En manos de la bestia

Sangre codiciada

 

Sentía que la sangre me ardía, que el corazón me latía lleno de adrenalina, era como estar soñando, no, esto era como tener memorias del pasado, como si alguien reprodujera una película en mi cabeza, ahí estaba la flor de aconito, completamente a merced de quien pudiera poseerla, había nacido al borde de un precipicio, hermosa flor púrpura que se mesia con el viento, quien diría que esa belleza fuese mortal para cualquier criatura, un veneno para los humanos y una muerte segura para las bestias y los monstruos.

“La asesina de lobos” “la purga de los vampiros” “la salvación de los humanos” ¿Cuál era su verdadero propósito? ¿con que fin ha sido creada? Salvar a la humanidad de sus opresores me queda claro, solo el primogénito del líder del clan de la flor púrpura podía heredar el poder de la flor de aconito, mi padre sigue siendo el líder porque no nos ha nacido un salvador desde hace varios años, en su lugar han nacido mujeres, he nacido yo.

Mi padre es descendiente del ultimo heredero de la flor, pero su cuerpo dejó de producir su poder con el paso de los años, Noren, mi padre, ha vivido la vida de tres generaciones, sus mujeres quedaban embarazadas pero perdían a sus bebes antes de que vieran la luz, por alguna razón, los bebes morían en el vientre, o las madres durante su embarazo, él ya estaba perdiendo la fe, se sentía indigno de poseer el titulo de líder, pues no había cumplido con la línea de sucesión como todos sus antepasados, algo estaba mal, sabia que estaba perdiendo sus poderes, así que tubo a una ultima esposa, Mildred, mi madre, una mujer joven y fértil que era la última esperanza para que esta generación se salvara.

Rezaron y suplicaron al cielo que aquel embarazo se llevara a buen termino y cuando mi madre me dio a Luz, todos estaban a la expectativa de que el varón elegido llorara anunciando la restauración del clan, pero cuando la partera vio mi sexo, guardó un gran silencio y con decepción exclamó:

—Es una niña…lo siento mucho mi señor.

Dicen que mi padre se dio la vuelta y dejó a su esposa con la recién nacida mientras él y nuestra gente se lamentaban por lo ocurrido, entonces se les ocurrió la idea de engendrar otro hijo, ahora si deseando que fuera mujer, pues pensaban que, siendo hijas del líder del clan, el heredero saldría de alguna de nosotras sin importar quién hubiese nacido primero.

Nos mintieron, nos hicieron entrenar tan duro como si tuviésemos la opción de elegir, cuando en realidad, ya estábamos destinadas a parir al heredero de la flor púrpura, iban a ofrecernos como tributo a los líderes de las cinco casas para engendrar un hijo de cada uno y así tener más oportunidades de conseguir al heredero de la flor de aconito, todo eso lo escuché como ecos que perturbaban mi paz.

 ¿Será posible que si haya nacido un heredero? ¿la flor de aconito es en realidad una mujer?

De pronto, Linéa despertó de golpe como si le faltara el aliento, asustando a su hermana quien inmediatamente trató de auxiliarla.

—¡Linéa! ¿estas bien? Gracias al cielo, creí que no despertarías. —exclamó Irina abrazándola con fuerza.

—¿Dónde estamos? ¿dónde está el vampiro? —preguntó Línea mirando a su alrededor, por un momento creyó que estaba muerta.

—Estas en la enfermería de la mansión, no tienes de que preocuparte, él murió. —le dijo Irina tratando de tranquilizarla.

—¿Murió? ¿Cómo? Lo ultimo que recuerdo fue que se abalanzó contra mí.

—Los líderes de las cinco casas nos ayudaron, fuimos muy tontas al querer enfrentarnos solas a él, lamento haberte involucrado en esto, me asuste mucho cuando me dijeron que a un no despertabas, de verdad perdóname.  —Irina abrazó a Linéa y no se apartó de su lado y añadió. —aunque…

—¿Qué pasa? —le preguntó Linéa confundida.

—No me hagas mucho caso, pero, antes de desmayarme, recuerdo que el vampiro te mordió…y luego calló muerto, no sé si fue real o lo soñé.

—Quizás fue el desmayo, yo tuve sueños muy extraños mientras dormía.

Mientras ellas hablaban, una de las enfermeras corrió avisarle a su padre que ya había despertado su hija mayor y este fue con toda su escolta a verla, a si que las interrumpió con su presencia.

—Me alegra que estes bie…

De pronto, su padre entró con urgencia y se paró frente a Linéa y la abofeteó con fuerza.

—¿Tienes idea de lo que provocaste? ¿de las consecuencias de apoyar a tu hermana?

—¡papá! ¿Qué haces? ¿Por qué le pegas? ¿Que no ves que acaba de despertar? ¡fui yo quien la convenció de seguirme! ¡es a mí a quien debes regañar!

—¡Tu cállate Irina! Es la responsabilidad de Linéa protegerte, se supone que en ella está la sabiduría y la prudencia, debió detenerte he informarme de lo que planeabas hacer ¡las dos pudieron haber muerto! ¿creen que mi corazón soportaría un entierro más? ¿Cómo pueden ser tan egoístas?

—¿Egoístas? ¡Eres tu quien quiere obligarnos a vivir una vida diferente! ¡quieres convertirnos en esposas sin nuestro consentimiento!

Su padre volvió abofetearla y esta vez la dejó sin palabras.

—¿Egoísta? ¿te atreves a llamarme de esa manera cuando son ustedes las que se encaprichan en vivir una vida ordinaria cuando no son ordinarias? ¡nacieron para proteger a la humanidad! Es nuestro deber sacrificar nuestros deseos y comodidad por el bien de la humanidad, entiendan que no es mi deseo someterlas ni torturarlas ¡por un carajo! ¿Qué no lo entienden? ¡he vivido demasiado! ¡mas de lo que un humano normal debería vivir! ¿acaso me han escuchado quejarme alguna maldita vez? He visto morir a las esposas que amaba, a los hijos que esperaba, he tenido que esperar a mi sucesor y ver que pasan los años y no aparece, vi morir a su madre y tuve que criarlas yo solo, a mi manera, con todo este peso en mis hombros ¿creen que si hubiese otra manera no la escogería para ustedes? ¡soy su padre no un monstruo!




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