Diez

Gracias por todo el apoyo…

Capítulo diez.

10

Camino abrazada de mi pequeño peluche que Kellen compro para mi, miro al pequeño lobo negro en mis brazos y los ojos verdes son iguales a los de Kellen, sonrió pegando el peluche a mi con posesividad, entró a la cocina y tallo mis ojos aún adormilada.

— Luna buenos días.— asiento levemente pasando de largo,— El Alpha me pidió que le preparara su desayuno.

Bostezo, la miró dejando mi peluche en el mesón y agarro un vaso.

— Y que preparaste hoy Sasha.

Me siento en la primera silla que veo agarrando mi peluche,— Tu Alpha me aconsejo muchas cosas que preparar.— me sonrojo.

Me sirve y miró el plato con ojos brillantes toda su comida sabe deliciosa, es alguien increíble que me a estado acompañando por este tiempo que he estado aquí.

— ¿Por qué no te sientas conmigo a comer?.

— Va en los protocolos pequeña reina, el personal no puede estar en la misma mesa que la realeza.

— Pero yo no soy de la realeza, solo soy alguien como tu.— le sonrío tratando de convencerla.

— Ya entiendo porque el Alpha te tiene mimada, solo por esta vez.— me quedo estática mientras recuerdo algo de mi pasado “Solo por esta vez Adara, no siempre dormiré junto a ti…” siento un pequeño picoteo en mi brazo y parpadeo,— Está bien Luna.

— Solo fue algo sin importancia.— me sonríe sin convencerse y como calladamente, la voz era como la de mi madre.

Termino de comer aún con ese pensamiento de que mis recuerdos quieren salir, pero fueron bloqueados, miro como Sasha deja los platos en el lavabo y me mira con su sonrisa peculiar en ella.

— El Alpha me informo que estaría en su despacho.— sonrió complacida por la información.

— Gracias.

Salgo de la cocina y miro a mi pequeño lobo sin saber como un peluche como este esta en mis manos, sobo lo esponjoso de su pelo y sonrió.

Entró al despacho de Kellen sin decir nada y me siento en uno de los grandes y cómodos sofás que hay en la gran habitación, su olor a testosterona pura incrementa y eso lo hace cuando algo lo molesta. Alzo mi rostro mirando su seria expresión mientras lee los papeles en su mano.

Dejo el peluche en el sillón y caminó hacia donde está Kellen, paso mis manos por su pecho y recargo mi rostro en su hombro leyendo un poco de lo que dice la carta.

— ¿Quién es Melissa?.

Murmuró algo enojada por lo otro que leo, Kellen no es su Alpha solo es mío.

— Nadie.— me pone en su regazo entrecierro mis ojos mirándolo, besa mi frente.

— Kellen, dime ¿quien es?.

Suspira con pesadez dándome una de sus miradas serias que aunque a los demás les dan miedo a mi con rareza no, se que el no me hará daño a comparacion de otros.

— Es una Omega que antes iba a casarse conmigo.— suspiro enojada, — Era alguien que el consejo destino y aburrido de escucharlos solo acepte mi madre no le agradaba ya que no tenía la actitud de una Omega y era muy presumida de sí, comencé a notar como trataba a los demás y la mantuve vigilada se metió con Amira y es algo que Abasí no permitió ya que era su nueva joya entre las demás y la más nueva así que le advirtió pero ella se rió en su cara y le advirtió a él que se hiciera a la idea de que algún día me convencería de acabarlo aún cuando sea mi mejor amigo.

— ¿Y?.

— La rechace deshaciéndome de su orgullo, se obsesiono conmigo por lo que nunca tuve alguna esclava no quería que algo le pasara a una tercera solo por la obsesión de alguien, cuando iba a acabar con su vida te encontré a ti y no dude en que tu seguridad era mejor así que cambié mis planes y decidí esperar haber si terminaba esa obsesión que ella tiene conmigo pero ahora ya te ha amenazado a ti y te a puesto en un mal puesto hablando mal de ti.

Frunzo mi gesto enojada,— Y no vas a hacer nada.— me cruzo de brazos.

Agarra mi cuerpo y me besa poseyendome con avaricia, junta nuestras frentes mientras recuperamos el aire.

— Claro que haré algo, y ya lo estoy haciendo pero esta carta solo me preocupa.— agarró la carta y la rompo en miles de pedacitos enojada.