Ellos entran a la cafetería y los alumnos que estaban ahí se les quedaban viendo asombrados. No entendían lo que estaba pasando, ella toma asiento y él pide sus almuerzos para llevarlos a la mesa y así lo hace. Ellos empiezan a comer y tiempo después terminan.
Sebastián: falta unos cuantos minutos para que termine la hora del receso. No puedo creer que estemos juntos y lo único bueno de ir al mismo salón es que puedo estar todavía más cerca de ti para cuidarte.
Esmeralda: eso quiere decir que eres tú la razón de que ningún chico se me acercara. Ahora lo entiendo todo y eso pasaba cuando alguien se acercaba a mí.
Sebastián: esa era la única manera que conozco de cuidarte, mi Esmeralda. Nada más que todos los años siempre ha sido igual, ahora llego el momento de escribir nuestra historia de amor que no se fija en la apariencia física sino en verdaderos sentimientos.
Esmeralda: fueron tan lindas tus palabras que me hace darme cuenta que para el amor nunca habrá imposibles. Porque el corazón es quien elige la persona adecuada para amar.
Sebastián: tienes razón. Solamente que yo me enamoré desde el primer día en que te vi cruzar la puerta del salón y sabía que eras diferente, porque nunca había conocido a alguien especial como tú, pero sobre todo me impresionaste cuando nuestras miradas se volvieron una sola.
Esmeralda: debemos de irnos a nuestro salón de clases. Seguramente la maestra no tardará en llegar y todavía estamos en la cafetería.
Sebastián: antes de irnos recuerda que somos novios y que debo de cumplir con mi deber en llevarte a tu casa cuando salgamos de la escuela.
Esmeralda: solo necesito recordarte que mi casa está algo retirada y por esa razón siempre me voy en el autobús que me lleva directamente a mi casa.
Sebastián: no será necesario que sigas esperándolo. Porque yo te llevare en mi auto y de esa manera puedes llegar un poco más temprano.
Esmeralda: muchas gracias, Sebastián. Pero no quiero llegar tarde, además lo primero que hago es hacer mi tarea y cuando termino veo la televisión, esa siempre ha sido mi vida.
Sebastián: ahora yo estoy en tu vida. Recuerda que no te espera lo mismo de siempre y quiero demostrarte el amor que tantos años guarde para ti.
Esmeralda: el amor es lo único que nos faltaba para ser felices y será mejor levantarnos de la mesa para poder irnos a nuestro destino.
Sebastián: está bien. Solamente que pueden pasar las horas y no la siento porque el tiempo que pasa es lo último que me interesa con tal de estar un instante a tu lado.
Esmeralda: perdimos tantos momentos juntos que debemos de recuperar. Ahora me puedo imaginar que estás de acuerdo conmigo.