Capítulo.

(2)

Flor:

<<Satisfecha>>.

Es la palabra correcta cómo me siento en éstos momentos…

—¿En qué momento te convertiste en toda una empresaria? —Sonrío cuándo mí papá entra en mí habitación—.

—¿Actúe bien?.

—De maravilla, es que cómo pretendía ese hombre tener el mayor porcentaje —Asiento—. Pero bueno, ya todo está listo.

—¿Cuándo empezamos? —Le pregunto—.

—Mañana mismo —Suspiro—. En Londres.

—¡No! —Me tumbo en mí cama—.

—Bienvenida al trabajo, los billetes no se ganan solos.

—Cuándo yo estaba chiquita sí —Escucho su risa—.

—Y todavía lo puedes seguir haciendo, pero… Te quiero conmigo —Llega hasta mí lado tumbándose en mí cama también—.

—Porqué ese hombre tiene esos ojos así —Comento—. Primera vez que veo un amarillo así.

—Todos los Nobéli son así —Dice tranquilo—.

<<Mhm, vaya>>.

—¿Por qué la pregunta?.

—Es que cómo te dije, me dejó sorprendida el color, eso es todo.

—Bueno —Se levanta—. Dentro de dos horas salimos, te espero.

Me da un beso en la frente antes de marcharse.

Mí teléfono suena iluminándose la pantalla, por una parte mostrándome el fondo de pantalla que tengo con mis papás y el mensaje que me llegó.

Hola le habla Farrell Lennox. ¿Me preguntaba sí tiene un minuto de su tiempo para que hablemos?.

Claro, ¿En dónde nos vamos a ubicar?.

En el restaurante de su hotel, mismo dónde me ubico yo también.

Ok, en cinco minutos estoy allá.

¿Qué querrá?, no tengo ni la remota idea.

Y cómo le dije al cabo de cinco minutos ya estaba en el lugar, me saluda para que tome asiento quedando frente a frente.

—Puntual, eso da mucho de qué hablar —Empieza—. Te debes preguntar porqué te cité.

—No se equivoca.

—Es porque me quería disculpar por la actitud tajante del señor Nobéli —Sonrío—.

—No tiene porqué disculparse, así me doy cuenta de cómo es cada quién.

—Bueno, tiene razón —Medio asiente—. También no es la única cosa por el cuál la cité —Le presto atención—.

En eso llega el mesero con una limonada, me imagino que lo pidió mucho antes de yo llegar, pero no me quejo.

<<Es mí jugo favorito>>.

—Trabajaras al lado del señor Nobéli.

—¿No sé supone que era al lado de mí jefe? —Sabe que me refiero a mí papá—.

—Hubo cambios, y no hay porqué retratarse ya que una vez hay un negocio, una vez todo el mundo se une.

Asiento, <<<Tiene razón>>.

—Ok.

—¿Eso es un sí, todo bien?.

—Sí, señor Lennox.

—Bueno, vayamos a trabajar de una vez —Quedo confundida ahí—.

—¿Ahora?, tengo que tomar el vuelo a Londres en unas cuántas horas.

—Al trabajar al lado del señor Nobéli es todo para el instante. No se preocupe, su papá también está informado.

Asiento, me estoy arrepentido de ésto.

Taylor:

Bebo de mí coñac mientras veo cómo el auto se estaciona dejándome ver a las dos personas que se bajan de dicho transporte…

Sonrío para mis adentros, ésta mujer no sé saldrá con la suya así de fácil.

Y al rato de minutos ya la tengo en mí oficina junto con Farrel.

—Lennox, te puedes retirar —Duda en hacerlo pero acata la orden—.

—Flor De Mayo, ¿Tus papás escogieron tú nombre en una floristería?.

—¿Y el tuyo lo eligieron mientras escuchaban a Taylor Swift en un concierto? —Me devuelve la pregunta—.

—Qué poco profesional a hablarle así a su socio.

—No se queda atrás, yo trato cómo me tratan.

Esbozo una sonrisa.

—Mhm, algo en común que tenemos, pero no sé alegre por eso.

—¿Y quién dijo que me alegré?.

<<Sarcasmo trás sarcasmo>>.

—Tome asiento —Así lo hace—. ¿En qué se basa tú título?.

—¿Cuál de todos? —Me siento en mí silla dejando el coñac a un lado—.

—¿Cuántos tienes?.

—Cuatro, señor —Responde con tranquilidad—. Sin contar con el que estoy estudiando en éste momento.

<<¿Cómo es posible?>>.

—Ok, te puedes retirar… Dentro de un rato nos vamos a Londres.

—Una cosita antes de que me retire —Se acerca un poco más hasta mí—. No piense que pueda manejarme a su antojo cómo lo hace con los demás.

—Trabaja para mí —Suelta una risita haciendo que por un momento le vea sus labios—.

—Trabajamos juntos —Corrige—. Nos vemos al rato, Sr. Nobéli.

Me da la espalda yéndose de mí oficina, me quedo un rato viendo la puerta misma por dónde se fué, tomo mí teléfono buscando el contacto.

Quiero que me tengas a mano el historial de; Flor De Mayo.

Cómo digas, amiguito.

¿Le dijiste alguna estupidez?.

¿Estupidez cómo disculparme con ella por tú actitud?.

<<¡Hijo de la gran…!>>.

Las personas me tienen que conocer tal y cómo soy, no te andes disculpando con nadie, Farrell.

Tranquilo, eso mismo me dijo ella.

Dejo el teléfono a un lado mientras empiezo a teclear la computadora, éste negocio es grande, del que todos últimamente hablan, las mayores empresas se aliaron.

Bueno, falta las de Asia, pero esas nunca hacen negocios, el dueño de ellas es el jerarca de la familia De Mayo, mucho poder en esa familia, no tengo porqué contradecir verdades.

La puerta se abre, nadie tiene la decencia de tocarla.

<<Falta de respeto>>.

—¿Quién mierda no tocó la puerta? —Pregunto rabioso mientras no dejo de ver la pantalla—.

—Ok, entonces me llevo el historial de nuevo —Se da la vuelta—.

—Déjate de jodederas, Lennox.

Cierro la computadora, se acerca hasta mí…

Rápidamente le quito el historial de la mano.

—Qué mujerón es —Habla—.

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