«Cuando pongas en marcha tus planes, asegúrate que no se volteen en último momento»
— Espera buscó un poco de agua —sonríe coqueto antes de levantarse y yo solo quiero enterrar mi cabeza en la tierra como un avestruz.
Ok, no se como es que llegue a estar aquí atrapada con el crush de mi mejor amiga.
Si, con su crush cuando ella en verdad esta estudiando y ya puedo imaginarla pidiéndole a Dios, estar en mi lugar.
***
Horas antes...
Estamos de frente a la casa de donde vamos a "estudiar" y Lau esta bien nerviosa.
— Cálmate y toca el timbre, estúpida —mi comentario gana una mala mirada pero eso no evita que ella toque el timbre.
Abre un chico Moreno, Atlético y con pinta de chico malo.
Genial...
— Tu eres Laurelle ¿no? —ella solo asiente y este nos hace pasar.
— Bien mi hermano ya baja —siento su mirada en mi y eso me incómoda.
— ¿Que? ¿Se te perdió algo? —sonríe de lado antes mi comentario mordaz; ok me incómodo, no me culpen.
Antes de que pueda decir algo más, su hermano aparece y nos sonríe con cortesía.
Es un flaco de esos que están definidos pero no tienen mucha masa, es blanco como la leche y usa unos lentes de pasta; con su pelo achocolatado en risos y sus ojos café claros.
Uuff un cliché demasiado hermoso...
— Hola chicas! —me mira con adoración— Hola A-yli-ii —me saluda nervioso y yo le doy un beso en la mejilla.
Somos amigos, me sentiré cómoda con él mientras mi mejor amiga implementa su plan.
— Bueno hermanito, puedes llevar a Laurelle a arriba para que estudien mientras yo me quedo con su linda amiga —Posa su brazo sobre mis hombros y yo volteo los ojos, idiota.
—Claro... —baja la cabeza y arrastra a mi amiga antes de que pueda protestar.
Ok, creo que mi mejor amiga no podrá implementar su plan, raioz...
***
Y ahora me encuentro con el idiota arrogante que solo hace que aumenten mis ganas de irme lejos.
— Aquí tienes preciosa —dice al llegar y me entrega un vaso, sonrió por pura cortesía y me alejo lo más posible.
— Gracias pero no me quedaré por mucho tiempo —aclaro para que entienda que no seré su presa.
— Eres muy hermosa Ayla, se porque le gustas tanto a mi hermanito —directo y estoy demasiado incomoda.
— Te diría que gracias —me levanto— pero ahórrate tus comentarios.
'Iré a casa Lau ¿Enserio? Porque chicos tan predecibles, adiós.'
Le escribo un mensaje a Lau, esquivo muy bien al idiota arrogante y azotó la puerta.
Ya cuando salgo de esa casa puedo respirar tranquila.
así que me dirijo a una cafetería para poder relajarme un poco con café y lectura.
El lugar es acogedor, con una buena iluminación y el perfecto olor de café recién hecho.
Me dirijo directo a la caja para pedir un descafeinado y pagar, me informan que lo van a llevar y al voltear casi me da un paro.
Un chico recostado a la pared cerca de la mesa que siempre elijo, esta leyendo y es demasiado hermoso.
Mi mente está colapsando, esos chicos son mi debilidad.
Su piel clara, ojos café y ese cabello oscuro con puntas rubias lo hacen ver demasiado atractivo, y su cejas pobladas con su seriedad lo hacen deliciosamente misterioso.
Saco mi celular y le tomó una foto disimulada, sonrió satisfecha y me siento en la mesa.
Empiezo a leer mientras espero mi café.
— Sabes que tomar fotos sin pedir permiso esta mal ¿no? —siento su voz gruesa, detengo mi lectura y quedo tiesa.
Justo a tiempo traen mi café, me relajo y sonrió segura.
— No lo se, yo no pido permiso —pruebo mi café y lo miro, sus ojos cafés me analizan— además que puedo decir, eres agradable a mi vista —su seriedad no cambia ante mi comentario y tiene el libro pegado a su pecho.
— ¿No tienes vergüenza? —pregunta sin despegar sus ojos de los míos, apretando más el libro hacia él.
— No es que no tenga vergüenza, me atrapaste, no voy a mentirte y a decirte que fue por accidente —tomó otro sorbo y sus cejas se levantan ante mi sinceridad, me levanto para irme y logró ver el título del libro que estaba leyendo, le sonrió antes de retirarme y con ese título en mi mente logró llegar a casa sin problemas.
'El pintor de sombras'
Si llegó a volver a verlo sin duda se lo pediré prestado.
Escucho llegar a mi mejor amiga y como un rayo entra a mi cuarto y se tira como si no pesará.
— Creo que me gusta Lexter, tenemos problemas —asegura con pesar y yo estaba demasiado confiada con que no había ningún problema.
Esta mujer me volverá loca, solo paso unas horas con Lexter estudiando.
***