Entre Dioses y espejismos

Capítulo 02 | Umbral Divino


Aria se encontraba de pie en el corazón del palacio celestial, maravillada por la majestuosidad de su entorno. La luz dorada que inundaba los amplios pasillos y las columnas de mármol la transportaba a un mundo de belleza sobrenatural. Las palabras de Zeus resonaban en su mente mientras observaba a su alrededor, consciente de que su vida había cambiado para siempre desde que recibió la carta misteriosa esa misma mañana.

Mientras caminaba con pasos ligeros, Aria se cruzó con otras figuras divinas eran dioses y diosas de diferentes mitologías, cada uno emanando una presencia única y poderosa. La curiosidad brillaba en sus ojos al reconocer a los elegidos para el Torneo del Eclipse Celestial, aunque ninguno de ellos parecía dispuesto a revelar los secretos que se ocultaban tras las puertas del destino.

Guiada por la luz que se filtraba desde los techos altos, Aria fue llevada a una amplia sala donde se encontraban reunidos los demás elegidos. Se sentó entre ellos, sintiéndose pequeña ante la determinación que irradiaban aquellos jóvenes, cada uno consciente de la magnitud de los desafíos que les esperaban.

Fue entonces cuando Odin, con su voz profunda y resonante, se dirigió solemnemente a los presentes. —Bienvenidos, campeones y campeonas, al Torneo del Eclipse Celestial—, comenzó, su mirada sabia recorriendo a cada uno de los presentes. —Han sido seleccionados por vuestra valentía, habilidad y potencial para desempeñar un papel crucial en el destino de los reinos.

Aria escuchaba con atención mientras Odin describía las pruebas que los esperaban, estos desafíos que pondrían a prueba no solo su fuerza física, sino también su astucia y sabiduría. Había enigmas por resolver, batallas por librar y secretos antiguos que descubrir en el camino hacia la divinidad.

En medio de la explicación, una figura se destacó entre los elegidos. Maya Wells, con su cabello rojo como el fuego y una mirada desafiante, levantó la mano con determinación para hacer una pregunta que pesaba en la mente de muchos.

—Perdón por interrumpir, pero tengo preguntas—, comenzó Maya con voz firme. —¿Por qué hemos sido elegidos para este torneo? ¿Cuál es el propósito detrás de todo esto? Y lo más importante, ¿Qué garantías tenemos de que no somos simplemente peones en un juego más grande?

Las preguntas de Maya resonaron en la sala, desafiando la autoridad de los dioses y provocando un murmullo entre los elegidos. Aria sintió un nudo en el estómago, consciente de que también compartía esas dudas. Era valiente de la parte de Maya plantear estas cuestiones tan directas, y Aria encontró una nueva determinación al saber que no estaba sola en sus inquietudes.

El dios que lideraba la explicación respondió con paciencia y calma, aunque su respuesta no fue completamente convincente para todos los presentes. Explicó que el torneo servía para discernir quién era digno de la bendición de los dioses, y que cada uno de los elegidos había sido seleccionado por sus virtudes únicas y potencial.

Maya frunció el ceño, aún no del todo convencida. —Entiendo—, dijo con cautela,—pero ¿cómo podemos estar seguros de que esto no es solo un juego para su entretenimiento? ¿Y qué pasa con aquellos que no son elegidos? ¿Acaso su destino no importa?

El ambiente en la sala se volvió más tenso mientras las preguntas de Maya quedaban suspendidas en el aire. Aria admiraba la valentía de Maya por desafiar abiertamente a los dioses, aunque también sentía un ligero temor por las posibles repercusiones.

Con un gesto de los dioses, la reunión fue concluida abruptamente y los elegidos fueron conducidos hacia sus respectivos mentores. Aria se encontró frente a frente con Zeus, cuya presencia imponente la llenaba de un sentimiento de reverencia y confianza.

— Yo soy tu mentor, Aria Tigralis—, anunció Zeus solemnemente, su voz resonando con autoridad. —Confía en mí y te guiaré a través de los desafíos que te aguardan en el Torneo del Eclipse Celestial.

Aria asintió con determinación, agradecida por tener a Zeus como su guía en esta nueva travesía. Observó a Maya, quien conversaba animadamente con su propio mentor, una figura misteriosa cuya presencia parecía envuelta en sombras y misterio.

Pronto, los elegidos fueron enviados por caminos separados, cada uno bajo la tutela de su mentor respectivo. Aria fue conducida a sus aposentos, donde una doncella celestial la aguardaba con un vestido deslumbrante diseñado específicamente para el gran banquete que marcaría el inicio del torneo.

El vestido de seda adornado con hilos de oro y joyas resplandecientes hizo que Aria se sintiera como una verdadera diosa. Se miró en el espejo, sorprendida por la transformación que había experimentado desde que recibió la carta esa mañana. Se sentía lista para enfrentar los desafíos y las incertidumbres que aguardaban en el banquete, donde se reunirían todos los elegidos y los dioses en un momento de celebración y expectación.

Al entrar en el salón del banquete, Aria se encontró con la mirada de Maya, quien también lucía impresionante en su atuendo. Juntas, avanzaron hacia la entrada del salón, conscientes de que esta noche marcaría el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

Antes de adentrarse por completo en el banquete, los elegidos fueron alineados según sus edades, desde los más jóvenes de 14 años hasta los mayores de 19. Aria, con sus 16 años, se encontraba entre las más jóvenes, mientras que Maya, con 18 años, estaba entre las mayores. Cada uno de los elegidos llevaba consigo un vestido o traje único y extravagante, diseñado para reflejar la magnificencia y el poder de sus respectivos dioses mentores.

Cuando llegó el turno de Aria, fue presentada como —"Aria Tigralis, hija de Zeus"—, lo cual generó murmullos de asombro y respeto entre los presentes. Observó cómo los otros elegidos también eran anunciados, cada uno con su propio título y el nombre de su dios mentor, lo cual causó revuelo entre los presentes y se saludaban entre ellos mismos para hacer que se empezará a buscar la creación de alianzas o tal vez, solo tal vez amistades.



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En el texto hay: dioses y humanos, utopia y distopia, mitologia y poderes

Editado: 27.06.2024

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