—¿Y si pierdo el semestre? — dijo Clara en tono preocupado cuando pasábamos por el pasillo antes de entrar a la clase de Neuropsicología.
Nos habían entregado un parcial de lenguas, el cual mi querida amiga lastimosamente perdió. Y qué más drama puedes tener de una persona tan perfeccionista como ella; aunque era una excelente estudiante se preocupaba demasiado por su promedio. Yo en mis manos llevaba el mio viéndolo expectante, lo había ganado en un sobresaliente y teniendo en cuenta que lo mío no era el inglés, seguía atónita con mi resultado.
—No puedes perder el semestre por perder un solo parcial Clara… lo podrás recuperar.
—Lo sé pero necesito ese intercambio el año que viene Vic. — Suspiro aún más dramáticamente, me miró para regalarme una genuina sonrisa y seguidamente, abrazarme. — Estoy muy orgullosa de ti, ganaste el examen y es la nota que te faltaba para aprobar este semestre.
La mire sonriente y la abracé de vuelta con una sonrisa mucho más grande, había estudiado por dos días hasta muy tarde para poder ganar este examen y también me siento muy orgullosa de mi hoy, lo había logrado y eso me daba demasiada felicidad.
Cuando llegamos al salón nos dimos cuenta que casi todas las sillas habían sido ocupadas, el profesor estaba instalando el proyector mientras visualizaba dos tomos en su escritorio que indican que la clase de hoy sería un poco más pesada de lo normal. Clara me tomo de la mano y me llevó casi corriendo al frente donde había justamente dos sillas - creo que las únicas dos que quedaban -.
—El destino nos ama hoy y la suerte está de nuestro lado — dijo mientras yo me sentaba negando con la cabeza y ella volvía a mirar la hoja de su examen — Bueno, más o menos.
—Solo fue una oportuna coincidencia, eso de la suerte no existe. ¿Sabes que si existe? bases neuronales que analizar y estudiar. — Reímos por debajo para luego mirar al frente y prestar atención a nuestra amada clase.
Durante las siguientes tres horas estuvimos viendo esquemas y gráficas, copiando, preguntando y esforzándonos para entender a detalle todo, algo que nos caracteriza a ambas es la responsabilidad cuando de estudio se trata, nuestras dates perfectas son ir a un parque sacar libros estudiar, comer y de vez en cuando contar chisme. Nos conocimos hace un año y puedo decir con seguridad que amo que sea mi amiga.
Cuando el profesor terminó Clara se fue rapido porque tenia una clase la cual no daba con ella, yo me tome el tiempo para organizar mi libreta y resaltadores para guardarlos con cautela en mi bolso, odio cuando las cosas están desordenadas así que me tomo el tiempo de que todo quede bien guardado. Cuando me doy cuenta todos habían salido del salón así que tomé mi mochila y salí del salon. Busqué en mi bolsillo para buscar mis auriculares y poner música.
Tanteo del lado derecho, no están. Del lado izquierdo… tampoco. Me detengo a medio camino viendo a mi alrededor pero no veo nada, entro en desesperación y corro de nuevo al salón donde todavía estaba el profesor guardando sus cosas, miro en el piso, voy a mi puesto, no hay nada, miro hacia atrás nuevamente y mis manos tocan mi cabeza ya casi al borde del colapso.
—Señorita victoria — La voz del profesor me hizo dar la vuelta, se me había olvidado que él seguía en el salon. Mi corazón dejó de latir tan rápido cuando alzó sus manos y entre ellas estaban mis auriculares. — Por su angustia creo que estos son suyos.
Las manos que estaban en mi cabeza pasaron a estar en mi pecho y le dediqué una sonrisa aliviada.
—Si, al parecer. Mi cabeza no está donde debería — Él sonrió — Se lo agradezco mucho,no se que hubiera sido de mi si se perdían.
Me acerqué a recogerlos y él me tendió su mano para que pudiera tomarlos.
—Ahora que yo te hice un favor, me puedes hacer una a mi si no te molesta.
—Claro, si. No hay ningún problema. Dígame
—Estoy viejo, y llevar libros más subir escaleras es algo cansado para mi — Me señaló los tomos que había visto al comienzo de la clase. — Llevalos a la biblioteca por mi, con sumo cuidado.
Asentí y tome los libros poniéndolos con cuidado sobre mis brazos encaminandome hacia la biblioteca, que por cierto, quedaba al otro extremo de la universidad. Pero no podria quejarme, era un favor por un favor. Y en serio estaba agradecida con el por asegurar mis audifonos, no funciono sin musica. Apoye los libros en un muro para ponerme mis audifonos y darle play a mi playlist favorita; tome los libros nuevamente y comence a caminar cuidadosamente, estaba en el bloque siete y la biblioteca quedaba mas alla del uno, iba a ser un trayecto largo.
Habian pasado ya dos canciones y queria ir al baño urgentemente, estaba en el bloque tres y habia un baño justamente diagonal a mi, pero ya estaba tan cerca de llegar. ¿Que tan buena idea es meterse al baño con libros sumamente importantes?. Me detuve a pensar viendo la pierta del baño y al mismo tiempo el pasillo que debia seguir. ¿Que podria pasar?
Me apresure rapidamente dejando los libros en el lava manos sin antes asegurarme que no hubiera ni una gota de agua cerca. Abri el cubiculo rapidamente y me pude sentir mas tranquila en menos de cinco segundos. Termine, sali me vi en el espejo mi pelo entre rubio y cobrizo estaba echo un enredo, mi cara estaba palida y mi labial se habia quitado por completo.
Tome cuidadosamente los libros nuevamente y sali casi corriendo del baño, faltaban diez minutos para las doce, y a esa hora cerraban la biblioteca. Esta aqui mismo asi que me dara tiempo. Di tres pasos y luego senti un impacto contra mi pecho, mis pies resvalaron y mis ojos vieron a los libros y mis audifonos volar por el aire para luego mis oidos escuchar unos golpes en seco que hicieron que el dolor que habia sentido al caer se dispersara.
Quede viendo atonita a los libros en el suelo y a mis audifonos rotos sin siquiera percatarme quien habia sido el imbecil que choco conmigo. Me apresure a primero, inspeccionar los libros y por suerte no les habia pasado nasa, solo una hoja ligeramente doblada, me senti aliviada por un momento hasta que vi mas adelante donde se encontraban mis audifonos rotos.