Enamorada del Hijo de un Mafioso

Capítulo 15

Ya era viernes y estaba en el instituto esperando nuestro turno para exponer nuestro informe. No había visto más a Dylan después que se fue de mi casa, ya que no ha estado viniendo al instituto y no se la razón ya que no me ha escrito, ni llamado y mis padres no me dicen nada.

-Los del tema 4 su turno –nos llama la profesora.

Los tres que nos encontrábamos aquí nos posicionamos en nuestros lugares como lo ensayamos el lunes.

-¿Dónde está Dylan él también es de este equipo? –pregunta la profesora.

-No est… -iba a hablar, pero el mencionado entra agitado al aula parece que venía corriendo.

-Siento llegar tarde había mucho tráfico –se disculpa con la profesora.

-Asegúrese de llegar temprano la próxima vez sino no lo voy a dejar entrar a la exposición –le dice la profe.

-Así va a ser no se preocupe –le dice Dylan a la profesora y se pone al lado de mí –Buenos días princesita.

-Buenos días idiota –le responde y él se ríe bajito al oír mi apodo.

Exponemos el trabajo y cogemos todos los puntos, estoy muy feliz por eso.

-Recuerden que el viernes de la semana que vine es el baile que se hace a finales de cada periodo –nos recuerda la profesora.

Yo solía ir a ese baile con mi mejor amigo Jacob, pero él se mudó de país porque a su padre le ofrecieron un mejor puesto de trabajo en España y se mudaron para allá de vez en cuando hablo con él, supongo que ha este baile voy a ir sola o no iré todavía no se bien lo que haga.

El último turno ya se está acabando cuando siento mi teléfono vibrar.

Idiota: Espérame cuando se termine este turno que yo soy el que te va a llevar para la casa del campo.

Ya había olvidado que hoy nos íbamos para seguir con nuestro entrenamiento.

Yo: Esta bien, pero tengo que pasar por mi casa a recoger ropa y a cambiarme.

Idiota: No te preocupes yo te llevo a tu casa por ropa y después salimos para allá.

No le contesto este último mensaje dando por terminada esta conversación. A los 20 minutos suena el timbre dando por terminada la clase y todos salimos de las aulas, yo me quedo en la puerta del instituto esperando a Dylan.

NARRA DYLAN

Cuando estoy llegando a mi auto veo a Malia acercándose a donde estoy y no le hago caso.

-¡Dylan! –me grita y la veo apurarse para llegar a donde estoy –Como estas.

-Bien Malia –le respondo sin mucho interés.

-Crees que puedas llevarme a mi casa es que mi padre no puedo venir conmigo y no cogí dinero para un taxi –me dice, que excusa más patética.

-Está bien –accedo solo porque sé que a la pelinegra le molesta.

Nos montamos y ella se sienta en el asiento del copiloto. Salgo y cuando voy llegando a donde esta Lydia la veo conversando con Alam y siento como me hierve la sangre de ver como se está riendo con él y los cómodos que se le ven estando juntos. Cuando llego a donde están veo como se despiden con un beso en la mejilla y eso aumenta más mi molestia, no me gusta que ese tipo este cerca de ella.

Veo como Malia baja la ventanilla del auto para que ella se dé cuenta que el asiento del copiloto está ocupado y el rostro de la pelinegra cambia de uno alegre a uno con una molestia, pero eso solo se le ve por segundos porque enseguida pone una sonrisa y se sienta en la parte de atrás y no dice ni una sola palabra.

Llegamos a la casa de Malia y cuando se va a bajar me da un beso en la mejilla bastante cerca de los labios, veo por el espejo como Lydia pone los ojos en blanco y esto me hace sonreír.

-Puedes pasarte para adelante si quieres –le digo.

-Ni loca que yo este, sabrá dios que bacterias dejo tu novia allí –me responde ella y yo suelto una carcajada.

-Ay princesita si supieras lo que me gusta verte molesta –le digo –Además mi única novia y esposa vas a ser tu.

-Si claro como no –me responde y se pone a mirar por la ventanilla en todo lo que resta de trayecto hasta su casa.

Llegamos a su casa y nos adentramos en el salón.

-Esperame voy a cambiarme y a recoger mis cosas– me dices y se adelanta camino a su habitación.

Mientras espero a que baje me pongo a ver las fotografías que tienen en el salón. Ay una en particular que me llama la atención y es de Lydia cuando chiquita con un chico más grande que ella se le ve muy sonriente y feliz por su compañía me preguntó quien será.

-Es mi hermano mayor –me dice ella y cuando me giro la veo bajando las escaleras con un short negro que se le pega por completo a la cintura, un top del mismo color que les resalta los senos, con unas zapatillas blancas y en el brazo tiene colgada la mochila que supongo trae la ropa para este fin de semana– Te vas a quedar allí parado o nos vamos a ir ya?

-Emm...los siento– le digo pues no se que más decirle es que con esa ropa se ve tentativamente peligrosa para mí salud mental.

Salimos de la casa rumbo a la casa del campo y algo me dice q este fin de semana va a ser bastante interesante




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