Capitulo 3: El plan perfecto

El sol se colaba por la ventana cuando Kassidy escribió el mensaje, con palabras medidas, dulces y calculadas.

Kassidy: "Pensé en ti toda la noche... ¿te gustaría salir conmigo hoy? Solo tú y yo. Siento que necesitamos un momento para nosotros. Quiero arreglar las cosas. Te extraño."

Asher, aún con el eco de la última discusión rondando en la cabeza, sintió que su corazón se encendía de nuevo. Esa era la Kassidy que él amaba, la que le decía justo lo que necesitaba escuchar. No pensó en que cada palabra venía perfectamente moldeada. Solo respondió con un simple:

Asher: "Claro, dime a qué hora paso por ti."

—
Esa tarde, Kassidy eligió el lugar: un café escondido en una terraza tranquila. Quería que se sintiera especial, pero también... vulnerable.

Cuando Asher llegó, la encontró ya sentada, con una sonrisa que no mostraba ni un rastro de lo que habían vivido días antes. Estaba radiante. Tranquila. Como si nada.

—Sabes… —dijo Kassidy, entrelazando los dedos sobre la mesa—. He estado pensando en nosotros, y tal vez yo fui muy dura. Pero es que me asusta que no me entiendas. A veces siento que esperas cosas de mí que no puedo darte.

Asher frunció el ceño, confuso.

—Yo solo quiero que estemos bien… que podamos hablarnos sin peleas —dijo él, bajando la voz.

—Lo sé —interrumpió Kassidy, apoyando su mano sobre la de él—. Pero tú tampoco escuchas. Siempre crees que sabes lo que pasa, pero no lo haces. A veces siento que no me ves de verdad.

Asher tragó saliva. ¿Era eso cierto? ¿No estaba escuchándola?

—Perdón —susurró—. Si te hice sentir así... lo siento. No era mi intención. Quiero entenderte.

Kassidy sonrió con dulzura.

—Eso es todo lo que quiero de ti, Ash. Que estés conmigo… que no dudes de mí.

Y en ese momento, él volvió a caer. Porque ella sabía exactamente dónde tocar, qué decir. Y lo hacía con precisión quirúrgica.