Entre la espada y la pared

Raffocallet

Hace mucho tiempo, la ciudad de Raffocallet se encontraba en un momento de tempestad, dónde las mafias de las ciudades vecinas, Galdanas y Marsell, se habian apoderado de la tranquilidad de los ciudadanos, que tenían miedo de ser asesinados, hurtados o vendidos en el mercado negro.

Sin embargo, cuando todos habían perdido la esperanza de aquella tranquilidad de los tiempos de antaño, surgió una mafia, una mafia que proponía traer a la antigua Raffocallet, los integrantes de aquella mafia se hacían llamar "El dragón de la luna roja".

Aquella mafia creció de una manera tan rápida en tan poco tiempo que pudo consolidarse como la mafia por excelencia de Raffocallet. Y así, fueron ganándose el respeto de las mafias vecinas, tanto miedo imponía, que las mafias enemigas ya no se atrevian a tocar la ciudad.

El líder de la familia, conocido como "Camaleón" por la gente, hizo un trato con la ciudad, el cual estipulaba que el 25% de toda la economía tendría que ser para ellos, a cambio, ellos protegerían de cualquier mafia o pandilla enemiga a la ciudad.

La antes atemorizada ciudad, floreció y sus habitantes ahora poseían la tranquilidad de que alguien los defendía. Tanto así era su devoción que muchos querían ser integrantes de la mafia, sin embargo, esto no era tarea fácil, y muchos de ellos desconocían este dato.

Aquella mafia estaba organizada de una manera tan rígida que no cualquiera podia entrar. Para entrar tenias que realizar un examen en el que eras probado por un líder, si no lograbas pasar aquel exámen, eras exterminado de la faz de la tierra.

Con eso en mente, casi nadie se atrevía a entrar, pero los pocos que lo hacían y conseguían su objetivo, sabían que aquella prueba era lo más fácil y el inicio de una vida difícil, puesto que la mafia no es algo para entretenerse ni menos.

A diario, la mafia llegan varios encargos que hay que cumplir y que son distribuidos entre las siete divisiones, si alguno encargó no es cumplido, al miembro que se le fue encargado esa mision es exterminado. Otra cosa que hay que tomar en cuenta, es que una vez dentro solo hay dos formas de salir, una es venciendo a los siete nobles y la otra es saliendo en varias partes.

Sea cuál sea la opción, nadie duda en salirse una vez dentro, porque no hay razón más grande que el dinero y el poder, pero ¿Qué pasaría si algo más grande que el dinero, el poder y la fama se interpusiera en el camino?

----------------

Hora: 22:24PM
Ubicación: Barrio rojo, Raffocallet

- Ve por la derecha, por la parte trasera de las tragamonedas, rápido- Dijo un chico de coleta negra.

- ¡No hace falta que me lo digas!- Exclamó una chica con cuchillo en mano corriendo por la parte de atrás de unas tragamonedas cercanas a la puerta de emergencia.

- ¿Ya está lista el arma?- Preguntó agitado por un walkie talkie el chico de antes.

- Un momento, ya está. Solo necesito que lo lleven a la ubicación acordada- Dijo un chico de cabello rubio encendiendo el botón de una bomba con una detonación en 30 segundos.

- Ya sabes que hacer chica- Dijo el chico de coleta, dándole una patada al sujeto lo suficientemente fuerte para hacer que bajara su velocidad.

- Es mi turno- Dijo la chica amarrando al sujeto con una soga con una sustancia algo "curiosa y extraña" de ver.

- ¡Bien, quedan 5 segundos!- Dijo el chico alegre por el walkie talkie, mientras que la chica dejaba al hombre amarrado en la puerta.

- ¡Vámonos, ya es hora!- Dijo el chico corriendo con la chica del lugar.

- ¡Tres segundos!- Dijo el chico algo emocionado por el momento.

- Fue muy fácil este trabajo- Contestó la chica ya estando fuera del casino.

Justo después de esas palabras, una bomba estalló, creando una explosión alucinante a la vista del espectador. Posiblemente cualquiera que pasará por ahí se habría asustado pensando que era un ataque terrorista, sin embargo, los motivos de aquella bomba eran mucho más simples de lo que cualquiera pensaría.

- Vieron eso chicos, ¡mi bomba fue un éxito!- Dijo el chico sonriendo reuniéndose con los otros chicos.

- Fue muy impresionante, debo admitirlo. No has perdido el toque después de años amigo- Dijo el chico de coleta acariciando el cabello del otro.

- ¿Debería ponerme celosa de ustedes dos?- Dijo sarcásticamente la chica.

- Jajaja, ya iniciaste con tu sarcasmo. Aunque dobo admitir que tú también lo hiciste muy bien- Dijo el chico acariciando la cabeza de la chica.

- Si no te conociera, esto sería muy vergonzoso- Dijo la chica haciendo un puchero.

- Bueno, debemos ir rápido a la sede. Debemos reportarle a el jefe que ya terminamos con el encargo- Dijo el chico de coleta alejándose del lugar.

- ¡Esperanos! No nos dejes atrás- Exclamaron ambos chicos, alcanzando al chico de antes.

----------------

Hora: 22:59PM
Ubicación: Sede de la mafia

- Ya llegamos jefe- Dijo el chico de coleta negra, cerrando la pesada puerta detrás.

- !Vaya! Veo que terminaron el encargo que les pedí- Dijo el jefe, sentado en una silla acariciando a su gato "Morty".

- Si, tal y como nos pidió, el objetivo "Adam Villegarden", fue eliminado- Dijo el chico mientras dejaba una carpeta en el escritorio, mientras los otros dos chicos solo se limitaban a asentir.

- Bien hecho, el líder estará orgulloso, ese hombre era una escoria para la sociedad- Dijo aquel hombre soltando una risa maliciosa.

Y no era para menos, aquel hombre "Adam Villegarden", era un abogado despiadado, aceptaba todos los casos que tuvieran que ver con criminales, asesinos y psicópatas. Para que de alguna manera fueran libres y regaran más caos en la ciudad, pero como bien dicen, el karma les llega a todos, y este hombre no fue la excepción.

- Alguien vaya- Dijo el jefe en voz alta- a checar que no haya nadie afuera- Agregó.

- ¡De acuerdo!- Se limito a decir la chica yendo en dirección a la puerta para echar un vistazo- Denegado señor, no hay nadie en las instalaciones- Agregó la chica.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.