En manos de la bestia

Reclamos del corazón.

 

Mi corazón seguiría inconforme hasta que no hablara con el jefe de mi clan, la frustración crecía dentro de mí ¿Cómo era posible que para hablar con mi propio padre tuviera que esconderme? ¿interceptarlo por que de otra forma no puedo comunicarme con él? Eso es algo que nunca entenderé.

—Linéa quita esa cara, pareciera que quieres quitar a Irsa de ahí y ponerte en su lugar. —le dijo Irina golpeándola ligeramente con el codo, ambas se encontraban apartadas disfrutando de la fogata, mientras bebían cerveza.

—Es lo que quiero, no puedo dejar de pensar que yo debería estar ahí, debería alegarme por ella, al fin y al cabo, fue mi padre quien me robó mi lugar. —exclamó Linéa mirando fijamente a las Valkirias que estaban celebrando a la recién llegada.

—Ya deja eso, de seguro alguno de nuestros diez hijos heredarán la flor de acónito y estaremos bien.

—¿Nuestros diez hijos? —le preguntó Linéa su hermana extrañada.

—Si, tendremos un hijo de cada guerrero de las cinco casas, si me voy a quedar como pilar de la familia por lo menos que me dejen disfrutar de los cinco hombres. —expresó Irina mientras terminaba su cerveza.

—¿Cómo puedes jugar con algo así? —la regañó Linéa avergonzada, yo no quiero imaginarme esas cosas, es vergonzoso.

—¿Te vas a tomar esa cerveza? —le preguntó Irina arrebatándosela de las manos.

—No me gusta la cerveza, la agarre solo para convivir.

—¿Piensas verte interesante bebiendo alcohol? ¡pff! Jajaja.

—No te rías de mí, no estoy de humor.

—Oye hermanita, veo que eres muy reservada, ya que estamos en confianza dime algo ¿eres virgen verdad?

Linéa comenzó ahogarse con su saliva y sentía la cara muy caliente, parecía un tomate, su hermana comenzó a reírse de ella y la abrazó del cuello ya estaba algo alegre por el alcohol.

—¿Tu no? —le preguntó Linéa asustada.

—No. —le respondió susurrándole al oído.

—¿Por qué no me lo dijiste? ¿Cuándo? ¿con quién? ¿estas bien? ¿te dolió?

—Tranquila, nadie me robó el alma, simplemente quise que fuera con alguien especial, alguien que yo eligiera, no quería que mi primera vez fuera con alguien elegido por nuestro padre, hubiese odiado que algo tan especial me fuese arrebatado por un extraño.

La cara de Irina cambio de tener una expresión alegre, a una de profunda tristeza, se sentía atrapada en una telaraña de la que no podría escapar fácilmente.

—¿Lo hiciste con el chico que amas? —le preguntó Linéa mientras ponía su cabello detrás de la oreja de su hermana.

—Si, fue maravilloso, deberías conocerlo algún día.

—¿Cómo se llama?

—Sebastián, vamos en la misma clase, hemos salido durante seis meses, pero ahora tendré que terminar con él, no volveré a verlo nunca más. —Las lagrimas corrieron por las mejillas de Irina y un nudo en la garganta se le formó a Linéa y la abrazó con ternura y mientras la tenía entre sus brazos le dijo con dulzura.

—No lo harás, serás feliz con el hombre que tu elijas, te prometo que no dejaré que mi padre decida nuestro futuro, hablaré con él, lo prometo.

La celebración duró toda la noche, al final Irina se quedó dormida pues había bebido mucho y Linéa terminó llevándola a su habitación.

—Descansa hermanita. —Linéa le dio un beso en la frente y la arropó, ya casi se acercaba la hora en la que debía encontrarse con su padre y se dirigió a los jardines donde él rezaba, se ocultó entre los arbustos y cuando su padre se inclinó para dar las gracias, Linéa le salio al encuentro.

—Padre.

—¿Linéa? ¿Qué haces aquí? Deberías estar dormida, regresa a tu habitación, este es un lugar sagrado y no deberías estar aquí. —le dijo su padre con total seriedad y se dispuso a continuar con el rezo.

—No me iré hasta que me escuches.

—Te di una orden obedécela, no tengo tiempo de hablar contigo.

—Estoy harta de esto, eres mi padre y mira lo que tengo que hacer para acercarme a ti, me escabullo como una ladrona en medio de la madrugada para poder hablar contigo ¿te es tan difícil dedicarme unos minutos? —expresó Linéa con un nudo en la garganta.

—Se perfectamente lo que quieres decirme, estás llena de reclamos, eres insolente y desobediente ¿quieres que me siente a escuchar todas tus quejas? —El padre de Linéa he Irina era alto y bien parecido, fornido y su voz era grave y profunda, intimidante y de una gran seriedad.

—¿Quejas? ¿crees que pedirte explicaciones por haber decidido injustamente nuestro futuro son quejas? Eres tan insensible… —Linéa estaba perdiendo la paciencia y se alteraba cada vez más, pues se sentía frustrada.

—Cuida tus palabras Linéa, se te olvida que delante de ti esta el jefe de tu clan. —exclamó Noren su padre mirándola fijamente.

—¡Eso me queda muy claro! ¿pero donde esta mi padre?

—Linéa…. —Noren también se encontraba indispuesto para hablar de este tema y también estaba perdiendo la paciencia.

—Me dejaste de lado a pesar de que sobresalí en mis entrenamientos, fui la mejor de la academia y nunca hubo queja de mí, soy buena en el combate cuerpo a cuerpo, uso a la perfección todas las armas, fui excelente y aun así me descartaste ¡era mi derecho ser una valquiria! Pero preferiste a Irsa antes que a mí ¿alguna vez fuiste a mis entrenamientos? ¿te diste el tiempo para ver por ti mismo mi desempeño? Si esta hubiese sido una decisión justa, no protestaría, aceptaría callada tu decisión, pero me condenaste a vivir como la esposa sumisa de quien sabe quien y me condenaste a parir hijos aun si eso era algo que no quería.

—¡Te estoy dando la oportunidad de vivir! ¡a ti y a tu hermana! Lo mejor es que vivan como pilares de su hogar, no menosprecies la honra de criar guerreros para nuestro clan.

—¡Nosotras no queremos eso! ¿Acaso le has preguntado a Irina si es feliz con la decisión que tomaste? Ella es capas de ser una guerrera al igual que yo, pero prefiere vivir una vida pacifica tomando sus propias decisiones, ella no quiere casarse todavía y yo tampoco, no aceptaremos esta injusta imposición.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.