Capítulo 2

Todos tenían su mirada puesta en mi. Incrédula, expectante. No tenia la mas mínima idea de como debía comenzar a decirles que me mudaría; estaba tan feliz por el ahora, por lo que teníamos en ese momento, que no quería pensar en como seria dejarlos. Tome una muy larga y profunda respiración. Era el momento de decirlo.

- Voy a... En unos días me mudare- solté lo ultimo en un susurro, creyendo que ellos no escucharon.

-¡¿QUE?!- chillo Aria- Bromeas ¿verdad?- negué en silencio 

Hubo un largo e incomodo silencio (para mi al menos). No sabia que hacer y por lo que note ellos tampoco. Hasta que, de forma seri, Gael rompió dicho silencio.

-¿Muy lejos?- al comienzo no comprendí, pero su momentáneo silencio me hizo entender

- Si - Mis ojos se enfocaron en mis pies, como si estos me pudieran decir como debo reaccionar.

Toda esa Semana ellos hicieron de todo para pasar tiempo conmigo. Y mis padres no se negaron a la idea. Por lo visto ellos ya tenían todo planeado para la mudanza, lo único en lo que ayude fue, el dejar la casa como nueva, como si nunca hubiese vivido alguien ahí.

Lo que mis ojos vieron ese día me dejo literalmente sin aire. Esa no era una casa, era mas bien una mansión.

- Es muy linda ¿no es así?- Anuncio mi madre posándose junto a mi y yo lo único que pude hacer fue asentir.

-Sabia que te gustaría- menciono con una enorme sonrisa en el rostro mi padre.

-Claro me gusta mucho.

-Espera a que veas el interior.

Al entrar me quede verdaderamente impactada, lo sencillo estaba sobrevalorado; mi madre es de gustos finos y mi padre la consiente en cuanto a decoración se refiere. La casa tenia muchas puertas, le eche un corto vistazo a la plata baja cuando mi padre anuncio que debía arreglar unos asuntos de trabajo. Después de un rato mi madre se acerco a mi.

- ¿Quieres salir un rato conmigo?- sonreía- Unas amigas y yo iremos a dar una vuelta para conocer el lugar.

- No tengo muchas ganas, creo que solo ver la casa y me recostare un rato- asintió mientras dejo dinero sobre la mesa y luego salió de la casa.

Se notaba a plena vista el echo de que ellos quisieran que todo fuera una sorpresa para mi. La habitación que habían asignado para mi, tenia mi color favorito y como era de esperar le tome foto y las envié a mis amigos y reaccionaron justo como yo me lo esperaba.

Me di una ducha y me puse ropa mas cómoda, después de pasar un rato hablando con Aria baje a la cocina. Es mas que notorio el toque de mi padre en esta parte de la casa todo eso es obra de el. A pesar de la emoción por la nueva casa había un pequeño hueco en mi pecho.

 Aun mas sencilla, como si una parte de mi se hubiera quedado en aquella ciudad a miles de kilómetros de aquí. Tome un vaso con agua y me encamine de vuelta a mi cuarto, me sentía desganada con ganas de llorar << ¡¡Basta Gabriela!!>>  no me siento con ganas de esto tampoco, ni siquiera tenia razones para hacerlo. Así que me puse de pie y seguí explorando mi habitación y es ahí, cuando me doy cuenta que hay una mini terraza, cada vez habían mas sorpresas dentro de este lugar. Me pregunto que mas encontrare.