Poema-Viento y Confianza

En un café manchado, de prisa y sin voz,
chocaron dos mundos, en un solo tropezón.
Ella, un torbellino, con planes al revés,
él, la calma imponente de su primera vez.

La oficina, un lienzo, de chismes y rumor,
él, un fantasma en traje, un enigmático amor.

Ella, la curiosa, que en cada mirada leía,
las historias no dichas, la verdad que escondía.
Los papeles volaron, en vuelo de azar,
y en la costa, el alma se atrevió a bailar.
Un baile sin nombre, sin razón ni final,
donde el mar susurraba un amor sin igual.

Llegó la intrusa, un eco del ayer,
la sombra de un miedo, de un falso querer.
Y el silencio creció, como muro entre dos,
heridos por la duda, por el sonido de una voz.

Pero la confianza, en un gesto sincero,
rompió el cristal roto, mostró el verdadero.
El error de juzgar, el dolor de dudar,
para al fin, en sus brazos, el perdón encontrar.

En el rincón, las velas, las flores, el olor,
una pregunta al aire, un grito de amor.
Y en un sí, con lágrimas, el futuro se unió,
la ambición y el alma, en un solo destino se selló.