Capítulo 4

Ellos se levantan de sus asientos y se dirigen a su salón de clases tomados de la mano, pero a Sebastián le gustaba ver reflejados en los ojos de su novia la felicidad. Ahora él se iba a encargar de que eso fuera lo único que reflejara, ellos tiempo después llegan y cada quien se sienta en su lugar, así transcurrieron las clases hasta que al fin llega la hora de la salida. Esmeralda no sabía si levantarse o tendría que esperar a que sus compañeros salieran.

Fernando: ahora todos nos dimos cuenta de que al fin tienes novia. Nada más que no la debes dejar esperando, porque se ve que eso está haciendo al no levantarse de su silla.

Sebastián: tienes razón. Ella es mi novia y sobre todo le prometí que la llevaría a su casa, entonces después seguimos conversando.

Fernando: sabía que ella iba a cambiar ese carácter que siempre tenías. Solo que en este preciso momento se nota el amor que sientes.

Sebastián: lo siento, pero no puedo seguir hablando contigo, amigo. Sabiendo que estoy a unos cuantos pasos de mi Esmeralda.

Él se despide de su amigo y Sebastián sonríe al acercarse a ella para después hacerlo. Ella se levanta de su asiento con su ayuda y salen de su salón de clases para dirigirse al estacionamiento.

Esmeralda: nuestra historia me recuerda a unos de mis libros favoritos llamado amor en silencio. Porque desde el principio sería un amor que nunca iba a poder ser.

Sebastián: lo nuestro es un amor verdadero, aunque fuera en silencio. Además, las historias que están plasmadas en un libro puede ser real o irreal, según como la sientan.

Esmeralda: esas historias me recuerdan que todos tenemos derecho de amar y que no debemos de darnos por vencidos, porque ese sentimiento es algo maravilloso, solamente me imagino a las personas que evitan hacerlo y lo único que les espera es un mundo de soledad.

Sebastián: esa vida es demasiado triste. Nada más que hace años yo me sentía de esa manera y te conocí, pero todo cambio con una sonrisa tuya.

Esmeralda: porque no puedes evitar ser tan lindo conmigo. Ahora entiendo cuando dicen que todo llega a su debido tiempo y este es el nuestro.

Sebastián: así es, mi Esmeralda. Sabía que no iba a pasar nada bueno si seguía callando y mi amigo me abrió los ojos para hablar contigo, solo que un día se lo tendré que agradecer.

Ellos tiempo después llegan al estacionamiento y el ayuda a su novia a subir a su auto para hacerlo el también. Nada más que de esta manera ellos se dirigen a su destino.

Esmeralda: me pregunto para ti como sería pedirme que sea tu novia de manera oficial. Porque desde que me lo dijiste tengo curiosidad de saberlo.

Sebastián: primero tendremos una cita como corresponde y precisamente en ese momento te lo pediré. Ahora hable de más, pero hubiera sido mejor que no lo supiera hasta que pasara.

Esmeralda: prometo sorprenderme cuando lo hagas. Espero que nuestra primera cita sea como la imagine y eso es lo que menos me importaría si quiero estar a tu lado.