A la salida, Sam y yo nos escapamos para ir a la gran fiesta que tenía Marcos en su casa. Sabía que no debíamos estar ahí, pero la emoción era irresistible. Las luces se veían desde la calle, y la música hacía vibrar el aire incluso antes de llegar a la puerta.
Cuando entramos, el lugar estaba abarrotado de Personas que bailaban en cada rincón con vasos en mano, mientras otros reían y hablaban entre gritos para hacerse oír .
No te muevas, voy por unos tragos!" —me dijo Sam antes de desaparecer entre la multitud.
Alcabo de una hora no veia señales de Sam
Se está tardando¿Los estára fabricando o qué? —pensè mientras me abría pasa entre la multitud .
Lo busqué por toda la planta baja hasta toparme con unas escaleras que daban al segundo piso. Al subir abrí una puerta al azar, pero no encontré a Sam. Dentro, había una parejita dándose y no consejos .
—Qué diablos, no te enseñaron a tocar?" —dijo aquel chico, mientras ella se cubría con las sábanas.
Quedé pasmado al ver de quién se trataba. Era Henry, mi Henry, el chico que me robaba el sueño y el apetito. Se acababa de acostar con aquella chica rubia, plástica. Salí corriendo de ahí y bajé las escaleras casi volando.
Me abrí paso entre la multitud y abrí la puerta principal. Corrí toda la acera hasta llegar a un parque me senté en uno de los bancos mirando el grisáceo cielo Ya, cuando me encontraba solo, me permití llorar .
Lloré tanto que hasta mis ojos se hincharon y casi ni podía ver , me dolía la cabeza y el corazón encogí mis rodillas hasta mi pecho y escondí mi cabeza entre ellas, asi mojando mis jeans con mis lagrimas —talvez sea el karma pensè hasta que senti a alguien delante de mí
Por qué estás llorando, solecito? —dijo ese hombre mientras quese agachaba delante de mí.
Yo no respondí, solo seguí ahí sollozando y con la cabeza agachada.
Luego se puso de pie y saco un cigarro de su bolsillo lo encendió y le dio una calada
—Oye, aquí no se fuma —dije, alzando mi rostro dejando ver mis ojos hinchados y mi nariz roja y al verlo pude notar quera alto cari lindo , tenía una chaqueta de cuero y unos jeans rasgados y llevaba lentes oscuros .
Este es un país libre, solecito —dijo, exhalando todo el humo en mi cara.