CAPÍTULO 3: Una nueva vida, el comienzo…

Fue muy difícil para todos el acostumbrarse a no salir, para las cosas del día a día, como salir a dar una vuelta al parque, salir a realizar las compras, pasear a las mascotas, jugar con amigos, el hacer reuniones, pues; todos aquellos instantes desaparecieron, de la nada de un día al otro, todos desaparecimos de las calles aquellos sitios donde la gente caminaba con frecuencia, quedaron fríos y vacíos.

Pero realmente no habíamos desaparecido, solo pasamos de la vida social al aire libre, a estar confinados al interior de nuestros hogares, pues algo nos ponía en riesgo al exterior; mientras tanto los gobiernos del mundo se mantenían firmes en su lucha contra aquel enemigo al cual llamamos covid-19 y que a lo largo de todo este tiempo ha sido el culpable de cientos de miles de muertes lamentablemente y que cada minuto que pasa la cifra aumenta, de momento lo único que podemos hacer es mantenernos en nuestros hogares, lavarnos las manos constantemente y no perder la esperanza de que todo esto pasará quizás no hoy ni mañana pero si en un futuro cercano, para volver a nuestras antiguas vidas, pero esto es solo el inicio de una guerra.

Una guerra muy larga y de arduo esfuerzo tanto de los gobiernos como de los doctores, enfermeros y aquellos que arriesgan su vida por el hecho de salvar las nuestras, de aquellos que estamos en confinamiento.

Pero en esta guerra solo una cosa nos puede aliviar, una ciencia que nos ha ayudado desde hace mucho…