Extra II (Diviana Tixier)

Recuerdo que de pequeños peleaba mucho con Roger, después el compartir tantas cosas juntos y vernos diariamente para jugar, ir al cole, pasear, ir de vacaciones, nos llevó a tratarnos como hermanos, lo quiero muchísimo, aunque no se lo diga por miedo a que reaccione de mala manera o se crea cosas que no son.

Me preocupa el hecho de que no le he conocido novia aun o alguien especial que le guste, mientras que yo he tenido varias relaciones cortas y fallidas, Roger se la vive estudiando y hablando con mi padre, cuando tiene tiempo libre lo utiliza solo para molestarme, me gusta ver su cara al verme molesta y lo mejor es que me recompensa con un helado o gomitas para que lo perdone, es todo un adulador.

Hoy voy a una fiesta decidida a conquistar al chico que me gusta, aunque tenga novia, quiero saber si es verdad que sus besos son ardientes como dicen los rumores, así que me coloco algo recatado pero sexy a la vez, me sumerjo en mis pensamientos hasta terminar de arreglarme y luego recojo mis cosas para salir.

-¿A dónde vas?—ruedo mis ojos, odio cuando se pone en su papel sobreprotector.

-Con mis amigas, es fin de semana, no me voy  quedar a aburrirme en casa—le explico encogiéndome de hombros.

-Te acompaño—dice aun siguiéndome, me doy vuelta para encararlo, pero mi madre interrumpe.

-¿A dónde van mis amores?—pregunta con cariño y preocupación, adoro a mi madre y lo buena que es con todos, aunque a veces se le da un carácter de los que no hay quien le diga nada y si le digo que me voy de fiesta, no estoy tan segura que me deje ir y tampoco quiero que Roger me siga, pero entonces me dará una de esas charlas que no tengo ganas de escuchar.

-Les dejaremos la casa para ustedes solos, diviértanse—le digo guiñándole el ojo a lo que ella sonríe picara perdida en sus pensamientos.

-Cuídense—nos da besos en la mejilla y sube las escaleras apresurada.

-Sabes cómo convencerla—dice Ro sorprendido y yo le sonrío como diva.

Salimos juntos en el auto de Roger y llegamos a la fiesta, me mira con una ceja alzada al ver el lugar y para molestarlo lo obligo a bailar conmigo, miro como varias chicas le ponen el ojo, quien no querría comérselo enterito si es un chico atractivo, rubio con ojos azules y buen cuerpo, es idéntico a mi padre, a veces pienso que son padre e hijo por la manera en que se parecen tanto en la actitud y gustos.

Disfrutamos un poco más hasta que veo llegar a mi presa, le doy una excusa a Roger y me voy tras del galán, lo sigo como una acosadora hasta que se detiene en una esquina algo alejada de la gente, la música se escucha más baja, cuando le voy a decir algo escucho una voz conocida frente suyo pero ambas no podemos vernos, por el cuerpo del chico.

 -Estas tan buena muñeca—la toma de la cintura y ella se aleja.

-Ya cálmate hombre, vinimos por el plan, no estás pensando en retractarte ¿Verdad?

-Claro que no preciosa y más si el premio es tu delicioso cuerpo—le da una nalgada a lo que ella jadea.

-Cállate, no lo grites a los 4 vientos—murmura entre dientes.

-Nadie nos escucha, todos están perdidos en lo suyo—la toma del rostro dándole un beso.

-Solo tienes que follártela y ya ¿Esta claro?

-Con gusto preciosa, haré todo lo que digas.

-Esa Diviana se va a enterar de lo que soy capaz por meterse en mi camino.

-¿No es tu amiga?

-¿Yo? ¿Amiga de esa insulsa niña? Por favor no ofendas, solo fingía serlo para tener beneficios en la Agencia Fotográfica de su madre.

-Entonces haré lo planeado, destruiré su florecita y gritará de dolor.

¡Maldita sea! Me sentía devastada como nunca, mi mejor amiga planeando hacerme algo tan nefasto con mi Crush, no puedo creerlo y encima de todo se ríe a carcajadas por su “brillante idea”.

Me doy la vuelta con las lágrimas rodando por mis mejillas, pero para mí mala suerte tropiezo con alguien y me sorprendo al alzar la mirada ver su rostro desencajado por  la rabia.