Encerrada

Capítulo 3

5 años después…

23 de agosto de 2024

 

Nova se sentó en su escritorio como cada día después de aquel suceso. Abrió su laptop y empezó a trabajar.

Si bien nunca fue una persona de cambios, de un día a otro las cosas giraron hasta desestabilizarla. Tomó refugio entre esas cuatro paredes que un día compartió con su madre.

Ahora estaba sola, inmersa en la paranoia. Completamente sola.

Lloraba cada noche hasta que sus lágrimas cesaban y veía hacia el cielo nocturno meditabunda.

Su vida ahora era esto. Una especie de prisión que la mantenía segura, la mantenía en calma. Alejada del peligro exterior. Lástima que no esté alejada del dolor.

Nova no volvió a saber sobre aquello que se hace llamar alegría, ese era un lujo que ya no tenía. Ya había olvidado la última vez que había sonreído de forma espontánea.

Solo podía mostrar una cara de póker para mantener su trabajo, una careta de sonrisas vacías que la hacían más miserable.

  • Smile, niños. Repitan conmigo. Smile —dijo con paciencia.

Los niños abrían el micrófono uno a uno para repetir la nueva palabra que se les presentaba.

Al terminar la jornada laboral, llenó su tina de baño con agua muy fría. En la cocina se sirvió una copa de vino y regresó hacia su baño.

Se quitó la ropa que traía, prenda por prenda iba cayendo al suelo hasta quedar completamente desnuda. Se metió en la tina y sumergió todo su cuerpo en el agua, dejando su cabeza y la mano con la que sostenía la copa por fuera.

La imagen de su madre cubierta de sangre regresaba a su cabeza, el sujeto encapuchado, la pistola, los cartuchos en el piso y de pronto todo negro, con un sonido repetitivo, seco, que la estremecía.

¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!

Bebió lo que quedaba en su copa, tragando pesado. Hundió su cabeza en el agua tratando de apagar ese sonido.

¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!

Ya no se veía ninguna parte de su cuerpo en la superficie, se inmergió por completo.

Se quedó allí durante un par de minutos, hasta que su cuerpo buscó el oxígeno para poder sobrevivir, sacando su cabeza del agua.

Lo repitió un par de veces, hasta que la desesperación por llenar de aire sus pulmones vaciara su mente.

Luego salió de la tina, se puso su bata de baño y regresó a la cocina por más vino para rellenar su copa.

Trató de servirse, pero se terminó llevando la botella.

De vuelta a la tina, abrió la llave de agua caliente y dejó que ambas aguas se combinaran. El vapor inundó la habitación, empañando el espejo.

Nova se recostó en la pared, viendo cómo el agua caía, mientras daba sorbos a su copa.

Finalmente, al llegar al límite de la bañera, cerró la llave, dejando todo en un profundo silencio.

Al quitarse la bata, comenzó a escuchar susurros. Al principio leves, casi imperceptibles, luego más y más fuertes, hasta que pudo escucharlo con claridad.

  • Nova… estoy aquí, he llegado a ti… me ha tomado tiempo.

Esa voz se repetía hasta llegar al punto que parecía estar dentro de su cabeza.

Nova dejó la copa de vino en el mesón del lavamanos, y sacudió su cabeza; el sonido había desaparecido.

Poco después volvió a escucharlo.

  • Nova, estoy aquí para ti.

Parecía provenir del espejo.

Nova se acercó lentamente al espejo empañado, acercó su mano al cristal y la pasó sobre el tratando de limpiarlo para ver qué había detrás, pero solo se encontró con su reflejo confundido.

Se quedó allí. Contemplándose, esperando que algo cambiara en lo que estaba viendo, que algo apareciera, pero no fue así.




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