En manos de la bestia

Reconciliación.

 

Irina tenía lista la flecha para dispararle a su enemigo, estaba decidida a quitarle la vida, aunque eso implicara echarse de enemiga a toda la manada, pero lo que sus ojos vieron, la hicieron cambiar de opinión radicalmente.

Linéa estaba sonriendo como nunca, no había escoltas dentro del comedor, tampoco se veía que Arnes la estuviera amenazando, era su hermana quién voluntariamente se acercaba a su alfa para besarlo y abrazarlo.

—Pero…¿Qué esta haciendo? —se preguntaba Irina confundida.

Linéa se veía feliz, además le daba a su esposo todas las tenciones del mundo y en el momento en el que vio como Arnes cortaba el filete y le daba de comer en la boca a su hermana, consintiéndola en todo, dudó de la idea de matarlo.

—¿Por qué te vez tan plana?

Linéa se sentó en las pernas de Arnes y ambos comenzaron a besarse.

—¿Te gustaría tener cachorros pronto? —le preguntó su luna mientras él se sorprendía.

—¿Ahora?

—Si, podríamos intentarlo ahora, vamos a quitarnos la ropa y…

—¡No! —Irina dejó escapar un grito de horror al imaginarse tan incomoda escena y cuando estaba apunto de irse, Linéa y Arnes al descubrieron.

—¿Irina? ¿eres tú? —Linéa se puso de pie y caminó hacia el balcón.

—Ponte detrás de mí puede ser peligroso.

—Estoy segura de que escuché la voz de Irina. —declaró Linéa curiosa.

Irina se hizo bolita y se tapó la boca, ya era demasiado tarde como para escapar, y no importaba cuanto cerrara los ojos, eso no la haría invisible.

—Maldición…ya me descubrieron, estoy perdía….

Arnes le pidió a Linéa que se quedara detrás de él, mientras se cercioraba de que aquella espía fuera su cuñada, el aroma era familiar y una vez que se asomó y vio a Irina echa bolita, la pescó de la ropa y la agarró como si fuera un chihuahua.

Irina estaba muy avergonzada, no sabía dónde esconderse.

—Tenias razón, es la enana. —declaró Arnes mientras bajaba a Irina dejándola enfrente de Linéa.

—¿Irina? Que…, abre los ojos, los dos te estamos viendo.

—Ay, ya lo sé.

—¿Pensabas asesinarme por la espalda? —le preguntó Arnes mientras al fulminaba con la mirada.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué estabas en nuestro balcón? —le preguntó Linéa mirándola fijamente.

—Iba a matar a tu esposo…pero me arrepentí después de que…

—¿Acaso no entendiste que estoy a su lado por decisión propia? Irina…yo estoy enamorada de Arnes, no puedes cambiar eso, si lo hubieses lastimado, jamás te lo habría perdonado.

—¡Te fuiste de casa sin importarte todos los sacrificios que nuestro clan había hecho por ti? Hiciste a un lado a Daven, a nuestro padre, a mí… ¿Cómo querías que reaccionara? Él te secuestró, te privó de tu libertad y justo cuando habías logrado escapar, te regresaste a su lado, porque mágicamente te enlazaste del alfa del clan enemigo ¿Cómo se supone que debía confiar ciegamente en tus palabras? Me abandonaste…

—Lo lamento Irina, pero las cosas resultaron ser diferentes ahora, se que es difícil de entender, tienes razón en todo lo que dices y entiendo que estes enojada, pero debes renunciar a la idea de lastimar a Arnes, es mi esposo, lo amo y quiero estar con él, si no he regresado a casa es por que no quiero que intenten asesinarlo ¿es demasiado difícil de entender? El maridaje es inexplicable, sin embargo, es profundo y me hace feliz.

—Lo sé…te vi sonreír como nunca antes… —externó Irina entre pucheros, estaba celosa de Arnes, no concebía la idea de compartir lo más preciado que tenía con un completo desconocido.

—¿Crees que puedo hablar a solas con Irina? —le preguntó Arnes a Linéa y esta se quedó sorprendida.

—¿Qué? No creo que sea buena idea jeje, intentó dispararte.

—No le haré nada, a demás te preocupas más por él que por mí ¿no ves su tamaño? Fácilmente me puede arrancar la mitad del cuerpo de una mordida. —le dijo Irina mientras se cruzaba de brazos.

—Creo que después de nuestra platica podremos bajar la guardia. —expuso Arnes con seriedad.

—Está bien, estaré esperando a fuera.

Linéa cerró la puerta y se recargo en ella exhalando mientras cerraba los ojos.

—Por favor que no se maten…. Es todo lo que pido.

—Toma asiento. —le dijo Arnes a Irina y esta lo miraba con enojo.

—No quiero.

—No me hagas sentarte a la fuerza, tu lo dijiste, puedo arrancarte la mitad del cuerpo y tu arco esta del otro lado, así que, tengo ventaja sobre ti, además hasta aquí me llega el molesto sonido de tus tripas hambrientas, de seguro no has comido en días, debiste estar concentrada en este momento.

—¿Cuáles son tus intenciones con Linéa? ¿Qué quieres de ella? Se sincero, no puedes engañarme.

—Tu hermana es todo para mí, daría mi vida por ella, es mi pareja destinada, mi luna, mi reina, la única mujer que quiero en mi vida, lo ultimo que quiero hacer es lastimarla.

—¡La secuestraste!

—Técnicamente la salvé de las garras de Odegar.

—Pero las secuestraste de vuelta.

—Y ya le pedí perdón y ella lo captó ¿quieres que te pida perdón a ti también?  —le preguntó Arnes molesto.

—Te llevaste a la mujer más importante de mi vida, la apartaste de mi lado, no tienes idea de todo lo que he pasado, de lo preocupada que estaba, pensé en asesinarte si le hacías daño, ella es todo lo que tengo y me la robaste. —Irina comenzó a llorar y abrió su corazón dejando a Arnes sorprendido.

¿Por qué lloras? No te hice nada, tu hermana va a pensar que te mordí…

—La he extrañado mucho…no solo te llevaste a la heredera de la flor sagrada, te llevaste a mi mejor amiga, a mi única hermana, a la persona que me protegía y me consolaba, ahora no puedo verla más por que esta casada contigo y tú eres mi enemigo.

—Ya no soy su enemigo.

—¿Qué?

—al casarme con Linéa acepté su pasado, su presente y todo lo que la involucra, eso los incluye a ustedes y a su clan, mi carta de paz debió llegarles hace días, donde me declaro su aliado ¿crees que nació de mi hacerlo? No, lo hice por que amo a Linéa y se que ustedes son vulnerables sin ella, los vampiros son los verdaderos enemigos, mis lobos solo atacan cuando se defienden, no son asesinos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.