—Por tu culpa, mamá, acepté este matrimonio por conveniencia con un hombre, que puede ser mi padre—advierte Zoé con rabia.
—Yo no te puse una pistola en la cabeza, para que cederías, Zoé.
—Eres una descarada, mamá.
—Respétame.
—El respeto te lo perdí hace mucho tiempo, cuando orillaste a mi padre a perderlo todo.
—¿Me culpas de sus miserias?
—Eres cruel y muy ambiciosa. Lo único que hiciste fue arruinarnos, hasta que perdiéramos todo lo que con tanto esfuerzo mi padre construyó por años, también por tu culpa el pobre murió, no soportó el verte con tu amante.
—¡Es suficiente, Zoé!
—Ahora me vas a oír, tengo tanto dolor acumulado. Sino lo suelto voy a explotar.
—Baja la voz.
—Ya no me importa nada.
—¿Acaso no eres feliz con Lucas?
—Lucas también es una víctima tuya, vives gastando su fortuna.
—No te victimices que no te queda, mira como vives eres la esposa de un magnate. Siempre quise lo mejor para ti, malagradecida.
—No me hagas reír, bien que me vendiste.
—Hija, vives como una reina, en este increíble palacio. Ya deja la histeria, que pronto viene tu marido.
—Te odio, mamá.
—En cambio, yo te adoro, querida—bosqueja Grace una impúdica sonrisa.
Zoé Williams es una joven muy hermosa y atormentada, quien siempre a odiado a su madre por provocar las desgracias en el seno familiar. Grace Williams, es la madre de Zoé una mujer ambiciosa y sin escrúpulos quien prácticamente le puso a su hija en bandeja de plata al multimillonario, Lucas Hamilton, Zoé accedió a casarse con él para evitar la ruina de su familia y también para impedir que su padre fuera a prisión, por culpa de un negocio fraudulento del cual había sido víctima el pobre hombre, su padre murió hace algunos meses al ver a su madre en la cama con su amante, su corazón no pudo resistir tanto dolor, escenario que la misma Zoé visualizó con sus propios ojos, por ello su rencor y la culpa de todas sus desdichas.
A pesar de que Lucas vive para agradarla, todavía no ha logrado enamorarse de él, apenas llevan un año de casados. Lucas Hamilton es un importante hombre de negocios, es el CEO de diversas marcas internacionales su negocio es a gran escala, enviudó hace más de cinco años, su ex esposa Linda murió de una enfermedad muy grave dejándolo solo con sus dos hijos, Elijah y Linda, al conocer a Zoé quedó prendado de su belleza y también por el gran parecido físico que tiene Zoé con su difunta esposa.
Sale Zoé de la habitación de su madre muy molesta y baja a la sala, rápidamente se cruza con su esposo.
—¿Por qué traes esa cara, querida?
—Por nada, Lucas.
—Seguro estabas discutiendo con Grace. Ya olvida, cariño, deja el pasado atrás.
—No puedo, amor. Recuerdo a ese hombre encima de mi madre, y luego…—rompe enseguida en llanto.
—Es una pena, que a tu padre le haya dado un infarto justo ese día, pero ya eso pasó, amor. Solo recuerda los momentos felices al lado de tu padre, ustedes en algún momento fueron una familia feliz—la reanima y la abraza.
—Gracias, Lucas, siempre dándome ánimos.
—Te amo, Zoé, fuiste lo mejor que me pasó en la vida, junto con mis hijos.
—Vamos algún lado, quiero que me lleves a pasear.
—Con todo gusto, ¿quieres ir a un sitio en especial?
—En el camino lo decidimos.
—Voy a llamar a Salvador, para que aliste el auto.
*****
Linda Hamilton es la hija menor de Lucas, ella no simpatiza con Zoé a quien no baja de caza fortunas, justo ahora se encuentra con su tía la hermana menor de Lucas, Emma Hamilton, su tía ha cuidado de ellos desde que falleció su mamá, los chicos la consideran una segunda madre.
—Creo que Zoé y su madre discutían en su cuarto, ya se les hizo rutina.
—Linda, no estés husmeando. Te he dicho hasta el cansancio, que no te entrometas en las conversaciones ajenas.
—Solo oí un poco por causalidad, tía, no hice nada malo. Esas mujeres nos nefastas, tienen un aura negra. No entiendo como mi padre pudo traerlas a esta casa.
—Fue una decisión de tu padre, quienes somos nosotras para inmiscuirnos en sus asuntos.
—Te recuerdo que soy su hija y tú eres su hermana, tía.
—Ya cariño, mejor vámonos de compras. Tenemos que comprar tu ropa para tu graduación, ya pronto terminarás la escuela.
—Gracias a Dios, me urge salir de esta casa. Te juro, tía, que me iré a vivir a la universidad, no soporto a esas mujeres, menos mal que mi hermano está en el seminario y no las conoce.
—Hablando de Elijah deberíamos de ir a verlo, ya lleva un año internado.
—El mismo tiempo que tiene mi padre casado con esa mujer.
—Ya basta de hablar de Zoé, hija.
—No puedo evitarlo, esa infeliz me robó a mi papá. Puede ser su hija, solo se casó con él por conveniencia para salir de sus deudas, es una vividora igual que su madre, todo el mundo lo comenta.
—Tu padre está feliz, es lo que importa.
—Mi padre está hechizado, esperemos que pronto se le acabe el embrujo, hasta le diré a Elijah que le haga un exorcismo.
—Ya no sigas diciendo tonterías y arreglémonos para salir.
—Sí, tía.
*****
Seminario americano, Los Ángeles.
—Elijah, hijo, te llegó una carta de tu padre.
—Gracias, monseñor.
—Tu padre siempre tan generoso, nos donó muchas cosas para la comunidad, que Dios lo bendiga siempre.
—Así es mi padre, muy generoso.
—Te dejo, hijo, recuerda que en 20 minutos los espero en la capilla.
—Allí estaré.
Elijah Hamilton es el hijo mayor de Lucas es un chico sencillo y benevolente, desde niño manifestó interés por las causas justas, dejando al descubierto su espíritu altruista. Con el tiempo sintió inclinación por el mundo religioso, por lo que decidió convertirse en sacerdote, apenas lleva un año internado en el seminario.
Toma la carta de su padre con mucho entusiasmo, lee las primeras líneas y de inmediato sus ojos se iluminan, extraña y ama mucho a su padre, siempre ha sido su ejemplo a seguir.