Irresistible.

Linéa y Arnes huían de algo de lo que no podían escapar, de la naturaleza misma que los obligaba a ser presas de sus ardientes deseos, que con el tiempo más y más fuertes se volvían, era una atracción mortal, un delirio que los llevaba a convertirse en el objeto de deseo del otro, podían resistirse todo lo que quisieran, pero al final, el destino siempre sería el mismo, se atraerían el uno al otro como dos imanes, como dos criaturas que se necesitaban para respirar, el maridaje era la más deliciosa de las torturas, el yugo más adictivo, sus almas ya estaban irremediablemente unidas por un lazo irrompible.

 —Esto no tiene ningún sentido…mi cuerpo se mueve solo, cuando se me acerca me hace temblar, pero al mismo tiempo me desespero por una carica ¿Cómo puedo ser tan fácil? Yo no era así…ay mi padre estará muy decepcionado… —exclamó Linéa sintiéndose culpable y confundida.

—Ya señora mía, es cuestión de tiempo para que se acostumbre a estas sensaciones nuevas, no se lamente por algo que no puede controlar. —le dijo Adbin mientras la consolaba.

—¿Qué es esto del maridaje? Literalmente parece que él es una droga para mí, huele tan ricoooo….

—Jejeje, si…supongo que ahora su olor es adictivo para usted.

—Me siento tan avergonzada, mírame, estoy olfateando su ropa como un sabueso, ese perro sexy me está volviendo loca. —expresó Linéa sumergiendo la cara en la camiseta de Arnes.

—El pobre de mi amo, debe estar igual, salió corriendo como si su vida dependiera de eso, jeje, debo admitir que verlo así me da un poco de gracia, normalmente él es quien sonroja a las hembras y ahora mi alfa huye del amor, ay el maridaje es fantástico, espero experimentarlo algún día. —pensó Adbin quien ya tenía la melena de Linéa alborotada pues le estaba acariciando la cabeza.

—Auch, me duele, era consolarme no arrancarme el cuero cabelludo… —le dijo Linéa aportándose de él y añadió. —ya dime que es el maridaje si me voy arrastrar por ese perro sin control alguno por lo menos debo saber lo que me pasa, soy una humana ¿Cómo entre en enlace con el alfa de este clan?

—Es verdad, usted no conoce nada de nuestras costumbres, raíces y creencias, además de lo que vivimos al enlazarnos de alguien, en primer lugar, debe saber que los lobos entran en maridaje con lobos, únicamente con nuestra propia especie, pero al ser usted la portadora de la sangre sagrada, el enlace tubo lugar, esta unión es aun más asombrosa que el resto, por que sucedió por el poder de la flor de aconito que corre por sus venas y la flor purpura que fue apodada como la asesina de lobos, es en realidad la esperanza de nuestro clan.

—¿Ustedes tampoco pueden morir con mi sangre? —le preguntó Linéa con curiosidad.

—¿A qué se refiere?

—Cuando el príncipe de los vampiros me secuestró, me mordió, bebió mi sangre como si nada, en lugar de caer muerto como esperaba, pareció ser un energizante para él, su piel era más brillante, al igual que sus ojos y su cabello, la saboreaba como si fuese su comida favorita, debió morir…pero no lo hizo, dijo que eso se debía a que él no era cualquier vampiro y solo los de sangre impura morían, es decir, aquellos vampiros que eran convertidos por él o el rey.

—Es verdad, pasa lo mismo con nosotros, existen varias formas de convertirse en lobo, por la mordida de uno, por medio de objetos mágicos, pactos con demonios y a los que recibimos nuestro poder de esas maneras, se nos llama, sangre impura, el señor Arnes es descendiente directo del rey de las bestias, el único que sobrevive de su clan.

—¿Es el único sobreviviente? ¿desciende del dios de las bestias? He soñado con ese lobo gigante y también con la luna, vi cuando él tubo hijos con una humana y de ahí nacieron los hombres lobo, también soñé que la luna tomaba forma de mujer, una mujer muy hermosa de cabellos blancos y piel de porcelana, tenía un hijo con un hombre extraño y nació un vampiro, después vi como la luna se acostaba con el dios de las bestias y de ahí nació la flor de aconito, pero no como hija…aun no entiendo el significado de estos sueños, pero la luna me parecía maligna, vengativa, no sé cómo expresarlo, al principio la soñaba amable y buena, pero después…su naturaleza se corrompió al no poder engendrar criaturas que ella considerara como hijos suyos.  

—Probablemente esos sueños son recuerdos de tu vida pasada, al final las memorias de tus ancestros viven en ti, las iras recordando poco a poco, pero debes admitir que la flor de aconito le pertenece al clan de los colmillos de obsidiana, es el ultimo regalo de nuestro dios y padre Cronos.

Linéa guardo silencio por un momento y después añadió.

—Yo creo que una flor que hace pelear a los demás no puede ser buena… ¿Qué nos ha traído? Solo guerra, discordias y rivalidad, muerte y desolación.

—Los lobos creemos que nos pertenece, los humanos igual y los vampiros se aferran a ella creyendo que se las hemos robado, hemos vivido así por tanto tiempo que no puedo concebir otro estilo de vida, pero reconozco que sería agradable no vivir enemistados con todo lo que nos rodea. —expresó Adbin con añoranza.

—¿Y el maridaje? ¿Qué es? ¿puedo rechazarlo?

—¿Rechazarlo? ¿Cómo irías en contra de la naturaleza? Más allá de la atracción física y sexual, esta la emocional, nunca amarás tan intensamente en tu vida, él será tu universo y tu su paraíso, ambos se añorarán con fervor, serán devotos el uno al otro, el alfa se convirtió en tu dueño y tu en la de él, no podrás escapar del maridaje, será una marca en el alma hasta que sus cuerpos dejen de respirar.

—Pero…somos tan opuestos, nuestros clanes son enemigos a muerte ¿Cómo puedo aceptar algo así?

—¿Por qué te recites tanto, estás enamorada de alguien más?

—No, bueno…quizá me gusta alguien, pero…él no lo sabe ¿si pienso mucho en alguien es por que me gusta? Es decir, él era mi prometido, pero lo rechacé, no es algo personal, tengo algo en contra del matrimonio, iban a casarme con cinco chicos así que…