Me desperté sintiendo un gallo, *Un gallo en la habitación* Pensé. Cuando me di cuenta, solo era la alarma, cierto que puse un gallo para despertarme, porque unos "pi pi pi" no me levantarían.
Alguien estaba encima mio, por unos segundos pensé que era kono asique no me molesto, cuando me di cuenta kono no estaba en la habitación, seguro había ido por tostadas, mi familia la conocía tan bien que era como mi hermana. No me acordaba que Julián se quedó a dormir y pense que era una de mis hermanas ya que ellas siempre entran a mi habitación y duermen conmigo cuando tienen un mal sueño. No me preocupe, lo acaricié por unos segundos, su cabello era bastante suave. Julián se dio vuelta y me vio acariciandolo.
- ¡Mierda!- Grité. Salté de la cama y julían se cayo asustado. Me termine riendo a carcajadas.
- ¿Que diablos pasa contigo?- El se río. Me caí por tu culpa. Me tomo por la cintura y me tiro sobre la cama para hacerme cosquillas.
- ¡Para,Para!- Grité. El no quiso parar y bueno, tuve que golpearlo, falle, lamentablemente falle. El tomo mis manos y las apreto para que no pudiera defenderme. En un momento intento besarme, lo cual cerre mis labios y empecé a mover mi cabeza para que no pudiera lograrlo.
- Estoy loco por ti ¿Sabías?
- ... - Me quedé muda, este chico cambio demasiado como para decirme eso. Por suerte entró kono y me salvó de ese idiota.
Bajamos y desayunamos, mas bien desayunaron porque yo solo tome jugo de naranja y comi una tostada. Seguía pensando en lo que me dijo Julián, pero el solo me miraba y sonreia como idiota. No dije nada durante veinte minutos, solo pensaba, capas si le importo aquel beso en la playa, aunque a mi no o tal véz si, no lo se. Yo lo sigo viendo como mi mejor amigo, esa persona demasiado estupida pero que es muy especial para vos, si, así lo veo yo. Lo unico que quiero es no confundirme y terminar acabando con nuestra amistad.
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Estaba perdida en mis pensamientos y ni siquiera le preste atención a la profesora Malwolk, creo que explica la anorexia y la bullimia, ya saben la bullimia y la anorexia, enfermedades que se presentan en la adolescencia, bueno no solo en aquella etapa. Seguía pensando en lo que paso por la mañana, esas palabras no salían de mi cabeza. "Estoy loco por ti" se repetía la misma frase en mi cabeza, una y otra vez la frase *Me estaré volviendo loca dios mio* Pensé.
- Señorita Miller, Miller, Miller, ¡MILLER!- Me gritó para que le prestará atención.
- Si...?- Toda la atención estaba puesta en mi. ¿Que hago?.... Perdón profesora estaba pensando en la anorexia, ¡Que idiota que soy!- Por suerte la profesora no me escucho decir lo segundo.
- Perfecto señorita Miller, diganos que estaba pensando sobre este tema.
- Si.... La anorexia es una enfermedad que no solo llega en la adolescencia, una persona de 32 años por ejemplo puede sufrir esto. Y no es un adolescente.
- Buen punto señorita.
Sono el timbre de receso, por fin ya no aguantaba mas esta clase. Siempre era lo mismo, buscar informacion, trabajos practicos, informes, presentaciones y pruebas. Me aburría por completo en esta clase. Camine hacia mi casillero, dejando totalmente atrás a Kono y ni siquiera me acerqué en todo el día a Julián. El me hacía preguntas en algunas clases, incluso quería llamar mi atención pero siempre estaba distraida o eso quería que pensará. Abrí mi casillero, guarde el libro de salud y tome el de literatura, mi materia favorita. Iba a cerrar mi casillero, pero alguien lo hizo y con toda fuerza.
- ¿Como has estado Miller?- ¿Se acuerdan de Emily Woldeck? Si, ella. Vino con sus amigas, Cooper Higgins y Morgan Macleik.
- Yo muy bien- Sonreí falsamente. ¿Y tu cara como ha estado? Escuché que te dieron una paliza- Me burlé.
- Cierra la boca idiota- Me miro desafiante pero no me intimido para nada.
- ¿Quieres otra paliza Woldeck?- Dije, cerre mi casillero con la llave que llevaba en el bolsillo de mi jean y seguí caminando para ir hacia la cafetería, es que necesitaba comer.
Agarré una bandeja y fui a buscar mi comida, por suerte hoy habían milanesas con puré. Betty, la empleada, me sirvió la milanesa mas grande como siempre y lleno la bandeja de puré, esa mujer me agrada demasiado. Fui hasta las máquinas y tome una coca cola. Vi que la mayoría de los lugares estaban ocupados pero Kono siempre reservaba una mesa para nosotros, es decir, se sentaba en una y esa mesa ya era nuestra. Solo la compartiamos con Ludmila, Julián y Tessa, me olvide de hablarles de Tessa, ella es simpática, la buena del grupo digamos.
- Choca esos cinco preciosa- Dijo Tessa. A pesar de ser la buena del grupo, es demasiado agradable y muy femenina por cierto. Chocamos los puños, siempre decía "esos cinco" pero chocabamos los puños.
- Hola bella chica- Saludé a Ludmila con un beso en la mejilla, ella también es agradable.
Lamentablemente no compartiamos las 14 clases pero si 7. Y se siente bien estar con Tessa, Ludmila y Kono. Julián estaba en todas, menos salud. Y bueno kevin, creo que compartimos 8. En fin, comimos tranquilamente, hablabamos de Riverdale o Harry Potter como siempre, es fantástico tener amigas que amen las series y sagas que amas.. En aquel instante llegó Julián con Kevin, fue ahi cuando note los cachetes colorados de Kono, lo cual me dio risa y empecé a reirme, en ese momento creo que Tessa entendió y nos reimos juntas.