Sebastián: solo que a mi si me importa. Mañana será un hermoso día donde te sorprenderé y tendrás una propuesta para que seamos novios de una manera demasiado original.
Esmeralda: eso será algo digno de ver. Además, por fin conoceré esa parte romántica tuya que es totalmente desconocida para mí.
Sebastián: precisamente mañana lo harás. Solamente que falta muy poco tiempo para que lleguemos a tu casa y te volveré ver hasta mañana.
Esmeralda: no puedo creer que también sepas a donde vivo, Sebastián. Porque nunca me preguntaste la dirección de mi casa y eso es algo extraño.
Sebastián: se todo de ti, nada que es lo único que te diré. Seguramente pensaras ahora que lo que siento por ti no es amor, pero siempre he tenido claro mis sentimientos y te amo. Además, solo bastaría con que escuches mi corazón para que tengas todas tus respuestas.
Esmeralda: te creo y no es necesario que lo escuche. El amor es un sentimiento que es el único que no se puede fingir y en tus ojos veo amor.
Sebastián: te puedo decir en un poema lo que tu amor significa para mí. Pero este no sería el momento adecuado y lo único que quiero es que me permitas darte un beso en la mejilla para el día de mañana hacerlo en tus labios.
Esmeralda: está bien. El primer beso tiene que ser especial y tengo que esperar hasta que sea nuestra cita para que me lo des de verdad.
Él se estaciona en la casa de Esmeralda y él se acerca a ella para dárselo en la mejilla, Esmeralda se sonroja cuando él se separa lentamente de ella. Sebastián no pudo evitar sonreír, porque había permitido que lo hiciera, él se baja de su auto y ayuda a bajar a su novia para poder llevarla hasta la puerta de su casa y nuevamente se despiden. Ella entra a su casa y sobre todo nunca olvidaría este momento de felicidad.
Nana: al fin eres feliz, mi niña. Seguramente te preguntaras que hago en tu casa y he regresado antes de mi pueblo para poder estar a tu lado.
Esmeralda: tienes razón y el que estés aquí es un motivo más para que lo sea. Además, muchas gracias por regresar, porque pensé que ya no iba a volver a verte.
Nana: nunca te dejaría sola y más sabiendo como son tus padres contigo. Ahora debes de subir a tu recámara y cuando hayas terminado de hacer la tarea tendrás que bajar para que puedas comer.
Esmeralda: está bien. Eso lo hago siempre cuando empiezan las clases, solo que será diferente, pero eso te lo diré durante la comida, así que nos vemos cuando haya terminado.
Ella se sube a su recámara, Esmeralda deja su mochila en su escritorio para posteriormente cambiarse de ropa y así lo hace. Ella se sienta en su escritorio y saca sus útiles escolares para empezar las escaleras, primero tenía que empezar con la de español para terminar con la de matemáticas, ella lo único que tenía que hacer era poner atención a todas sus clases y las entendían perfectamente. Ella tiempo después termina y baja a la cocina donde su nana la estaba esperando con su comida para después tomar asiento.
Nana: será mejor que empieces a comer antes de que tu comida se enfrié. No quiero que te la comas fría, ya que te puede hacer mal y lo menos que quiero es llevarte al doctor mañana.