En otros mundos

Capítulo 1

—Odio Matemáticas, lo juro.

Cerré con fuerza los libros colocándolos con un poco de agresividad dentro de la mochila. Camine a paso lento a al salón seis. Murmurando las fórmulas por lo bajo con la esperanza de no olvidarlo. 
Al llegar varios compañeros estaban charlando de la materia con completa tranquilidad, otros sin darle importancia, y luego estaba el pequeño grupo que estudia pero al final no logra entender nada.

Mire los rostros de cada uno sin muchas ganas de escucharlos, me confunden más de lo que logró estar por mi cuenta. Entre ellos estaba un chico que la verdad no recuerdo el nombre, él sí era bueno en la materia y conversaba con los demás diciendo cosas como el tan desesperante "Es fácil". Cansado de eso mire a mis otros compañeros intentando calmar mis nervios por la prueba. Mis ojos se posaron en el cabello castaño y  hondulado de una chica, amarrado en una coleta. se encontraba de espaldas, y note inhalando con fuerza y exhalando despacio por el movimiento de su cuerpo. Parecía igual de nerviosa que yo. Cuando volteó pude ver sus ojos, un par de esmeraldas cargados con nerviosismo me miraron unos segundos para regalarme una dulce sonrisa. Michelle, mi compañera de clase, una chica amable, se considera en la clase como alguien muy inteligente, y la he visto dibujando de vez en cuando en los pasillos. No he tenido la oportunidad de hablar con ella, o la valentía. Cuando me di cuenta ella estaba al lado mío aún sonriendo tímida.

—¿Listo para el examen?—Preguntó.

—Sí... No—, Repuse apenado— la verdad no.

—Oh...

—¿Y tú?—Intenté salvar la conversación.

Ella sonrió sin muchas ganas y fingió entusiasmo.

—Hago lo que puedo—, Suspiro resignada—Igual sé que no me irá muy bien, no me van los números.

—A mi tampoco.

Ella sonrió y se quedo en silencio mirando el alrededor. 
Pensé unos segundos en que decir, segundos eternos. El resto de nuestros compañeros estaban al rededor y el calor era asfixiante. Tocaron el timbre cuando el profesor apenas estaba llegando. Ella me miro de nuevo con una sonrisa.

—¡Suerte! —. Exclamó mientras buscaba una silla.

Yo copie su acción y me senté buscando mis bolígrafos mientras entregaban las endemoniadas pruebas. Mire a la ojiverde por última vez y podía verse murmurando para si misma. Decidí concentrarme en mi prueba de una buena vez. Cuando tome los bolígrafos y escribí mi nombre me dispuse a responder. Después de unos segundos opté por cambiar la página, mala decisión. Los jeroglíficos al otro lado eran peores que los primeros. Esto iba a ser difícil. 
Después de varios intentos el tiempo ya se estaba acabando. No tuve más remedio que hacer lo que fuera y entregarlo. Cuando el timbre sono me levante con poco ánimo y seguí a los demás por la puerta. Al ser hora de almuerzo los pasillos estaban vacíos. 
Este día en especial salgo más temprano de lo normal, después del almuerzo y una clase de física podríamos ir a casa.

—Hey, Alex—. Exclamó una voz masculina detrás de mí.

—Luke, ¿como te fue? — Pregunté al ver a mi amigo de pelo castaño. Deteniendo mi andar para que estuviera a mi lado.

—No le voy a esas cosas del diablo—. Respondió serio y medio divertido. Sentándose en el pasillo, apoyando su cuerpo en la pared.

—¿No vas a almorzar?

—Mm... No—, respondió —No tengo hambre.

Me senté a su lado sin pensarlo mucho, al salir temprano podría comer al llegar a casa.

—¿Como va tu libro?—Pregunté interesado.

—Bueno, como todo al inicio—. Dijo sonriendo ladinamente. Su mirada pasó de mi a un punto no específico.

—¿No tenías una clase después del almuerzo?

—¿Sí?—Contesté inseguro siguiendo su mirada.

Capte a una chica conocida saliendo por el gran portón verde de la secundaria. Con una sonrisa amable intercambiando palabras con el guarda para despedirse con una leve sonrisa.

—¿No era tu compañera...?, ¿Michelle se llama?— preguntó pensativo—la chica que te gusta, ¿no es ella? — preguntó ya burlándose un poco.

—¿Por qué se va...?—Ignore su comentario —¿Y si lo olvido?, tenemos que entregar un proyecto hoy y no parecía preocupada...

—Pues ve a decirle—. Dijo ya un poco desinteresado sacando su celular del bolsillo.

—¿Estas de broma?

El me miro unos segundos y se alzó de hombros.

—No, puede que lo haya olvidado y se va a casa-. Miro de nuevo la entrada y volvió a su celular—Se te va—. Canturreo sin ganas.

Tome aire y me levante caminando hacia la entrada con un poco de velocidad, no sin antes voltear a mirarlo un poco serio.

—Sí algo sale mal, es solo tú culpa—. Advertí.

—Oh, creeme —, Aparto su mirada del móvil y  sonrió de forma extraña– Será total y completamente mi culpa–. Dijo demasiado seguro. Confundiendome por un momento.

Al llegar a la calle y mirar de derecha a izquierda pude ver a la chica caminando tranquilamente por la acera. Me sentí como un acosador siguiéndole. Intenté gritar su nombre pero la vergüenza que voltearan a verme hizo un nudo en mi garganta. 
Después de no muchas cuadras ella dobló a la izquierda, en el transcurso de ese giro pude ver su expresión seria. Mire el reloj en mi muñeca preocupado por el tiempo. 
«Vamos a llegar tarde» apresuré el paso con ese pensamiento.

En ese lugar ya no habían tantas personas, y ya estaba cerca de ella. Cuando me dispuse a llamarle ella volvió a doblar a la izquierda, entrando a un callejón. Extrañado por esa acción la seguí un poco más sospechoso. Quizás viva por estos lados y estoy siendo paranoico. Ella caminaba sin mirar atrás con auriculares puestos hasta que llegó a un callejón sin salida, me detuve detrás de ella dispuesto a hablarle, la situación me estaba incomodando. Ella soltó su coleta y desconecto los auriculares guardandolos en su bolsillo, conservando el primer objeto negro en su mano.

—Hey...—. Dije sin pretender asustarla. Realmente no quiero ver algo que no deba.




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