Capitulo 4

Quedamos en que iríamos el sábado de esa misma semana, para el cual faltaban solamente dos días, dos días eran los que tenía para asimilar lo que iba a hacer y lo que pasaría con esa casa, dos días para comprender que me enfrentaría al lugar que no iba desde el accidente, el lugar que cambió mi vida, y no precisamente para mejor -Ay helena no sabes cuanta falta me haces y cuanto te extraño

Mis padres y Alex tienen un viaje de negocios del cual regresan el lunes y me imagino que Alan se quedará con su novia todo ese tiempo, lo que quiere decir que estaré sola en casa, si sola; Logré convencer a mis padres de darles el resto de la semana libre a los trabajadores, no soy una niña y nada va a pasarme. Por otro lado Patrick no ha ido a estudiar estos últimos días ¿si me importa? No. ¿Si me preocupa? Un poco, es raro no saber del aunque lo conozca hace pocos días

Dos días después

Me encuentro en mi habitación esperando que Délfin pase por mí, quedamos en ir juntos a su antigua casa. Cerca de las 2 de la tarde suena el claxon de un auto que indiscutiblemente es el de mi mejor amigo. Sin hacerlo esperar bajo hacia su auto. Segundos después de haber subido el arranca, el trayecto fue en completo silencio y en contra de todo pronóstico no me encontraba nerviosa ¿significa eso que ya lo superé? ¿Que ya no duele tanto? ¿Que ya me perdoné? ¿Que su fantasma dejará de atormentarme? ¿y sus recuerdos de causar estragos en mí? Pues creo que canté victoria muy rápido. Una vez en su casa mis nervios hicieron acto de presencia, la sensación que sentía en ese momento solo se comparaba a la que había tenido durante los instantes de agonía cuando no sabía qué pasaría con mi mejor amiga, esos instantes en los que sientes que el mundo se detiene y que lo único que escuchas es tu corazón latir tan deprisa que parece que estuviera haciendo una carrera para salir de su sitio

-¿segura que quieres entrar? -Preguntó Délfin al ver mi cara de terror

-sí, ya estamos aquí, no hay vuelta atrás -El asintió y se bajó del auto rumbo hacia la entrada. Respiré profundamente y lo seguí

Una vez adentro me percaté de que todo estaba en el mismo lugar que lo recordaba. Los muebles de color gris con blanco ubicados en todo el centro de la casa, las estatuas, espejos, lo único que cambió aparte de las múltiples piezas de arte, son los retratos de la familia, esos ya no están. Recorrimos gran parte del primer piso, pues aun no me animaba a subir a la segunda planta, hasta que llegué a la puerta que daba al patio trasero. Giré la cabeza en dirección a Délfin como diciendo que me dirigía hacia ese lugar

Mientras caminaba y observaba todo sentía que mi corazón se aceleraba y mi respiración se agitaba, pero aun así seguía caminando, a cada paso que daba parecía como si me acercara a mi fin, como si estuviera caminando hacia un pozo de lava o un acantilado cubierto de neblina, en el que no sabía si la caída seria de 5 metros o de 500

Me detuve justo en frente de la pequeña cueva a meditar si debía entrar o no, mi cerebro decía que no, mi mente también, mi conciencia que diera un paso atrás, mi corazón que hiciera algo ya o se detendría, pero mi cuerpo y subconsciente decidieron adentrase a ese lugar. Inspeccioné con lentitud, nostalgia y lágrimas en los ojos el lugar que por mucho tiempo me hizo feliz. Por algún motivo me dio por mirar abajo y en el suelo, muy a la esquina se encontraba un pequeño papel, me acerqué y lo abrí

“10 minutos después comenzará, hazlo bien” no sabía que significaba eso, pero hasta donde recuerdo eso no estaba allí antes del accidente y supuestamente nadie había venido aquí. La cabeza me comenzó a dar vueltas, veía todo borroso y con manchas, las piernas me flaqueaban y la respiración me fallaba. Como pude guarde el papel, luego todo se puso negro