los traitanes acompañé a Nmkeé, quien había sido llamada para ayudar. Cleissy la conocía, fue gracias a eso que pudieron poner a las familias fundadoras sobre aviso, mientras nosotras distraeríamos a Cinnia. Sin embargo, ella ya era muy poderosa y terminamos bajo su magia. Solo pudimos llegar hasta donde estaba Andreas cuando ambas habían desaparecido.
» Quise curarlo, no podía dejarlo morir, así que le pedí a Nmkeé que hiciera algo por él, entonces me dijo que le quedaba poco tiempo pues su alma aún no terminaba de desprenderse, no supe lo que significaba hasta después.
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