Entre 2 Corazones

5 | Dudas y secretos

   Rachel llegó a casa con el corazón aún agitado por su encuentro con Liam. Se sentía como una adolescente otra vez, pero también invadida por una culpa inexplicable y una profunda inquietud por Ethan. Tras darse una ducha para relajarse, se dispuso a preparar la cena para recibir a Ethan en casa. Sin embargo, las horas pasaban y Ethan aún no regresaba. Eran más de las 8 p.m., y empezaba a preocuparse.

Decidió llamarlo para saber dónde estaba y cuánto tiempo más tardaría. Ethan contestó entre ruidos de fondo y le dijo que estaba reunido con amigos del trabajo. Rachel percibió una voz femenina que le provocó un malestar repentino. ¿Era Sophie? Ethan se disculpó, diciendo que se le había pasado el tiempo y que ya había cenado con sus amigos, sugiriendo que ella comiera sola y que él llegaría pronto a casa.

Rachel se sintió extraña. Ethan no solía llegar tarde ni omitir avisar. Se fue al sofá y encendió el televisor, intentando distraerse. Luna, como si hubiera sentido su desasosiego, se acurrucó a su lado en el sofá.

Cerca de las 11 p.m., todavía no había noticias de Ethan. Su teléfono sonó y lo tomó rápidamente, pensando que era él, pero era Liam enviándole información útil sobre animales, comentando que podría ser útil para Luna. Rachel dudó un momento, pero respondió cortésmente, diciendose que no tenía nada de malo y que estaban hablando sobre Luna. La conversación se extendió y acordaron sus planes para el día siguiente. Liam mencionó que estaría en el veterinario hasta las 4 p.m. y le propuso que pasara por allí si tenía tiempo, ya que quería regalarle unos juguetes a Luna.

Rachel comenzó a sentirse incómoda con la situación. ¿Debería ver a Liam de nuevo, sabiendo cómo se sentía con él? Contestó que lo pensaría y que tenía que hacer la compra de comida, pero que si tenía tiempo, pasaría por el veterinario. Justo cuando envió el mensaje, la puerta se abrió y entró Ethan, visiblemente afectado por el alcohol.

— Ethan, ¿dónde estabas? Ya es bastante tarde y no me avisaste que saldrías después del trabajo -preguntó Rachel con tono neutral, pero preocupada por lo que podría haber pasado.

— Estaba con amigos del trabajo en un bar. Se me pasó el tiempo, lo siento.

— ¿En un bar un martes? desde las 8 p.m. hasta las 11 p.m. hay una gran diferencia de tiempo, escuché una voz de mujer mientras hablabas. ¿Era Sophie?

— Solo eramos un grupo de amigos del trabajo, Rachel. Sí, porsupuesto que había otras mujeres en el bar, pero no con mi grupo.- respondio de poniendose a la defensiva

—  Me parece extraño, Ethan. Normalmente no llegas tan tarde sin avisar.- Sin ganas de seguir discutiendo Rachel decide cambiar el tema - De acuerdo. Cambiando de tema, ¿cómo te fue hoy?

 — Bien, bien. ¿Y cómo estuvo la visita al veterinario con Luna?

— Todo bien. El Dr. Harris fue muy amable con Luna.

— Me alegro que todo saliera bien, ire a bañarme, buenas noches, mi amor.

Rachel hizo un sonido que representaba un "buenas noches", mientras escuchaba la ducha correr, indicando que Ethan se estaba bañando. Fue al cuarto, se acostó y se arropó. Incapaz de conciliar el sueño, decidió tomar su teléfono y buscar a Liam en Instagram. "¡Vaya, qué hombre tan hermoso!", pensó para sí misma. Aunque no había muchas fotos, algunas mostraban su pasión por los animales y otras en la playa, claramente de su vida en California. "¿Me gusta este hombre? Pero estoy casada... aunque solo ver a alguien y pensar que es atractivo no está haciendo nada malo", se dijo a sí misma.

Rachel quería seguir indagando, pero en ese momento recibió un mensaje de Liam. Decía que quizás fue atrevido de su parte enviar ese mensaje, pero que había disfrutado mucho de la cita y le agradecía por la compañía. Finalizó con un "buenas noches un beso." Rachel se ruborizó. ¿Eso fue una cita? ¿Debería responderle que también había tenido una tarde excelente?

Mientras Rachel se debatía en sus pensamientos, escuchó cómo la ducha se cerraba. No quería seguir hablando con Ethan en ese momento, así que dejó su celular a un lado y fingió estar dormida, pero la noche se convirtió en un torbellino de pensamientos y emociones encontradas para Rachel, quien se debatía entre la culpa, la incertidumbre y la emoción de una nueva conexión con Liam, mientras la sombra de sus dudas sobre Ethan se hacía más presente que nunca.

 




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