En Los Ojos De La Bestia [completa]

❧| XI - INÉDITO

Oportunidades.

Nuevo Periodo

Ciclo 1 – Etapa 3

Pasado. Octubre, 2000.

 

Después de que Cleissy se pusiera en contacto con ella, Nmkeé partió de inmediato hasta el pueblo de Wolfscastle, llevando con ella a una de sus mejores aprendices, una joven traitan del clan Wjkêt17 de la isla Wanakhee. A su llegada no esperaba encontrarse con tantas dificultades y de inmediato junto a los representantes de las familias fundadoras Cadwallader, Dankworth, Relish y Cleissy trazaron un plan para poder cuidar de Andreas y después enfrentarse a Cinnia.

El día llegó, Nmkeé y Dáire salieron del castillo, se dirigieron hasta el bosque donde con un hechizo simple llamarían a Cinnia hasta ellas como si fuera su madre, en un inicio Nmkeé lo consiguieron, le había dado a Cleissy el tiempo suficiente para ir en busca de Andreas, pero Cinnia no tardó en darse cuenta, furiosa por haber caído en la trampa, atrapó a las mujeres en un laberinto sin salida mientras ella iba en busca de su verdadera madre.

Nmkeé y Dáire tardaron en deshacer el hechizo para ir hasta donde había estado Cleissy, pero cuando llegaron no había nada de lo que esperaban, como un gran enfrentamiento entre madre e hija, solo un gran árbol donde debajo se encontraba tirado un hombre. Andreas que había sido herido de gravedad por Cinnia.

Dáire corrió hasta el hombre, preocupada revisó sus signos vitales, pero apenas eran notables, se le dificultaba respirar, había sangre cubriendo el suelo. Ella quiso curarlo, solo que cada intento fue en vano, al igual que los de Nmkeé.

—Usaron una magia muy poderosa en su contra, ninguna de nosotras puede hacer mucho por él —Nmkeé intentó alejarla, pero Dáire no podía apartar su mirada del hombre y hacerle caso a la bruja.

Algo dentro de ella le decía que no debía rendirse, que necesitaba salvarlo de una forma u otra.

—Nmkeé, tienes que hacer algo, por favor.

Nunca había visto a la chica tan abatida, pero lo que la hizo intervenir fue que en cuanto la chica tomó la mano del joven y lo vio soltando un suspiro de tranquilidad, pensó solo un segundo, antes de decir:

—Podría haber una forma, pero muy pocas veces ha funcionado. Ayúdame a llevarlo de vuelta al castillo, le queda poco tiempo. Su alma aún no termina de desprenderse y necesito que tu continues hablándole.

Dáire no tenía idea de porque le había pedido eso, pero aun así no la cuestionó. Pronto llegaron al castillo, donde fueron recibidas por un amigo de los Cadwallader, Angus, quien ayudó a llevar a Andreas hacia una de las habitaciones.

—Este es el chico del que Cleissy les habló —explicó Nmkeé a los presentes.

—Pero ¿qué ha pasado, en dónde está ella? —preguntó Keyna Cadwallader mientras Dáire lo acomodaba en la cama.

—No lo sabemos, cuando llegamos solo estaba él. Ningún rastro de Cinnia o Cleissy.

—¡Se los dije! Esas mujeres son traicioneras —gritaba Hervé Relish. Con un solo movimiento de su mano Nmkeé le cerró la boca haciendo que los demás quisieran reír.

—Si logramos salvarlo, él nos lo dirá.

De forma seria Dianus Dankworth preguntó:

—¿Cómo planea hacerlo?

—La verdadera pregunta no es cómo sino ¿podré? —Nmkeé le quitó la camisa y al unísono se escucharon jadeos—. Está peor de lo que imaginé, la bestia también lo ha atacado.

—¿Q-qué clase de bestia? —Preguntó un hombre del consejo que había acudido ante la emergencia.

—La misma encargada de las desapariciones. —Respondió sin dudar el alcalde Dankworth.

—No es una cualquiera. —La bruja pasó su mano por encima de las heridas de Andreas—. La bestia aulladora.

La habitación se quedó en silencio, hasta el valiente Hervé que seguía quejándose con la boca sellada se quedó quieto.

—¿La leyenda es cierta? —Preguntó Cardew, el esposo de Keyna.

—Personas como tú existen, por supuesto que la leyenda es cierta —respondió Nmkeé—. El veneno es mortal, pero sigue vivo por una razón —Miró de reojo a Dáire—, espero que la diosa luna pueda ayudarnos.

Sorprendida Keyna dijo:

—¿Crees que lo hará?

—Cleissy era de sus más fieles servidoras y una heredera que de nuevo ha logrado salvar este mundo, sin importar lo que crea ese cazador —Señaló con desprecio a Hervé—.  Andreas era su protegido, la diosa no permitirá que nada le ocurra, sobre todo si tiene un futuro esperanzador.

» Ahora solo necesitamos esperar que llegue la noche.

—¿No será demasiado tarde? —preguntó preocupada Dáire.

—Esperemos que no.

En la estancia esperaron durante el resto del día, nadie se movió del castillo, estaban ansiosos por lo que ocurriría en cuanto la luna saliera, hasta Hervé que, aunque se había quedado solo por beneficio propio, la espera lo tenía de nervios.

Finalmente, Nmkeé preparó lo que se necesitaría para el ritual y en cuanto la luna alcanzó su punto máximo iniciaron. Traer a la vida a un muerto va en contra de la naturaleza, a menos que su alma no haya abandonado su cuerpo y tengas el poder y el apoyo de uno de los dioses para hacerlo. La mujer se aseguró de que Andreas siguiera conservando parte de su alma, que gracias a Dáire no se había desprendido en su totalidad, porque Nmkeé sabía algo que los demás ignoraban y más pronto de lo que esperaban lo sabrían.




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