Capítulo 73. Buscando un equilibrio.

Antes de irse de Portland, Linda decidió llamar por teléfono a Solange. Su amiga Clara le había facilitado su nuevo número de teléfono. Al ver que era Linda, Solange sintió una mezcla de rabia y celos al recordar la escena que había presenciado en el parque, donde Linda estaba con Zoé, Elijah y el bebé. Se sentía traicionada y confundida; no podía entender cómo Linda había decidido perdonar a Zoé después de todo lo ocurrido, especialmente después de que Zoé le hubiera sido infiel al padre de Linda con su propio hermano.

—Hola, Solange, soy yo, Linda —dijo con una voz alegre, tratando de ocultar su nerviosismo.

—Hola —respondió Solange con tono frío. — ¿Qué tal?

—Bien, estoy a punto de irme de la ciudad y quería despedirme —dijo Linda, intentando sonar casual.

—¿Despedirte? ¿Así, tan fácil? —Solange no pudo evitar dejar escapar su frustración. — ¿Y qué hay de lo que pasó en el parque? ¿Cómo puedes seguir hablando con Zoé después de todo lo que hizo?

Linda sintió un nudo en el estómago.

—Solange, yo...

—No, espera. No entiendo cómo puedes perdonarla. ¿Acaso no te importa lo que hizo? —interrumpió Solange, con la voz temblándole de indignación.

—Lo sé, pero la vida es complicada. Todos cometemos errores, y creo que es hora de dejar atrás el rencor —respondió Linda, tratando de mantener la calma.

—¿Dejar atrás el rencor? ¿Así de fácil? —Solange se sintió herida. —No puedo creer que estés dispuesta a olvidar todo lo que pasó.

—No es que lo olvide, Solange. Solo quiero seguir adelante —dijo Linda, sintiendo que la conversación se tornaba más tensa.

—¿Y qué pasa conmigo? ¿No te importa cómo me siento? —preguntó Solange con voz llena de dolor.

—Claro que me importa, pero no puedo vivir mi vida en función de lo que piensen los demás —contestó Linda, sintiendo que la distancia entre ellas se hacía más grande.

—Parece que ya has tomado tu decisión. Solo espero que no te arrepientas —dijo Solange, con un tono de decepción.

—No quiero que esto termine así. Eres mi amiga —insistió Linda, pero ya era demasiado tarde. La conversación había dejado una herida profunda entre ambas. Solange interrumpió la llamada de golpe.

Antes de subir al avión de vuelta a Los Ángeles, Mark se dio cuenta de que Linda estaba cabizbaja. Se acercó a ella y le preguntó:

—¿Qué te pasa, Linda? Te veo preocupada.

Linda suspiró, con la mente aún en la conversación con Solange.

—Tuve una discusión con Solange —respondió con la voz temblorosa. — Me trató mal y con frialdad. Me dijo que yo era una alcahueta por aceptar la relación entre Zoé y Elijah como si nada, cuando en realidad hay un engaño de por medio.

Mark frunció el ceño, preocupado.

—Suena complicado, ya se está pasando de la raya. ¿Estás segura de que fue la mejor manera de abordar el tema?

—No lo sé —admitió Linda, sintiendo una punzada de culpa. —Solo que sus duras palabras salían del corazón. Me duele que no entienda lo que realmente está pasando.

—A veces, las emociones pueden nublar nuestro juicio —dijo Mark, tratando de consolarla. —Pero quizás deberías hablar de nuevo con ella, aclarar las cosas. Esperamos que se calme dentro de un tiempo, amor.

Linda asintió, aunque sabía que la herida entre ellas era profunda.

Linda, abrumada por la culpa tras las duras palabras de Solange, a quien consideraba una hermana, decide poner fin a su amistad y romper todo tipo de relación con ella. Las frías palabras de Solange la hirieron y, a su vez, la confundieron. Sin embargo, no quiere vivir en medio de tanto caos y rencor; ha sufrido suficiente con la muerte de su madre y ha llegado a la conclusión de que su padre tampoco es tan víctima en esta situación, ya que dejó que su vida se iluminara por una mujer joven y bella que no había vivido lo suficiente. Linda reflexiona sobre los errores de todos y, en medio de esa confusión, se da cuenta de que lo más valioso que tiene son sus sobrinos, de quienes no está dispuesta a separarse ni a perderse por nada del mundo.

*****

Fátima, atormentada, decide hablar con el padre Tomás sobre su hija Solange. Necesita desahogar su angustia, ya que su hija ha mostrado últimamente una actitud altanera y falta de respeto hacia ella y su marido. Se siente muy frustrada y confundida, y además está atada de manos por la testarudez de Solange, quien ha cambiado de manera drástica, tanto para bien como para mal, en un abrir y cerrar de ojos.

—Padre Tomás, gracias por recibirme. Estoy realmente preocupada por Solange. Su comportamiento ha cambiado tanto en tan poco tiempo...

—Entiendo, Fátima. ¿Qué es lo que más te preocupa de su actitud?

—Últimamente, es como si no me respetara. Me habla de una manera altanera y no me escucha. Me siento frustrada y perdida.

—Es normal sentirse así cuando los hijos atraviesan cambios. ¿Has podido hablar con ella sobre cómo te sientes?

—Lo he intentado, pero parece que no le importa. Su testarudez me tiene atada de manos. No sé cómo llegar a ella.

—A veces, lo que más necesitan es saber que estamos ahí para escucharlos. Quizás podrías intentar acercarte a ella desde un lugar de comprensión, en lugar de confrontación.

—Tienes razón, padre. Tal vez deba intentar entender qué pasa por su mente. Gracias por su consejo.

—Siempre estoy aquí para ayudarte, Fátima. Recuerda que la paciencia y el amor son clave en estos momentos difíciles.

Fátima todavía desconoce las batallas que tendrá que enfrentar debido a las erradas decisiones que Solange está considerando en su vida. Estas decisiones no solo afectarán a Solange, sino que también podrían tener consecuencias perjudiciales para su media hermana, Zoé, y su sobrino. La falta de comprensión de Fátima sobre la situación la deja en una posición vulnerable, ya que no puede prever el impacto que estas elecciones podrían tener en la dinámica familiar. Es fundamental que Fátima se mantenga alerta y busque la manera de comunicarse con Solange para intentar influir positivamente en su camino y proteger a Zoé y a al niño de posibles daños. La situación es compleja y requiere empatía y paciencia, pero también una intervención sabia para evitar que las decisiones equivocadas de Solange causen un daño irreparable en sus seres queridos.