Capítulo 9

Sebastián: él tuvo la misma oportunidad de hacerlo y nunca la aprovecho. Además, no sabes cómo lo siento por Leandro y solo que en los sentimientos no se mandan.

Él se despide de su amigo para después salir rumbo a la cafetería y tiempo después llega. Esmeralda estaba sentada comiendo su almuerzo y lo que no le gusto es ver al enamorado de su novia que estaba a punto de acercarse a ella, pero no lo hizo. Sebastián en unos cuantos minutos estaba a su lado para después darle un beso en su mejilla y tomar asiento.

Esmeralda: no puedes hacer este tipo de demostraciones en la escuela. No pienso negarte que me gusto, ya que le debemos respeto a este lugar.

Sebastián: está bien, mi Esmeralda. Será imposible para mí evitar hacerlo y más cuando estoy contigo que solo quiero besarte cuando te veo.

Esmeralda: lamento que para ti sea algo imposible. Solamente que debo de respetar las costumbres que me enseño mi nana y es la única manera en que me haré respetar ante ti.

Sebastián: eso siempre lo haré. Porque te amo y con mucha más razón te lo daré en la tarde, pero este momento tan esperado para mí será un recuerdo especial de nuestra cita.

Esmeralda: también necesitas comer tu almuerzo. Será mejor que lo pidas para que almorcemos los dos juntos, solo que no me gusta cómo se nos quedan viendo los demás alumnos de la escuela.

Sebastián: no quiero que te preocupes por ninguno de ellos. Personalmente les haré saber a todos ellos que eres mi novia y estoy seguro que nadie me quiere ver enojado.

Él se levanta de su asiento para poder pedir su almuerzo y cuando lo tiene en sus manos regresa a su lado. Ahora ya no podía estar separado de su amor, Sebastián se sienta y ellos empiezan a comer, nada más que tiempo después terminan.

Esmeralda: me siento demasiada ilusionada con nuestra primera cita. Además, porque también conozco tu intención de hacerlo así.

Sebastián: es algo que necesitaba hacer, mi Esmeralda. Pero falta menos tiempo que antes y eso me recuerda que tengo un obsequio que darte.

Esmeralda: seguramente debe de ser algo lindo. Solamente que no me puedo imaginar cual sería mi obsequio y no me digas que lo tienes contigo. Porque mejor no me lo das cuando estemos de camino y te pido que hagas esto por mí, por favor.

Sebastián: está bien y lo hare como tú quieres. Nada más que para mí no es tiempo suficiente con verte en la escuela y esos momentos se me hacen tan cortos.

Esmeralda: tendrás que acostumbrarte. Ahora que somos novios no existe ningún impedimento para que nos veamos tan seguido como quieres.

Sebastián: tienes razón, mi Esmeralda. Necesitamos irnos al salón de clases, solo que cuando estamos en el salón no puedo evitar apreciar lo hermosa que eres.

Esmeralda: se sienta tan lindo que me digas de esa manera. Recuerda que estamos en la escuela y te van a escuchar los demás alumnos.