Daiki
¿Que si estaba molesto? Noooo para nada jaja
¡Molesto queda corto para la rabia que siento en este puto momento! ¡Tengo tantas ganas de matar a esa niña! ¡Como se le ocurre hacer semejante idiotez!
¿Como mierda sabia de la esfera mágica? Es una simple humana que apenas está conociendo nuestro mundo. Me molesta aún más que ese…haya sido mi primer beso y con… ¡esa! ¡Ugh!
No quedaba más remedio que pelear, maldición no quería hacerlo ¡no soy rival para Jandikal! ¡Apenas tengo una cola, no voy a lograr mucho así!
Flashback
—Llegara un momento en el que tendrás que hacer un trato ya sea con un ser sobrenaturales, una bestia celestial o un humano –Dice mi padre mientras me da una de sus típicas charlas de cómo ser un buen guerreo.
—¡Papa ni loco hago un trato con un ser sobrenatural y menos con humano!
—¿Por qué dices que no? A mi tampoco me gustaba y hasta el día de hoy aún tengo un trato con tu madre –Dice con aires de grandeza y orgullo.
—¡Papa el trato los beneficia más a ellos que a mí! ¡No necesito nada de un ser humano! Ya lo tengo todo aquí
—Daiki no está bien que hables así…yo también era como tú y me gane muchas consecuencias pro esa mala actitud, sé que te cansas de mis consejos, pero estoy tratando de ser el padre que yo nunca tuve, quiero verte crecer como un hombre fuerte.
—Lo sé y entiendo tus intenciones…pero aun así jamás hare un trato con un humano…
—¡Nunca digas nunca! –Dice y se va riendo.
Fin del Flashback
Nunca digas nunca… ¡ese viejo zorro!
—¡Niño veo que cometes los mismos errores que tu padre! –Dice Jandikal –No tienes la fuerza para enfrentarme.
—¡Tal vez no la tenga, pero puedo defenderme!
—¡Que puede hacer un crio como tú! –Se ríe a carcajadas
—¡Esto! –Recuerdo todos los momentos en los que papa se transformaba y usaba sus poderes, es tiempo de poner en práctica los consejos de guerra. Formo una esfera de energía gigante y se la lanzo, le hace daño, pero no es gran cosa, lanzo una tras otra haciendolo retroceder, luego se me une Jean y Jandikal no puede contra los dos. De repente aparece Yune de entre los árboles y le hace frente a Jandikal.
—¡Sigues vivo maldito Bakeneko! ¡De no ser por ti hace rato me hubiera apoderado del Medallón de Izanagi! –Jandikal y Yune empiezan a pelear, la pelea está reñida, no se sabe quién ganara.
Tomo a Alice y la atraigo hacia mientras creo un campo de protección a nuestro alrededor. Al ser dos bestias gigantes su pelea hace que vuelen escombros gigantes.
De repente Jandikal se detiene y empieza a retroceder.
—Por esta vez me voy…pero volveré y la próxima vez me llevare la vida de alguno de los dos! –Dicho eso se adentra en el bosque y se pierde entre los árboles.
Alice
Tengo ansiedad, tengo miedo de que Daiki pueda salir lastimado por mi culpa, joder no debí hacer ese trato, debí salir corriendo o llamar a papa.
—Estas preocupada –Dice Jean a mi lado
—¿Ah? Sí, no quiero que le pase nada, es un imbécil cuando se lo propone, pero fui yo quien lo metió en esto –Digo y se ríe. –¿Por qué te ríes?
—No es lo que crees –Sonríe –Es que hace tiempo en este mismo lugar y en la misma situación alguien me respondió lo mismo que tu
—¿Qué? ¿Quién? –Pregunto con curiosidad.
—Es un secreto –Me guiña el ojo y se ríe. –Venga ya, voy a ayudarlo o se desmayara antes de terminar
Jean empieza a ayudar a Daiki y entre los dos logran acorralarlo, de repente una bestia enorme se mete en la pelea y empieza a pelear con Jandikal. Jean y Daiki se alejan de ellos y se acercan a mí.
—¿Te encuentras bien? –Me pregunta el pelinegro
—Si… ¿tu estas bien? –Pregunto mientras le reviso las heridas, él se queda de piedra mientras me mira atenderlo.
—Tranquila niña, no me paso nada son solo unos rasguños…
—Gracias a Dios, tenía miedo de que te pasara algo
—¿Ohhh la niña se preocupó por mí? –Dice en un tono meloso y asiento nerviosa –¡Pues lo hubieras pensando dos veces antes de hacer ese maldito trato! –Grita de repente y me escondo detrás de Jean por miedo a que me mate.
—Venga ya, es mejor que nos alejemos de aquí –Dice Jean y nos metemos a la cueva. –Me sorprende el aguante que tienes pequeño –ríe —Para ser tu primera vez luchando lo hiciste excelente.
—Gracias, aunque ahora solo quiero dormir –Sonríe y se acuesta en la cama.
—¿Qué? ¿Nunca antes te habías convertido en kitsune? –Pregunto anonadada, su sonrisa se esfuma y Jean se pone seria.
—No, es la primera vez que pasa –Dice Jean. Nos quedamos en un silencio sepulcral. El miraba fijamente las piedras incrustadas en el suelo y yo las flores que apenas estaban floreciendo. –Regresemos, Jandikal se fue…
Salimos de la cueva y regresamos al templo, mis padres nos estaban esperando en la entrada, apenas me vieron me regañaron por irme de esa manera, por lo menos aun no se han dado cuenta del lazo divino.
—¿Que pensabas al irte de esa manera? ¡¿Qué hubiera pasado si Daiki y Jean no hubiesen estado ahí?! –Me grita mi padre con la vena de la frente a punto de estallarle.
—Por lo menos dale las gracias a Daiki, él fue quien me salvo –Digo más seria de lo que pretendía. Él se pone incomodo, se acerca a Daiki y le da las gracias.
No entiendo cuál es el odio por el chico…
A lo lejos veo a Jean hablando con Evan y Loraine, ellos voltean a verme preocupados y un sentimiento de dolor se instala en mi pecho. Creo que aquí se confirma que hice mal… ¡debo anular ese trato cuanto antes!
Lorrein se acerca a nosotros y les da una leve sonrisa a mis padres
—Es mejor que vayan a dormir, sobre todo tu Alice, hoy fue un día de muchas emociones, mañana tienes clases, será un día largo, vayan a descansar –Me sonríe antes de darse la vuelta e irse.