Todo comenzó cuando tenía 19 años, era otoño, las hojas caían, podías pedir un deseo a la mayoría de edad; Muchos pedían tener familia y una casa, más sin embargo un 20 de octubre había tomado la decisión de irme con los humanos, mis alas se transformaron en manos y mis patas en piernas, mis ojos ya no eran negros ahora eran grises,mi gran plumaje Lanco ahora era una gran tez blanca, capaz de iluminar un lugar oscuro y tenebroso. Dejé a mi familia mientras miraba el cielo como se apartaban volando.
Han pasado 3 años, ya no soy la misma, he cambiado, he conocido personas grandiosas otras no tanto, me había enamorado y desilusionado. Supuse que el jamás me había amado. Me logró romper el corazón, quería volver;viaje meses a el lugar donde se concedian deseos, ellos ya no podían ayudarme mi destino ya estaba escrito y mi deseo a los 20 años ya se había destinado. Mi regreso ya era inevitable, me fui del lugar y miraba al cielo, suspiraba y de pronto unas gotas se asomaban por mis mejillas sorprendida decía que cruel el ser humano, perdi mis ganas de volar por solo un rato pasar.