Plan de supervivencia para la noche sangrienta

El rey de las bestias, Arnes, había mandado un comunicado a los dos clanes restantes, donde solicitaba la presencia pacífica de los líderes y sus allegados para poder tratar un tema de suma emergencia, esta era la primera vez que sucedía algo así, por lo que los tres clanes estaban completamente desconcertados.

—¿Cómo es que vamos a convivir juntos si en toda nuestra existencia solo nos hemos matado entre nosotros? —decían los lobos negándose a la posibilidad.

—¿Y si es una trampa? ¿Qué tal si quieren extinguirnos de una vez por todas? ¡siempre nos han despreciado! ¡nos cazan como animales! ¿Cómo puede su majestad aliarse con esos clanes asesinos? —exclamaban los vampiros llenos de desconfianza.

—¿Reunirnos los tres en un mismo lugar? ¡jamás! ¡eso ni pensarlo! ¡es una emboscada! Nos matarán en cuanto bajemos la guardia y llenarán sus estómagos con nuestra carne y sangre. —expresaban los humanos preocupados.

Cada líder estaba decidido a calmar a su gente, pues algo más grande y peligroso que sus diferencias y rivalidades los acechaba, su existencia estaba en peligro y este podía ser el fin para la humanidad y todo ser viviente.

—¿Enserio creen que me quedaría de brazos cruzados si nuestros rivales intentaran hacernos una mala jugada? ¿creen que no pelearía por nuestra libertad y me vengaría de aquellos que erradicaran injustamente? Tengan por seguro que yo defenderé al clan de los ojos escarlata con todas mis fuerzas, pero no es el momento de anteponer nuestro orgullo antes que, a nuestra propia supervivencia, no solo nuestra raza peligra, todo lo que nos rodea dejará de existir, ¿para que queremos sobrevivir si no habrá de que alimentarnos? ¿de que sirve prevalecer si ya no tendremos con quien pelear? ¿acaso no estamos cansados de esta eterna oscuridad? ¿no añoramos acaso ser libres? A mí no se me olvida lo fría que es la noche y lo cruel que es vivir eternamente…si logramos vencer a la luna, entonces talvez nosotros podamos ser libres… —les dijo Odegar con seriedad, convenciéndolos de su verdadero propósito y solo por esta ocasión, los vampiros cedieron, guardaron las armas con el único propósito de sobrevivir.

Odegar no era el único que proclamaba la verdad de lo que les esperaba, Arnes también se dirigía a su pueblo para prepararlo contra el futuro sangriento que se avecinaba, estaba parado enfrente de todos los lobos quienes lo escuchaban atento y nadie se atrevía a interrumpirlo.

—El regreso de la madre luna esta cerca, ustedes fueron testigos de que el satélite comienza a teñirse de rojo, simbolizando el derramamiento de sangre que habrá por su deseo egoísta de vengarse del sol y el demonio celestial, nuestra luna ha estado teniendo sueños proféticos y pasados, del origen de nuestros dioses, incluyendo a mi ancestro “Cronos” señor y dios de las bestias, mi esposa nunca pensó que estuviera presenciando el fin de nuestra era, hasta que nuestros hermanos Daven y Artemis comenzaron a ser atormentados por las mismas pesadillas cada noche y de manera repetida, pero esto no fue todo, también el rey de los vampiros Odegar, ha sido testigo de este siniestro acontecimiento, por esta misma razón tomamos la decisión de unirnos para derrotar a nuestros enemigos ¡les ordeno que luchen por el bien de nuestra manada! ¡por la vida de todo lo que existe! ¡defendamos nuestra existencia y acabemos con esa cruel mujer!

La manada dio un grito de guerra que sacudió la tierra, ellos no eran los únicos que estaban siendo contagiados con un espíritu de lucha, Línea había ido a la mansión del clan de la flor púrpura para anunciar lo que pasaría en los últimos días.

—Se que muchos de ustedes están llenos de preguntas, acerca de mi decisión al haberme ido a vivir al castillo de uno de nuestros más grandes y poderosos enemigos, el rey de las bestias y yo nos odiábamos por naturaleza, deseaba vengarme y cortarle la cabeza, pero el destino tenía otros planes y en su infinita sabiduría me unió a mi adversario en un enlace, él y yo entramos en maridaje y estamos unidos por un vínculo sagrado que ni él ni yo podemos y queremos romper, todo este tiempo hemos estado peleando pro nuestra libertad, hemos sacrificado miles de vidas, a lo largo de los años hemos perdido a nuestros seres queridos por esta absurda guerra contra los clanes que consideramos enemigos, pero hemos estado equivocados, peleamos con el enemigo equivocado, desde que el poder de la flor de acónito despertó en mí, comencé a tener sueños extraños, he podido ver la historia atreves de mis ojos, toda la sangre, las perdidas, el odio y el rencor que fluyó entre los tres clanes por culpa de nuestro verdadero opresor, nos asesinamos los unos a los otros y fuimos movidos por la ignorancia, los tres clanes hemos estado peleando por nuestra libertad sin darnos cuenta de que solo nos estábamos aprisionando nosotros mismos, lamento haberme ido de la nada, jamás los traicioné, nunca me olvidé de ustedes, simplemente elegí otro camino, me deshice del rencor que me habían inculcado mis ancestros, el mismo rencor que les pido que abandonen para que sean verdaderamente libres.

Irina y Noren miraban a Linéa con atención, sus corazones creían en ella, estaban conmovidos por lo mucho que había madurado y crecido en este tiempo y se dieron cuenta de la influencia positiva que el clan de los colmillos de obsidiana había tenido sobre ella y sintieron un profundo respeto por la luna sagrada de los lobos.

—Considero que debemos unirnos con los clanes que alguna vez odiamos, necesitamos dejar a tras ese pasado de odio contra nuestros hermanos, porque si bien somos diferentes en raza, forma y fuerza, somos todos hijos de la misma madre que ahora quiere destruirnos.

Linéa les habló de la historia de la madre luna y todos sus amantes y las consecuencias que sus aventuras y sus deseos mal enfocados tuvieron como producto de su egoísmo he inmadurez al querer ser madre y dar a luz a hijos que odiaría y terminaría abandonando.