Enredos Digitales

07: Azul

Londres, Manchester, Ámsterdam, Dublín, Milán, Praga, Osaka, Beijing y Bangkok eran algunas de las ciudades donde Nebula Drive se había presentado durante las últimas semanas. La gira estaba prevista para durar seis meses, con la esperanza de que ninguna de las 63 presentaciones programadas fuera reprogramada o cancelada. Hasta el momento, ya habían realizado 36 presentaciones sin inconvenientes, logrando varios sold out en el camino.

—Mira esto, ¡mira, mira! —Jake llegó frente a Luke, dejando su laptop frente a él, mostrando un correo electrónico del representante de la banda que Luke aún no había leído por estar desayunando—. ¡Agotamos un maldito Madison Square Garden! ¿Sabes lo que es eso? ¡Un Madison Square Garden!

Luke repasó el correo dos veces, queriendo corroborar que lo que decía Jake era verdad y no una de sus poco divertidas bromas habituales. El correo era una felicitación para la banda, además de estadísticas sobre el tiempo en que se habían vendido las entradas.

—¡Veinte mil personas, Jake! Y pensar que Marco decía que la tensión mediática podía afectar la venta en América, ¡ja! —dijo Luke con desagrado. Luego de la reunión obligatoria con su agente y el publicista jefe de la gira, le dejaron claro que debía mejorar su imagen en redes—. Solo pido que lleguemos intactos a esa fecha.

—A este punto, temo por Connor —respondió Jake.

—Me mensajeó hace rato. El doctor le recetó antibióticos, mucho líquido y descanso. —Luke abrió la aplicación del calendario en su teléfono, que estaba llena de colores señalando sus actividades en los próximos días—. Tiene aproximadamente 15 horas para descansar. Podemos asistir a la entrevista de la noche sin él y al programa de radio de la mañana también, así puede recuperarse. Ya le avisé a Marco que tomamos esa decisión, prefiero que seamos solo tres, pero que en el show Connor pueda rendir lo usual.

Jake se quedó viendo fijamente a Luke directo a la cara, Luke estuvo a punto de preguntarle si tenía algo en la cara, cuando Jake le dijo:

—Luke, te está temblando el ojo, ¿estás seguro que estás tranquilo con todo esto? —Jake dejó su tono socarrón usual, cambiándolo por uno más serio y preocupado—, ¿necesitas que te ayude en algo?

—No te preocupes, todo está bajo control —¿a quién le mentía? si hasta él sentía ese ligero temblor en su ojo, pero ya se había vuelto tan usual que no le molestaba.

El resto de la tarde pasó en un torbellino de entrevistas, reuniones con unos posibles productores locales y un ensayo previo al concierto, lo cual fue un poco más complicado sin tener a Connor en la batería como era usual.

En las entrevistas él, Cameron y Jake lograron cubrir la ausencia de Connor lo mejor posible, pero eso no quitaba que Luke sintiera preocupación por la presentación del día siguiente, la magia de Nebula Drive es que eran una banda completa, donde todos tocan y todos cantan, así que ser tres de cuatro no era una opción.

Al finalizar el ensayo, para aligerar la tensión, Cameron sacó una botella de tequila. Compartieron un par de tragos, bromas y risas. Luke la estaba pasando bien, pero tenía claro que su ánimo no daba para más que eso, así que decidió retirarse al hotel antes que todos los demás.

Dejó caer su cuerpo como un yunque sobre la cama king size, tomando un largo suspiro antes de sacar el teléfono de su bolsillo. Connor lo había etiquetado en una publicación, se trataba de una foto que tomó a la pantalla de su laptop, donde se veía al resto de los integrantes de Nebula Drive.

@Connorjones: Dando la cara por el equipo @nebuladrive @lukecrawford @jakemullings @camhudson

Luke respondió con una frase que solía rondar entre ellos: "todos para uno y uno para todos", junto con un corazón.

El día casi llegaba a su fin. Pese a toda la presión, todo había salido bien. Para corroborarlo, repasó los tweets que le estaban apareciendo. Los fans y portales de chismes ya estaban superando su ruptura, lo cual era bueno porque él ya lo había hecho. Estaban amando la presencia activa de Luke en Twitter. Leyó un par que decían que, al aparecer Emma, él comenzó a interactuar más con los fans.

Cuando vio que mencionaban el nombre de su nueva amiga de internet, la curiosidad lo invadió. Ahí se encontraba Luke Crawford, en la soledad de su habitación, buscando en Instagram el perfil de Emma West. Le tomó un par de intentos dar con el perfil, pero finalmente lo logró. Amplió la última foto subida, de hacía dos días. Se trataba de una selfie. La sonrisa que tenía lograba marcar el hoyuelo en su mejilla derecha, sus ojos se veían especialmente brillantes gracias a la luz dorada que entraba por la ventana, resaltando algunos mechones de su cabello castaño, que estaba un poco desordenado cayendo sobre sus hombros. Dos cosas lograron cautivarlo de la foto: la primera eran ese montón de pecas que decoraban todo su rostro; la segunda era la tranquilidad que le daba aquella imagen, esa sonrisa no podía no ser genuina.

Luke sabía que no era una opción para él marcar con un corazón la foto. Simplemente no debía, no era correcto, ni siquiera era justo para Emma la atención que estaba recibiendo solo porque él había decidido poner su atención sobre ella.

—Al carajo —se dijo a sí mismo.

Comentó la foto, dejándose llevar por un impulso.

@Lukecrawford: Lindos ojos, Emmita.

Cerró la aplicación y se dirigió al baño con pasos largos y decididos. Abrió la llave de la ducha y dejó que el agua caliente cayera sobre su cuerpo tenso. Mientras el vapor llenaba el baño, la melodía de una canción comenzó a formarse en su mente. Los acordes resonaban suavemente mientras pensaba en Emma, en su sonrisa, en la manera en que cada fotografía suya parecía capturar un momento perfecto. Tenía un nuevo álbum que debían crear, así que en ese momento estaba buscando inspiración en todas partes. Y por alguna razón, Emma era una buena inspiración para Luke.




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