Nos sentamos en una mesa redonda que tiene al fondo, a disfrutar nuestras cervezas.
—Entre mis preocupaciones Daniel, tengo una alegría muy grande también, no todo es malo, siempre hay algo bueno que contar, debe haber una balanza.
—Dígame ¿Cuál es?
—Mi jefe me va a vender una casa en pagos, hoy por la noche la va a traer a la yarda, ya nos podremos ir a nuestra casa, ya solo me tengo que preocupar por cómo llevar las cosas de la casa de mi hermano a la nuestra.
—Pues en la camioneta de su mamá.
—No sirve, ya tiene días así, se apaga de repente pero si vuelve a encender.
—No me diga eso ¿Por qué no me había dicho nada? Que falta de confianza Isabel, yo soy mecánico, yo la reviso la arreglo si es algo sencillo y luego me paga.
—¿De verdad haría eso por nosotras?
—Claro que sí.
—Muchas gracias Daniel, mañana la traigo para que la revise.
—Oiga Isabel y... ¿Le puedo preguntar algo?
—¡Claro! ¿Que quiere saber?
—¿Porque no tiene amigas? He visto solo amigos, cuñados, pero NO amigas.
—Buena pregunta, tengo muy pocas amigas, menos de 5, pero esas 4 valen por 20, han venido a visitarme 3 pero usted no las ha visto.
—Me parece bien que si tenga, aún cuando son pocas, usted debería tener más.
—Tengo las que deben estar en mi vida, solo eso, las sinceras, honestas nada más.
—Siento mucho que no pueda tener hijos, sería una excelente madre, lo bueno es que tiene sobrinos y cuando quiera le presto a los míos, o mejor nos vamos los cuatro de paseo.
—Gracias Daniel, dejémoslo así. Mejor cuénteme porque no sale a divertirse, porque no busca una novia y reinicia su vida sentimental.
—Buena pregunta ja, ja, ja, ja No soy un santo, si salgo a bares en la noche y pago por sexo, solo eso, no me interesaba nadie hasta hace poco para una relación seria, es una amiga que me gusta mucho, ya salí con ella, espero pronto poder decirle lo que siento y me acepte, aun cuando somos muy diferentes.
—Usted no se desanime antes de hablar con ella, diga todo lo que siente, sea amable como lo es, caballero y tenga detalles, cualquier detalle a la mujer nos encanta, cuando viene del corazón.
— ¿Cómo le gusta que la conquisten?
—Nooo le diré nada.
—Dígame, no sea mala conmigo.
—Solo si me dice porque quiere saber Daniel.
—Pues solo por curiosidad y tal vez porque con lo que a usted le guste yo pueda conquistar a mi amiga.
—Solo por eso le diré, porque quiero que sea feliz, hablaré en plural, a la mayoría de las mujeres nos gustan los detalles, pero sobre todo las sorpresas, a mí no me gustan las rutinas, el hecho de saber que ha cierta hora siempre me llaman... ¡buuu!! Nada de eso me gusta, amo el recordar alguna canción que me hayan dedicado o cantado, las flores obvio que sí, detalles de un mensaje, un obsequio sencillo, que te recuerden por algo y te lo hagan saber, pero no hay nada más que admire en un hombre que el hecho de ser culto, inteligente, bondadoso, amoroso y muy, muy honesto, odio las mentiras.
—Y si tuviera esposo y él le pone los cuernos ¿Lo perdonaría? Si usted los llegara a ver o alguien le dijera.
—Sí lo perdonaría, si sé que somos uno y hay amor, las aventuras solo son sexo o novedades,(Cuando hay problemas y falta de comunicación) Lo perdonaría si no me mintiera, si me imagino que me engaña y le pregunto pero él me responde que no, y después confirmo con mis propios ojos, lo perdonaría pero JAMÁS volvería a sus brazos.
—Cómo es eso, explíqueme ¿Perdonaría una infidelidad si él lo confiesa, pero si le dice una mentira de infidelidad no lo perdona?
—Es correcto Daniel, una vez que alguien te miente, siempre lo volverá hacer, la infidelidad pueden ser muchos motivos, aun cuando nada lo justifica, pero siento que eso suele pasar cuando las parejas dejan de comunicarse, cuando se aburren de las rutinas, cuando no mantienen vivas esas emociones de sorpresas, detalles de amor, de locura, de novedades en pareja, pocas veces ocurre cuando se acaba el amor.
—Las mentiras pueden ser inofensivas para la mayoría de la gente, la realidad es que puedes destruir un hogar con una sola, puedes lograr que una persona se deprima hasta ocasionarle la propia muerte, puedes separar un gran amor, puedes moldear el amor en odio, en desprecio, la mentira es horrenda, debes ser siempre honesto, NO ilusionar a nadie con falsedad, por el contrario, harías un bien si dices honestamente lo que piensas y sientes, eso sí mejoraría la vida de la persona significativamente, puedes hacer sentir excelente a una persona con decirle lo que realmente piensas, la ayudarías a mejorar, en su forma de escribir, en su forma de vestir, en su forma de ser. Simplemente decirle ¡Qué bonito se te ve ese color! Le alegras el día.
—Qué bonito lo dice usted, le doy mi palabra que no le voy a mentir.
—Cuidado con lo que promete, una promesa no es cualquier cosa, es dejar en el Universo su palabra y debe cumplirla.
—Lo acepto con responsabilidad y por su amistad Isabel.
—Gracias... Entonces tengo que irme, ya es más tarde de lo que suponíamos, mañana me traigo la camioneta de mi madre.
—Con cuidado, aquí la esperaré, no pienso irme a otra casa.
—Es que no tiene que irse a ninguna otra, solo ame ésta que es su casa, si no le gusta depende de usted cambiarla, mejorarla y vivir feliz.
—Gracias, no me gusta como vivo, no lo puedo cambiar aun.
—¿Porque no?
—Porque no tengo dinero para tener una buena casa, invitar a una mujer a vivir conmigo, tener hijos quizás, salirme a trabajar a un jardín, o simplemente estar echados en la cama los dos.
—Daniel, no me diga eso, no hay algo que me cause más dolor que escuchar que alguien no es feliz y no acepta su realidad, y no haga nada por cambiarla, usted puede ser feliz en esa casa donde vive, plante su césped, plante sus flores, salga y conozca a una mujer, trabaje más pero no piense en trabajar solo por dinero, piense en su felicidad, en progresar espiritualmente, en ser feliz con lo que tiene.