Entrelazados

Cinco

Capítulo cinco.

5

 

Leo con tranquilidad mi libro, el aire que entra por la ventana me relaja, el olor a tierra mojada me indica que lloverá.

La puerta es tocada y bufo, quien me interrumpe en mi lectura, el aroma de Amira llega a mis fosas nasales y sonrió abriendo con felicidad la puerta.

— Te vengo a secuestrar.— jadeo sorprendida cuando me agarra a la fuerza sacándome de mi habitación.

— Ahora, ¿que sucedió?.— gira a verme y solo sonríe, algo trama.

— Hoy es dia de casa y es de mala educación que estés en tu habitación cuando tu Alpha está cazando algo para ti.— bufo, cinco días habían pasado de los cuales no le he dirigido la palabra a Kellen.

No fuera así pero el desde el principio me confundió con sus acciones y luego me hace un chupón, desaprobatorio, yo no sé nada de esas cosas y creo que aprovecha de eso.

Yo solo sé las cosas que mi loba me hace saber, y no son muchas y se el significado de pocas.

— Se que esta en el protocolo Amelia me habló de eso pero…

El helado frío me calla, no me cubre mucho mi pijama y eso solo hace que mis huesos tiemblan.

La época de caza, es demasiado usual para nosotros, algunos lobos le dan lo que cazan a las lobas que aman en muestra de afecto y otros solo se las quedan para ellos mismo, un bestin solo para ellos, es una gran tradición de años y años que aún muchos lobos siguen.

— Amira no quiero estar aquí.— el olor a sangre y óxido que comienza a aparecer en el aire solo hacen que me maree.

— Solo espera.— la miro, su rostro brilla esperando que Abasí aparezca con algo para ella, es raro ver a un vampiro hacer caza pero cuando lo hacen es algo que solo verás cada cien mil años.

Se que ella espera que traiga algo para ella con la esperanza que eso demuestre que siente cariño por ella.

Niego sonriendo, es demasiado risueña y soñadora, me abrazo a mi misma tratando de calmar el frío que siento.

— Oh, allá vienen.— chilla emocionada, otras lobas y vampiras la miran, ella es la unica humana y eso causa rabia en las demás cuando ven como Abasí la mima sin hacerle caso a las demás que se le insinuan.

— Solo no saltes, no me gustaría que te desilusiones.— dejo de verla y miro hacia enfrente, el olor a testosterona pura se intensifica con fuerza en el aire.

El primero en aparecer y por obvia usando sus dotes es Abasí, con un pequeño pájaro que aún revolotea, veo hacia donde el olor a testosterona me guia y veo a Kellen el cual se transforma a su versión humana sosteniendo algo en sus manos, alzó una ceja con curiosidad.

Camino acercándome hacia él sintiendo todas las miradas en mi, es malo que haga esto va contra el reglamento pero no me importa, su rostro se ablanda y deja a la vista una sonrisa.

— Me da gusto que estuvieras presente en la caza.— sonrió.

— Bueno llegue en lo último solo porque me arrastraron.— murmuró, se acerca hasta estar enfrente mio, a solo pasos cerca de mí y extiende sus manos mostrándome lo que tiene para darme, y sonrió es sádico pero es algo que mi alpha me esta dando con cariño y eso es algo que me gusta.

— Me perdonas por hacer algo que te incomodara, se que eres nueva en todo esto y por escapar demasiado no sabes algunas cosas y algo raro para ti. Pero no quiero que por mi rapidez en algunas cosas te pongas mal, y enojada.— besa mi frente embarrando algo de sangre en mi rostro.

Miro el corazón y sonrió, para los hombres lobos es la parte con más significado.

— Haremos todo con lentitud y como tu digas.— besa la comisura de mis labios dejando el sabor de sangre en mis labios, hago una mueca.

— Esta bien te perdono, Ma bête. Pero no necesitas matar a alguien para esto, no me gustan las muertes te lo dije.— me abraza y frunzo mi ceño, ahora será difícil de quitar la sangre de mi pijama.

— Y yo te dije que lo haría cuando no estuvieras presente.— besa mis labios.

— Kellen.— lo regaño, el sabor a sangre es tan horroroso. Escupo dejando los modales queriendo quitar ese sabor de mi boca.

— Esta bien, no lo volveré a hacer. — comenzamos a caminar,— Necesito un baño y tu también mon oméga.— sonrió, recargo mi cabeza en su pecho mientras su brazo está alrededor de mí protegiéndome, entramos a la casa con la mirada de todos en nosotros, y aproveche en mostrar lo que Kellen me había regalado.

Soy demasiado egoísta.

Pero solo lo quiero para mi como así la luna lo dijo.

Por eso somos mates.

— ¿Quieres que te bañe?.— pregunto, hace días que Amelia me había dicho lo que debía de hacer como pareja de Kellen y una de ellas es bañarlo.

Los debemos de tratar como a lo que más veneramos, y yo venero mucho a Kellen.

— No tienes que hacer eso.

— Amelia dijo que era una de las cosas que tenía que hacer…




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