Enamorado de la fea

Capítulo 8

Sebastián: buenos días, mi Esmeralda. Perdóname por no saludarte cuando bajaste del autobús, solo que primero quería besarte y de una vez te digo que saliendo de la escuela nos iremos a nuestra cita.

Esmeralda: tenías razón cuando me dijiste que sería algo original. Ahora tengo que esperar a que terminen las clases para poder tenerla.

Sebastián: el tiempo va a pasar demasiado rápido. Además, este día en que te voy a pedir que seas mi novia no lo vas a volver a olvidar, porque necesito hacerlo de esta manera.

Esmeralda: está bien, yo me siento feliz con que lo hagas. Pero también para mi es importante y nunca me pude imaginar que significaba tanto para ti.

Sebastián: significas todo para mí. Porque siempre has sido mi primer amor y lo único que me queda es demostrarte el amor que siento por ti, solo que crece con el tiempo y más cuando te veo y me regalas una hermosa sonrisa.

Esmeralda: muchas gracias, Sebastián. Nada más que no debemos de estar todo el tiempo juntos y no quiero que te aburras de estar a mi lado.

Sebastián: eso nunca pasara y cada momento en que estamos juntos encuentro algo interesante que me gusta de ti. Necesito decirte que lo primero que logro llamar mi atención fueron tus hermosos ojos que al instante me enamoraron y todo esto debo de dejarlo para nuestra cita.

Ellos caminan tomados de la mano hasta llegar a su salón de clases y cuando lo hacen toman asiento en su lugar. Pero las clases siguieron su curso, Sebastián no perdía la oportunidad de verla concentrada en lo que decía la maestra. Ella era su amor y se iba a encargar de que todos los que se burlaban de su apariencia la respetaran, hasta que de repente se escucha el timbre de la hora del receso.

Fernando: deberías de concentrarte en las clases. Además, tienes todo el tiempo del mundo para estar con ella y definitivamente enamorarte fue algo bueno para ti.

Sebastián: necesitas hacerlo también. Solamente que el corazón es el que elige, porque nosotros no lo hacemos y tal vez sea diferente para ti.

Fernando: aceptare a la persona que el destino tiene predestinada para mí. Ella será el amor que tanto he esperado y sobre todo soñado.

Sebastián: ahora tengo que irme, mi Esmeralda me espera. Ella necesita comer su almuerzo y yo como todos días la pienso acompañar.

Fernando: precisamente se acaba de ir rumbo a la cafetería. Seguramente pensó que tardaríamos en conversar más tiempo, será mejor que te vayas, además se perfectamente que no te gusta que ella se haya ido sola y más sabiendo que se puede acercar a ella su eterno enamorado y siempre lo hace cuando tú no estás cerca.

Sebastián: esto no puede ser verdad. Leandro tiene que entender que ella me ama solamente a mí, eso lo sabe y estoy seguro de que esa sería la razón por la cual casi no lo hace, porque siempre ha sabido que no tiene ninguna oportunidad con ella.

Fernando: tienes razón, amigo. Nada más que debes de tener mucho cuidado con él, pero más ahora que Esmeralda es tu novia, el sí está enamorado de ella hará todo lo posible para separarlos y necesitaras hacer algo para impedirlo.




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