Capítulo 15: Confesiones Bajo las Estrellas

La noche había caído suavemente sobre el reino de Cupido, y el cielo se había llenado de un manto estrellado que parecía brillar con una luz propia. La calma que seguía al ritual de la Danza del Destino había creado una atmósfera perfecta para la reflexión y la conexión personal. Cupido y Thanatos, habiendo pasado el día en sus respectivos dominios, se encontraron en un lugar especial: un claro en el jardín celestial de Cupido, donde las estrellas parecían al alcance de la mano.

El Encuentro en el Claro

El claro estaba adornado con flores que emitían una suave luz lunar, y el aire estaba impregnado con el delicado aroma de la floración nocturna. Cupido había preparado este lugar con esmero, con la esperanza de encontrar el momento adecuado para compartir sus sentimientos más profundos.

Thanatos llegó al claro, su presencia imponente contrastando con la delicadeza del entorno. Su mirada se posó en Cupido, que estaba de pie junto a una fuente de agua cristalina, el reflejo de las estrellas danzando en la superficie.

“Este lugar es hermoso,” dijo Thanatos, su voz resonando con admiración. “Lo has creado con un cuidado que refleja tu propio corazón.”

Cupido sonrió, un brillo de nerviosismo en sus ojos. “Gracias. Quería que este momento fuera especial. Hay algo que necesito decirte, algo que he estado guardando en mi corazón.”

Thanatos, sintiendo la seriedad en el tono de Cupido, se acercó y se sentó junto a él en el borde de la fuente. “Estoy aquí para escucharte. Lo que tengas que decir es importante para mí.”

El Peso de las Palabras

Cupido respiró profundamente, dejando que la calma de la noche lo envolviera mientras se preparaba para hablar. El brillo de las estrellas parecía acentuar el peso de sus palabras, dándole a la noche un aire de solemnidad.

“Desde el momento en que te conocí en aquel evento cósmico,” comenzó Cupido, su voz temblando ligeramente, “sentí una conexión contigo que nunca había experimentado antes. Al principio, fue solo curiosidad, pero con el tiempo, esa curiosidad se transformó en algo más profundo.”

Thanatos lo miró con atención, sus ojos reflejando la luz estelar. “Y ¿qué es lo que sientes ahora?”

Cupido vaciló, sus sentimientos luchando por encontrar las palabras adecuadas. “Lo que siento por ti va más allá de la admiración o el respeto. Siento un amor profundo y sincero que me ha cambiado de maneras que no puedo describir completamente. Eres una parte integral de mi vida, y me has mostrado un mundo que no conocía.”

El silencio se hizo presente entre ellos, cargado de la emoción que ambos sentían. La sinceridad en las palabras de Cupido era palpable, y Thanatos podía sentir el peso de cada confesión.

La Respuesta de la Muerte

Thanatos, sintiendo la profundidad de las palabras de Cupido, tomó un momento para procesar lo que acababa de escuchar. Su propia experiencia con el amor y la muerte le daba una perspectiva única, y podía entender el impacto que Cupido había tenido en su vida.

“Lo que me has dicho es un regalo,” respondió Thanatos, su voz suave pero llena de emoción. “Al principio, también me sentí atraído por ti de maneras que no podía explicar. Tu presencia en mi vida ha sido una fuente de luz en medio de la oscuridad que rodea mi dominio. He aprendido a ver el amor desde una nueva perspectiva gracias a ti.”

Cupido se volvió hacia Thanatos, sus ojos brillando con la intensidad de sus sentimientos. “Entonces, ¿sientes lo mismo que yo? ¿Sientes que lo que compartimos es algo más que una simple conexión?”

Thanatos asintió, sus ojos reflejando la luz de las estrellas. “Sí, siento lo mismo. Lo que compartimos es una conexión profunda que va más allá de nuestras responsabilidades y nuestros dominios. Es un vínculo que me ha enseñado sobre la verdadera esencia del amor y la vida.”

La Promesa Bajo las Estrellas

La noche avanzaba, y el cielo estrellado parecía estar en perfecta armonía con la conversación que se desarrollaba. La belleza del entorno se sumaba al momento, creando una atmósfera mágica y significativa.

Cupido, con el corazón latiendo con fuerza, tomó la mano de Thanatos, entrelazando sus dedos. “Quiero hacerte una promesa. Prometo que estaré a tu lado en cada paso del camino, enfrentando los desafíos que vengan y celebrando las alegrías. Quiero construir un futuro juntos, donde nuestro amor sea la guía que ilumine nuestro camino.”

Thanatos, sintiendo la sinceridad en las palabras de Cupido, apretó suavemente la mano de su compañero. “Acepto tu promesa con todo mi corazón. También te prometo estar a tu lado, en los momentos buenos y malos, y hacer todo lo que esté en mi poder para que nuestro vínculo sea siempre fuerte y verdadero.”

El Primer Beso en la Noche Estrellada

Con las promesas compartidas, el momento se volvió aún más intenso. La conexión entre ellos era palpable, y el cielo estrellado parecía ser el testigo silencioso de su amor.

Cupido, sintiendo el deseo de sellar sus palabras con un gesto tangible, se acercó lentamente a Thanatos. Sus corazones latían en sincronía, y la proximidad de sus cuerpos hizo que el aire a su alrededor pareciera vibrar con una energía especial.

Thanatos, entendiendo el gesto, cerró los ojos y se inclinó hacia Cupido. Sus labios se encontraron en un beso suave pero apasionado, un beso que capturaba la profundidad de sus sentimientos y el compromiso que habían compartido.

El beso duró varios momentos, en los que el mundo exterior pareció desvanecerse, dejando solo la intimidad de su conexión. La luz de las estrellas y la suave brisa de la noche envolvieron a los dos amantes, creando una sensación de paz y completud.

Reflexiones en la Calma de la Noche

Después del beso, Cupido y Thanatos se recostaron juntos en el suelo del claro, mirando hacia el cielo estrellado. La calma de la noche les permitió reflexionar sobre el momento que acababan de compartir y la profundidad de sus sentimientos.