En manos de la bestia

Una estaca para el vampiro.

 

Este no era un entrenamiento, aquí no había descansos y se podía perder la vida en un segundo, él no era un hombre de nuestro clan, era un vampiro, uno muy fuerte y con una sed de sangre abrumadora no había más opción que asesinarlo y llevarle su cabeza a nuestro padre.

Estaba jugando con nosotras, no nos consideraba rivales dignas de dejarlo todo en el campo de batalla, su mirada era lasciva, perversa y enfermiza, ya nos había destrozado una y mil veces en su cabeza y estaba desesperado por hacer realidad sus sucias fantasías.

—Haré todo tipo de cosas con ustedes, desearan jamás haber nacido jajaja.

El nombre de aquel vampiro era Ronnie Flin, apodado como “el quebranta huesos” tenía algunos meses asesinando humanos solo por diversión, sus victimas favoritas eran los hombres jóvenes a quienes torturaba y descuartizaba dejando un rastro de violencia sin precedentes, él estaba siendo buscado por el príncipe de los vampiros Odegar y su cabeza tenía un precio, un grupo de vampiros había sido mandado a capturarlo para enjuiciarlo por sus actos descuidados, no es que al príncipe y a su raza les importaran los humanos, era más bien por sus reglas, por nada del mundo debían llamar la atención de  esa manera, su existencia debía mantenerse en el anonimato, al menos por ahora y Ronnie estaba poniendo en peligro todo eso.

—A ver… creo que empezaré con la chica del arco, te dejaré a ti para el final. —exclamó Ronnie con una sonrisa perversa.

—No dejaré que le pongas una mano encima a mi hermana. —le dijo Linéa mirándolo fijamente.

En un abrir y cerrar de ojos, Ronnie se abalanzó sobre ellas, ya había decidido asesinar a Irina, así que los golpes más brutales eran para ella, a este paso, el vampiro ya habría herido de gravedad a su víctima, pero estas hermanas tenían un entrenamiento, conocían los puntos débiles de aquellos murciélagos.

—¡Son rápidas! ¡Pero no tanto como yo! ¡las supero en todo!

Había tres puntos donde podías herir a un vampiro y ganar tiempo para sobrevivir y cortarle la cabeza, una estaca al corazón, un tiro en la cabeza y cortarle las extremidades, conseguirlo no era fácil ya que la velocidad de los humanos y los vampiros es abismal, pero nosotras nos somos ordinarias, somos hijas de la flor púrpura.

 —¡toma esto bastardo! —Irina le clavó una flecha en el pecho mientras que Linéa le perforaba la cabeza con un tiro, ambas se las ingeniaron para cortarle las piernas y este cayó de cara contra el piso.

—Es momento de cortarle la cabeza. —dijo Irina, pero Linéa no estaba tan segura, esto había sido demasiado fácil, el cuerpo de Ronnie estaba temblando, pero no era de dolor, se estaba riendo en silencio.

Irina se acercó para cortarle el cuello y arrancarle la cabeza, pero Linéa gritó con fuerza.

—¡Hazte aun lado Irina!

Ronnie se giró y sacó sus afiladas garras para partirla en dos, gracias a la advertencia de su hermana, Irina solo resulto con la ropa rasgada.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó Linéa preocupada.

—Si, solo me desgarró la ropa…

—jajaja ¿creyeron que dejaría que me arrebataran la vida así de fácil? Jaja, llevo aferrándome a la inmortalidad desde antes que sus miserables vidas vinieran a este mundo.

—¿Cómo puedes regenerarte tan rápido? ¡te lance una flecha en el pecho! —lo cuestionó Irina con frustración.

—No le atinaste al corazón jaja, eres algo estúpida. —le respondió Ronnie con una sonrisa burlona.

—Irina vete a casa, pide ayuda, él es más peligroso de lo que pensamos, fue una estupidez enfrentarlo solas. —exclamó Linéa sin apartarle los ojos de encima.

—¡no me iré de aquí! ¡ese mal nacido debe pagar por la muerte de Sebastián!

—¡Haz lo que te digo! ¡no es momento de pensar en una venganza!

—Él asesino a mí… —de pronto, la risa descontrolada de Ronnie las interrumpió, este ya se encontraba completamente regenerado, la oportunidad de escapar se había esfumado.

—Creo que ya se a quien te refieres jajaja, la niñita llorona de la calle Banck ¿ese afeminado era tu novio? Gritaba más que una mujer, no era resistente al dolor, te hice un favor, era demasiado débil, no iba a protegerte, suplicó hasta que se hizo en cima jaja, era patético.

—¿Cómo te atreves? —Irina apretó los puños temblando de rabia, no podía creer la forma en la que aquel vampiro se burlaba de Sebastián.

—Fue muy divertido matarlo no me mal intérpretes, pero no tenía dignidad jaja, pudo suplicar después de perder sus extremidades, no por unas simples cortadas ¿no crees?

—No lo escuches Irina, retrocede, vete a casa…

—En fin, ya dejémonos de juegos y terminemos con esto, ¿no son valquirias cierto? No usan uniforme, pero huelen a ese maldito clan de insectos, voy a tener que matarlas antes de que lleguen sus refuerzos, por lo refinadas que se ven, deben ser de alguna familia rica he importante, su sangre será un verdadero manjar.  

—Maldita sea, es mi culpa que Irina este metida en este embrollo, debí evitar que viniera, aun si eso hacia que me detestara, matar aun vampiro es más dificil de lo que pensé, debo llamar su atención para que mi hermana pueda escapar, ella esta…

De pronto, Irina rebasó a su hermana y saltó sobre Ronnie lanzándole flecha por flecha, pero este las esquivaba todas y las que le daban se las arrancaba del cuerpo como si nada.

—¡Irina!

Linéa se tragó sus desventajas y luchó cuerpo a cuerpo contra Ronnie, ambas hermanas peleaban puño a puño contra su depredador.

—¡Pegan mejor ustedes! ¡Sebastián o como se llame debió ser la mujer de la relación jaja.

—¡Ya cállate! —Irina le golpeó el rostro y Ronnie enfureció, era muy vanidoso y al ver que le sacó la sangre este le devolvió el golpe dándole un puñetazo en la boca des estomago y la arrojó contra un árbol dejándola sin aliento.

—¡Irina!




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