Entre mundos y collares

Un reto, un beso y un corazón confundido

El recreo era el momento perfecto para que el caos se desatara.

Sonic estaba acostado en el césped del patio trasero, usando su mochila como almohada, mientras Ryo lanzaba galletas al aire e intentaba atraparlas con la boca.

—¿Sabías que este podría ser el mejor día de mi vida si no me amenazan con besos otra vez? —dijo Sonic, cerrando los ojos.

—Mala suerte, hermano. Vi a Emely con sus amigas hace un rato, riéndose muy sospechosamente —respondió Ryo, con la boca llena.

Sonic abrió un ojo lentamente.

—¿Sospechoso cómo?

—“Risa de chica que va a hacer una estupidez romántica” —dijo Ryo, imitando una voz de drama—. Ya verás.

👯‍♀️ Mientras tanto…

En un rincón del patio, Emely se encontraba rodeada de sus amigas, quienes la miraban con una sonrisa cómplice.

—Vamos, Emely. Solo es un beso en el cachete —dijo una de ellas.

—¡Ni siquiera te tiene que gustar! Es por el reto —añadió otra, aguantando la risa.

Emely cruzó los brazos y miró hacia donde Sonic estaba acostado, desprevenido como siempre.
Su corazón latía rápido, y no era por correr.

—¿Y si se burla de mí? —preguntó bajito.

—¿Ese idiota? Si se burla, lo besas otra vez —dijo su mejor amiga, y todas soltaron una carcajada.

Emely tragó saliva. Caminó hacia él.

💋 El beso inesperado

—Hey, demonio dormilón —susurró Emely, inclinándose.

Sonic no abrió los ojos.

—Si esto es otra amenaza de beso, no pienso moverme…

—No es una amenaza.

Y sin más, Emely le dio un beso rápido en la mejilla, tan fugaz que casi parecía un roce de mariposa.

Sonic se quedó completamente quieto, como si alguien le hubiera desconectado el cerebro.

—¿…acaba de pasar lo que creo que pasó? —dijo, sin moverse.

Emely ya se estaba alejando, roja como un tomate.

—Fue por un reto, idiota. No te emociones.

—¿Y si ya me emocioné? —dijo él en voz baja, pero Emely lo escuchó… y casi tropieza.

Desde un árbol cercano, Kendo lo había visto todo.

—Dios… este man va muy rápido. Voy a tener que vigilarlo más —susurró para sí.

Y por supuesto, Ryo lo grabó todo.

—¡Épico! ¡Épico! Esto va directo al archivo “Sonic en modo tonto por amor” —gritó.

🎭 En el club de teatro…

—¿Qué le pasa a Sonic hoy? —preguntó el profesor de teatro.

—Está… confundido —respondió Ryo.

—¿Confundido cómo?

—Nivel: “me besaron y no sabe si fue un reto o una señal del universo” —dijo Ryo, riéndose.

Sonic estaba en un rincón del escenario, sentado, mirando al vacío.

—¿Y si sí le gusto? ¿Y si no? ¿Y si fue solo el reto? ¿Y si me vuelvo adicto a su perfume?

—Bro… estás en problemas —murmuró Ryo, grabando su propio hermano colapsando emocionalmente.

🌙 Al final del día…

Emely caminaba sola por el pasillo, con la cara todavía roja.
Kendo se le acercó con los brazos cruzados.

—¿Y bien? ¿Qué fue eso?

—Un reto —respondió Emely, mirando al suelo.

—Ajá… ¿Y la sonrisa que tenías después?

—¿Qué sonrisa? —preguntó, aunque ya estaba sonriendo de nuevo.

Kendo suspiró.
—Me voy a volver loco con ustedes dos…

Sonic, por su parte, escribía algo en una hoja mientras fingía que tomaba apuntes en clase.

Me besó. En la mejilla. Pero fue un beso.
Y fue ella. Y me gustó.
Y ahora no sé si quiero otro… o mil más.

Y esa noche…
En su habitación, mientras el símbolo de los Gatos de la Noche brillaba suave, Sonic cerró los ojos y dijo en voz baja:

—Estoy tan jodidamente perdido… y me gusta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.