-Qué hace una mujer en el baño de los hombres –dice a lo que yo me pongo como un tomate.
-Lo siento creí que era el de las mujeres –respondo y trato de salir, pero me sostiene por el brazo, me viro quedando a centímetros de su cara.
-Ten cuidado que estas borracha –dice soltándome del brazo.
Salgo del baño buscando a mi amiga, pero no la veo. Hay unas chicas sentadas cerca de donde estaba Sami me acerco a preguntarles.
-Buenas noches –le digo y todas voltean a verme –Ustedes no vieron a donde se fue la muchacha que estaba sentada en la mesa de al lado?
-Me parece que cogió con un chico rumbo al aparcamiento –responde una de ellas.
-Gracias y disculpen la molestia –les agradezco y salgo rumbo a donde fue mi amiga.
Cuando voy llegando escucho en ‘suéltame’ que reconozco de inmediato como la voz de mi amiga. Me quito los zapatos y salgo corriendo cuando llego veo como un joven tiene a mi amiga acorralada, me paro detrás de él y le grito:
-¡Suéltala imbécil , metete con alguien de tu tamaño ! -cuando termino la frase le doy el primer golpe, pero obviamente él es más fuerte que yo y logra tumbarme y cuando este enzima mío siento como lo levantan por la espalda de un empujón.
Cuando logro ver quien era me quedo asombrada al ver que es el mismo muchacho que me tope en el baño. Logra hacer que el estúpido que intentaba violar a Sami saliera corriendo. Me levanto del piso y voy a ver a mi amiga la cual estaba echa un puro temblor.
-Estas bien nena –le digo abrazándola –Ya todo termino –ella asciende y me responde el abrazo entre lágrimas.
Me paro y voy hasta donde está el muchacho.
-Gracias –le digo.
-De nada –responde –Te dije que tuvieras cuidado.
-Lo sé, pero no iba a dejar que nada malo le pasara –le respondo –Puedo saber el nombre de mi salvador –le digo.
-Mi nombre es Dylan, mucho gusto y el suyo –me pregunta.
-El mío es Lydia y puedes tutearme –le respondo y salgo rumbo a mi auto con mi amiga.
Decidí que Sami se quedara en mi casa para que sus padres no la vieran en ese estado en el que estaba y mañana iba a salir de aquí para el instituto.
Siento el teléfono sonar y era la alarma, me levantó y despierto a mi amiga quien después de llorar se quedó rendida me da mucha lastima lo que le paso.
Bajamos a desayunar y salimos para el instituto al llegar salimos del auto y le digo a Max que a la misma hora de siempre sin más entro y voy al aula correspondiente esta clase no me toca con Sami. A los diez minutos entra el profesor de la asignatura junto al director.
-Buenos días alumnos –nos dice el profesor.
-Buenos días profesor –respondemos todos al unismo.
Después habla el director –Tengo el gusto de presentarles a su nuevo compañero de clases –dice y entra un muchacho alto, de piel blanca, ojos verdes y pelo castaño.
Cuando veo quien es me quedo con la boca abierta.