Capitulo II

Alexander

Los papeles que antes se encontraban sobre el escritorio ahora estan en el piso, la lampara y los adornos estan rotos, los cristales estan dispersos por diversos lados, no hay rastro del reloj, movi absolutamente todo, los estantes que antes tenian los libros, ahora esos mismos libros se encuentran en el suelo, la silla esta dada vuelta y los cajones vacios, su contenido se encuentra desparramado en el suelo, escucho como la puerta es abierta y un jadeo de sorpresa, levanto la vista y me encuentro con mi madre quien observa el desastre del lugar

- Pero que ha pasado.- se acerca con cuidado de no pisar nada de lo que hay en el suelo.- ¿te encuentras bien Alexander?, que fue lo que sucedio.- suspiro antes de tomar la silla y acomodarla para sentarme

- No encuentro mi reloj de bolsillo.- ella me mira con tristeza.- se que lo deje sobre mi escritorio pero ahora no esta.- llevo mis manos a mi frente.- simplemente desapareció, lo unico que me quedaba de ella desaparecio, maldicion.- mi madre retrocede asustada por mi repentino arrebato, la observo.- lo lamento madre, solo, ahora no es un buen momento.- mi madre se acerca y me abraza por el cuello

- Lo entiendo cariño, entiendo tu dolor, se como se siente perder a alguien a quien amas, lo entiendo.- ella acaricia mi cabello con delicadeza, me apoyo en su pecho, tengo ganas de llorar, el reloj era mi ultimo recuerdo de la existencia de Basilia, de nuestros años juntos, de la vida que vivi a su lado, del como se me fue arrebatada, respiro profundo y me separo de mi madre

- Cuándo entre, Valentine estaba aqui, estaba con esto.- levanto el grimorio del suelo.- él lo estaba leyendo, queria llevarlo consigo pero no se lo permití.- mi madre asiente y toma el grimorio

- Lamento haberte pedido que cuidaras de algo como esto, no creo que tu compañero sea alguien con malas intenciones, tal ves entregarle esto como una ofrenda de paz, el es tu compañero, Alexander, se que lo de Basilia aun te afecta pero.- ella toma mis manos.- es hora de que lo superes cariño, te lo digo como una persona que ha tenido multiples perdidas en su vida, ya es tiempo de que sanes y que dejes su memoria descansar

la observo en silencio mientras ella habla, mi madre tiene razon pero no es tan facil superar la muerte de tu mejor amiga y prometida, aquel reloj era su ultimo recuerdo, aun recuerdo cuando ella llego aqui con ese regalo...

-Alex, te extrañe.- sus brazos me envuelven en un caluroso abrazo, su cabello huele a flores y su vestido rojo con bordados la hace ver como lo que pronto sera, una reina.- he traido regalos, bueno en realidad te traje uno a ti.- pasa su mano por su rostro, sus preciosos ojos cafes me observan curiosa.- sucede algo

niego, el tenerla de vuelta en el palacio me resultaba tranquilizador, si hubiera sabido lo que pasaria dias mas tardes la hubiera mandado de vuelta al mundo humano, donde ella pertenecia, a salvo con su familia y no aqui donde estaba rodeada de monstruos, cuando me tendió el regalo estaba muy ansiosa por saber si me gustaría, cuando abrí la pequeña caja quede imprecionado, un pequeño reloj de bolsillo dorado con detalles, al abrirlo habia una dedicatoria y la fecha en que nos comprometimos.
Ese dia pasamos toda la tarde juntos, planificamos la boda y enviamos invitaciones, tres dias despues ella estaba muerta, sacudo mi cabeza alejando los pensamientos y me concentro en mi madre

- Lo se, estare bien, ordenare este desastre y ire a hablar con él, tal ves pueda acercarme un poco antes de que se vaya mañana.- ella asiente y sale dejandome solo entre mi desastre y mis pensamientos.

Valentine

Me encuentro sentado en el balcon, observo a los guardias mientras dan sus rondas, espero el momento exacto en que pueda salir de ahí, deje el reloj de bolsillo sobre la cama, no quiero tener que verlo otra vez, no puedo negar que una parte de mi se pregunta que paso con la joven, y solo puedo pensar en la posibilidad de que esta muerta, si no, yo no estaría aqui, escucho voces al otro lado de la puerta

- ¿Esta despierto?.- la voz de Alexander me sobresalta, el sonido de la puerta me desespera y lo unico que puedo hacer es saltar...

aterrizo forzosamente en la nieve, me escondo lo mas rapido que puedo, los guardias escucharon el ruido y empiezan a buscar su origen, pasan corriendo frente a mi, por suerte no logran verme, una vez asegurado que no hay nadie, corro hacia el bosque, me sumerjo cada vez mas profundo, la luz de la luna ilumina el lugar, me detengo un segundo a contemplarla

- Siempre presente, ¿verdad Moon?.- se que ella me escucha pero no estamos en el mismo lugar, es imposible que me conteste, continuo mi camino, escucho a los guardias tras de mi, corro hasta un cobertizo que aparece en mi campo de visión, hay unos guardias afuera de el, me acerco con cuidado de no alertarlos con mi presencia, entro por una ventana lateral, esta oscuro, no hay rastros de guardias dentro del lugar, aterrizo sobre algo liquido, hay un olor recugnante y escucho unos sollozos, me acerco hasta el origen del ruido, me encuentro una celda no muy lejos de la ventana, una figura pequeña llora desde dentro, se calla al sentir mi presencia, me acerco para observarlo lo mejor que puedo, es un niño, lo observo con asombro, él no me mira, invoco mi lanza y rompo los candados que mantenían la puerta de la celda cerrada, él pequeño me mira entonces, sus ojos amarillos me hacen retroceder sorprendido, es un licantropo, uno muy joven, me acerco de nuevo está vez él retrocede

- Esta bien, no te hare daño.- saco mi chaqueta y se la entrego, debe estar congelandoce aqui.- ten, no te lastimare, solo quiero ayudarte.- él toma la chaqueta con duda, y yo le sonrio.- me llamo Creation.- me mira con asombro, al parecer a escuchado el nombre antes, suspiro

- E...e..res...eres el dios, Creation.- asiento, él se levanta de apoco y puedo ver sus heridas, sus piernas estan llenas de moretones y sangre, sus muñecas tienen vendas, su ropa esta extremadamente sucia