Entre ellos dos

PREFACIO.

El llanto de su hermano empezó a molestarla, lo peor era que sus padres ni siquiera parecía importarles que el niño de tres años estaba ahogándose entre sus propias lágrimas, los adultos charlaban sobre la próxima presentación de su hermana Caroline en el casting para descubrir a la próxima estrella infantil. Sus padres habían estado esperando por eso durante varios meses y cuando se enteraron de que la producción de la pronta película llevaría el casting a San Francisco pegaron el grito al cielo al imaginar a su hija de once años siendo toda una actriz que pondría el nombre de la familia en alto. De por sí el apellido Athersen ya sonaba en Estados Unidos debido al próspero negocio que el patriarca había logrado cimentar durante largos años de arduo trabajo, ahora con el talento de su hija mayor de seguro los conduciría a la fama.

—¿Podrían al menos poner un poco de atención? —Alice miraba a sus padres con furia.

—Alice, estamos charlando, no seas maleducada —regañó Isabelle a su hija.

—¿Qué pasa, cielo? ¿te fue mal en tu clase de ballet? —inquirió James, mirando a su hija por el espejo retrovisor.

—Matías llora y ustedes lo único que hacen es hablar de Caroline cuando ni siquiera está aquí —espetó la niña cruzándose de brazos.

—Tu hermana está con la abuela, sé que la quieres ver —Alice empezaba a desesperarse mas de lo que ya estaba.

—Se olvidaron de mí, hace tres horas que esperaba por ustedes y se acordaron justo ahora —se quejó Alice sin evitar recordar las risas burlonas de sus compañeras de ballet diciendo que de seguro era opacada por su hermana y que ella solo era la hija olvidada.

—No es así, cielo —James intentó tranquilizarla—, hoy fue un día importante para tu hermana, ganó el concurso de belleza y pudimos traerla con mi madre una vez que terminó todo, no puedes enojarte, Alice.

Ante las palabras de su padre, ella intentó tranquilizarse, pero la rabia no la dejaba en paz, su hermano ya se había dormido y aun así sentía que algo la molestaba, incluso ella misma se odiaba en ocasiones al pensar que muchas veces podría ser molesta para sus padres. Lo cierto es que no soportaba que su hermana tuviese toda la atención y a ella la dejaran en un rincón del olvido a causa de la belleza inhumana de su hermana al que explotaban con tal de obtener fama y dinero, pero al parecer a Caroline le gustaba esa vida, ser el centro de atención de todos y dejar que las cámaras enfoquen su bello y angelical rostro.

—¿Al menos podemos ir al parque? apenas son a las seis pm —sugirió la pequeña niña con un rayo de ilusión en su rostro.

—No, Alice —la respuesta de su madre la desvaneció por completo—. Mañana tenemos que estar temprano en el aeropuerto para irnos a Canadá donde será la sesión de fotos de tu hermana —añadió la mujer con felicidad.

—Iremos la próxima semana —agregó James sin quitar la vista de frente para evitar un inoportuno.

—¡Es lo mismo de siempre! —gritó Alice casi al borde del llanto—. Siempre dicen eso y jamás salimos, nunca me llevan donde yo quiera, todo es Caroline...

—¡No seas envidiosa, niña! —espetó Isabelle.

—¡No es envidia, es molestia porque parece que ella fuese su única hija! —las lágrimas ya corrían por su rostro—. Están tan ocupados llevándola a concursos que se han olvidado de que me tienen a mí.

James la observó por el espejo con el rostro desfigurado debido a la ira del que su hija era responsable.

—¡Guarda silencio o despertarás a Matías!

—Pareciera como si yo fuese una molestia, una piedra en el zapato.

Isabelle solo guardó silencio, pero James ya no soportaba el berrinche de su hija.

—No sabes lo que dices y mas vale que guardes silencio si no quieres unas buenas cachetadas llagando a casa...

—¡James, cuidado!

La voz de su madre la hizo dejar de hablar y todo pareció pasar tan rápido que ni siquiera dio tiempo de siquiera frenar el auto. Un tráiler chocó con el auto de los Athersen causando un estruendoso accidente, los vidrios se partieron en miles de pedazos, las llantas salieron rodando terminando al otro lado del carril, terminaron estrellados frente a un puente deteniendo finalmente el impacto. La ciudad se inundó de silencio, Alice parecía consciente de lo que sucedió, de su frente brotaba espesa sangre y al parecer su pierna y mano derecha estaban fracturadas, sabía que de su cabeza salía sangre ya que sentía algo caliente salir de ese lugar, veía nublado y pensaba que pronto dejaría de ver y se sumaria en una profunda oscuridad.

No veía a sus padres, pero sabía que estaban ahí dentro todavía. Sin importar que los cristales de la ventana se incrustaran en sus brazos se armó de valor para salir, el auto estaba volcado y era un milagro de que ella hubiese sobrevivido, de inmediato escuchó las sirenas de la ambulancia acercarse y dejó de luchar, no porque así lo quiso sino porque ya no tuvo fuerzas, el dolor la mataba y la desesperación de no ver a sus padres la hizo mucho más débil, esperó ahí a que la sacaran, inhalando el olor de la gasolina y sabía que si pronto no la salvaban moriría al lado de su familia debido a la explosión.

El equipo de paramédicos y varios cuerpos de policía aparecieron de inmediato, alejaron a las personas que se acercaron para grabar el accidente y fueron advertidas de que si no se iban corrían el riesgo de ser alcanzados por una posible explosión. Debido a eso, fueron tan rápidos que solo lograron sacer a Alice y a su madre del auto, fue imposible salvar a James y al pequeño Matías y fue cuestión de cinco segundos para que el auto finalmente se hiciera pedazos con dos cuerpos humanos dentro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.